(LIBERACIÓN 381. Julio de 2021. Órgano de prensa del Partido de la Liberación (PL) de Argentina.
A raíz del discurso de Alberto Fernández en el acto virtual conmemorativo de los cien años de fundación del PC de China, hubo opiniones laudatorias sobre las supuestas históricas relaciones del peronismo con el comunismo chino. Es necesario poner negro sobre blanco y aclarar los tantos.
Para el PL es bueno que el PCCh tenga relaciones con el Partido Justicialista y tantos otros partidos que participaron de la celebración del 6 de julio. No con todos. No podemos compartir que entre los invitados estuviera el PRO de Mauricio Macri, aliado del imperialismo.
También nos parece muy bien que haya relaciones diplomáticas entre China y Argentina, y el nuestro sea parte de la Asociación Estratégica Integral China-Argentina.
En otro artículo de mi autoría, “A refutar las cinco mentiras contra China”, del 9 de julio pasado, opiné sobre esa relación bilateral. Cito: “Por ejemplo, sus créditos por 5.000 millones de dólares para construir las dos represas hidroeléctricas en Santa Cruz, son bienvenidos porque aumentarán la capacidad eléctrica nacional, dan empleo y servirán a la producción. En cambio, un banco como ICBC, un pulpo agroexportador como COFCO y la participación china en Panamerican Energy, no son necesarios para el proyecto de una Argentina liberada y camino al socialismo”.
Por eso vemos con simpatía que el gobierno del Frente de Todos mantenga y mejore las relaciones políticas y comerciales con Beijing. Después hay que ver en concreto cada iniciativa. No nos pareció positiva la iniciativa anunciada por cancillería de un proyecto de megagranjas porcinas, pocas en número y con miles de madres cada una, por razones ambientales y sanitarias. Mejor era la propuesta de Pedro Peretti, de muchas granjas pero pequeñas, con más trabajo para mini granjeros y trabajadores.
Tenemos una opinión crítica de ciertos pasajes del discurso del presidente Fernández en la reunión internacional. Por ejemplo, con su afirmación de que “el Partido Justicialista es el partido del pueblo, de todos los trabajadores y de todos los empresarios”. No dudamos de que es un partido de elevada representatividad, pero de allí a decir que representa a “todo el pueblo” y a “todos los trabajadores”, eso no es cierto. Tampoco representa a todos los empresarios, porque muchos están con la derecha macrista, pero esa es otra historia. Es la visión peronista y cristinista del modelo “fifty y fifty”, mitad para los trabajadores y mitad para los empresarios, que nunca reparten en forma igualitaria.
El discurso presidencial presentó las cosas como que entre el Partido Justicialista y el PCCh había habido una amistad de siempre. Falso. El peronismo gobernó entre 1945 y 1955, la primera vez. Y aunque la República Popular China se estableció en octubre de 1949, Juan Domingo Perón no estableció relaciones diplomáticas desde ese año ni lo hizo hasta el momento en que fue derrocado, septiembre de 1955. O sea estuvo seis años sin reconocer a China Popular.
Uno de los motivos de esa distancia con Mao fue que Perón entre 1950 y 1953, mientras duró la agresión yanqui a Corea, tenía una postura antichina y propia de un mal comerciante. Quería ganar dólares vendiendo alimentos a la tropa invasora, lo que llamaba “munición de boca”. Por eso tomó distancia con Mao, que en cambio envió un millón de Voluntarios del Pueblo Chino a Corea, a rechazar a las tropas del general Douglas McArthur.
Las relaciones entre Argentina y China, paradojalmente, las estableció el general Alejandro A. Lanusse, en 1972, en la dictadura de la “Revolución Argentina”.
Las cartas y las citas de Perón
Una vez derrocado por la Revolución Fusiladora, Perón se estableció en Madrid y desde allí maniobró para volver al gobierno y a Argentina. Tuvo un tiempo de lamentable acuerdo con los militares golpistas que bajaron al presidente Illia, cuando la CGT de sus amigos sindicalistas armaron varios planes de lucha con ese sentido. La colaboración se vio cuando Augusto Vandor y Alonso, popes de la CGT, se vistieron de traje para asistir a la toma de posesión del ministro de Trabajo, Rubens San Sebastián.
Después de ese colaboracionismo, del “desensillar hasta que aclare” y pausa favorable a Onganía, Perón empezó a cambiar a favor de la resistencia, siempre desde Puerta de Hierro, en la España franquista (su delegado Cooke le pidió residir en La Habana, por ofrecimiento de Fidel Castro, pero nunca aceptó).
Esos años 1966-1969 son de radicalización de Perón, de su apoyo a la CGT de los Argentinos, su escrito lamentando el asesinato del Che Guevara en Bolivia en 1967 y su apoyatura a peronistas combativos, algunos de los cuales luego desembocarían en las FAP y Montoneros.
El prestigio y el avance económico, político y militar de China explica que este general propio del “Ni yanquis ni marxistas, peronistas”, escribiera esa misiva amistosa al líder chino en julio de 1965.
Pero con mucho orgullo, queremos aclarar que el partido político que primero estableció vínculo con el maoísmo y el PCCh fue Vanguardia Comunista, fundada en abril de 1965. Lógicamente antes tuvo relación el PC Argentino, pero como éste se alineó con el PCUS de Nikita Kruschev a partir de la ruptura sesentista de los chinos y soviéticos, el PCA hostigó a Mao. Y el PCR, que rompió en 1968 con el PCA, recién en 1971 tomó una posición más amistosa con el maoísmo (en los tres años anteriores quiso “terciar” con el eje Cuba-Corea-Vietnam sin reconocer el rol de avanzada de China).
Quiero aclarar otro verso muy difundido por peronistas de diferentes tendencias, que quieren adueñarse de la historia de su organización y líder, lo que es lógico, pero también deformar la historia de Mao e incluso la nuestra. Y eso no lo permitimos.
Autores peronistas y no peronistas dicen que el líder chino le habría declarado a una delegación argentina, nunca bien identificada, que si él, Mao, estuviera en Argentina, “sería peronista”. Es una falsedad completa.
A veces escriben que eso lo dijo Mao a una delegación de jóvenes peronistas, otros se lo atribuyen haber dicho a una delegación de jóvenes del PC (que desde 1962 no pisaron más Beijing) y llegaron a atribuirlo a nuestro camarada Elías Semán, uno de los fundadores de Vanguardia Comunista, actual PL, desaparecido por la dictadura militar cívica en agosto de 1978 en El Vesubio.
La revista Dang dai, en diciembre de 2017, publicó el artículo “Mao y Perón. Paradigmas de una Tercera Posición”, del historiador peronista Roberto Baschetti. Allí se lee: “Un antiguo militante de la Resistencia Peronista, Carlos “Pancho” Gaitán, rememora: ‘En 1965 se armó una misión a China, no sé cuántas hubo, pero ésta fue la primera del peronismo en el marco de un acuerdo con los chinos que armó Héctor Villalón, con la anuencia y estrategia de Perón de realizar un acercamiento a ese país’.
Sigue el texto: “Será el mismo Gaitán quien a través de una anécdota que circuló por entonces, demuestra que tanto Perón como Mao no solo se conocían y se respetaban mutuamente, sino que también estaban al tanto de los pensamientos teóricos del otro. El protagonista fue Elías Semán ‘que también había estado con nosotros en Cuba, que luego fue uno de los organizadores del partido comunista pro chino, el PCR: Partido Comunista Revolucionario. Cuando se organizaron fueron de visita a China y tuvieron una entrevista con Mao (…) Entonces, el compañero Elías Semán le explica la situación argentina, cómo está la realidad política y le cuenta quienes eran ellos, que eran sus interlocutores y le dicen al jefe máximo: ‘Nosotros somos maoístas’. Y Mao le habría respondido: ‘Eso está muy bien pero, en Argentina, yo sería peronista’. El líder oriental tenía bien claro como era el tema de lo nacional, y les sugería a los muchachos que se ubicaran un poco en la realidad”.
Yo respetaba a Baschetti como historiador del peronismo. Ahora lo respeto un poco menos porque macaneó de lo lindo: el partido prochino organizado por Semán era ¡el PCR! Ignorancia total. El derechista Pablo Mendelevich escribió sobre China y VC un artículo en “La Nación” con mejores datos que Baschetti Nak&Pop.
Y lo peor es poner en boca de Elías ese inexistente comentario de Mao. Eso es de muy bajo nivel. Primero, Elías fue a China como “amigo del pueblo chino” por haber sido abogado defensor de unos pescadores chinos capturados por la dictadura en Brasil. Elías fundó VC junto a Roberto Cristina y Rubén Kristkausky. Elías nunca se vio con Mao sino con otros altos dirigentes chinos. Mao no pensaba eso ni le dijo algo similar, por dos razones. Primera: él era comunista “de acá a la China”. Segunda: los chinos no eran de decirle a nadie lo que tenían que hacer. Ellos mostraban lo suyo e influían con el ejemplo de su avance socialista. Nunca pidieron obediencia y VC nunca lo hubiera aceptado.
Elías fue desaparecido y asesinado, y no puede desmentirlo a Baschetti. Lo hago en tu nombre, querido Elías, camarada y abogado defensor en dos de mis seis detenciones políticas. Con la historia de VC-PL no se jode.
SERGIO ORTIZ
Foto: Elías Semán, abogado, cofundador de Vanguardia Comunista y su primer Secretario General. Desaparecido en El Vesubio en agosto de 1978 por la dictadura militar-cívica.