Lo información surgió de un relevamiento elaborado por la CTA Capital, desde el 1 de enero hasta el 26 de diciembre pasado, tomando como parámetro la cantidad de reclamos sociales y laborales en los que la entidad participó directa o indirectamente en las calles. Destacan que en total se movilizaron más de medio millón de trabajadores y vaticinan que 2016 podría ser aún peor.
EL sondeo se realizó en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, tomando como referencia los reclamos encabezados por los sindicatos que componen la Central porteña y aquellos en los que la entidad participó solidariamente.
Durante este año, la organización sindical estuvo al frente de 274 protestas en la vía pública, contando movilizaciones, cortes de calles, escraches y huelgas parciales o totales, contra 215 en las que se hizo presente en 2014, arrojando un incremento del 21,4 %.
El estudio también arrojó que “el 51 % de los reclamos (140) se efectuaron para exigir mejoras en las condiciones laborales, el 26 % (71) para reclamar ajustes salariales y el 23 % (63) restante para exigir reincorporaciones o evitar despidos”.
Al respecto, José “Pepe” Peralta, Secretario General de la CTA Capital explicó que “este ha sido un año muy intenso porque ha habido muchos focos de conflicto y reclamos sindicales que fueron respaldados en la vía pública” y agregó que “lamentablemente la falta de soluciones ante los pedidos de los trabajadores y la escasa o nula respuesta de los empleadores obligó a profundizar aún más la presencia en las calles”.
De cara al futuro, el titular de la entidad anticipó que tras las elecciones se ha modificado el escenario de mando en el ámbito porteño porque si bien destacó que “hace ocho años que en el distrito gobierna el Macrismo”, explicó que “ahora habrá una connivencia con el Gobierno Nacional, por ser del mismo espacio político, que antes no se daba, por lo cual las políticas de la ciudad bajarán directamente desde el Ejecutivo Nacional”.
Por ello, el dirigente anticipó que “se buscará ampliar el espectro de lucha y pelea por las necesidades irresueltas de los trabajadores” y agregó que “ya desde antes de las elecciones se vislumbraba una profundización de los conflictos y por eso hay que seguir reclamando en las calles con las temáticas que ya se vienen manifestando hace varios años”.
También reconoció que “hasta el momento no se observan gestos o señales claras que puedan solucionar los conflictos” y agregó que “los $400 que se otorgaron a los planes sociales y a los jubilados no alcanzan siquiera al 1 % del gesto que se le ha dado al agro y a otros sectores de finanzas”.
Peralta también coincidió con las declaraciones de Pablo Micheli, el Secretario General de la CTA Nacional, quien estimó que “las paritarias correspondientes al año próximo tendrán un piso del 35 por ciento, debido a la aceleración de la inflación de los últimos tres meses” y agregó que “se vislumbra un 2016 en el cual va a haber diálogo, pero también conflicto”, porque adelantó que “si quieren subir las tarifas, se va a exigir que se incremente el salario mínimo, vital y móvil”.
El líder de la sede porteña reiteró que “el principal objetivo que se le va a exigir a los gobiernos de ciudad y nación es que se habilite una verdadera mesa de diálogo para que se escuchen los reclamos de todas las centrales de trabajadores, las mayoritarias y las minoritarias, y no sólo de aquellas que son afines al Gobierno como ocurría con el Kirchnerismo”.
En ese marco, añadió que “si bien los nuevos gobiernos ya demuestran una mejor predisposición para generar ámbitos de negociación, lo condicionan a un pacto social previo en donde pareciera que los trabajadores tienen que poner el hombro para superar la crisis, cuando, en realidad, son los sectores que concentraron riqueza en los últimos años los que deben hacer el mayor esfuerzo para resolver las deudas y los atrasos con los empleados”.
Además, reconoció que no van a “permitir un diálogo en el cual la condición sea que los trabajadores pierdan de antemano y sean los únicos que paguen la crisis”.
Finalmente, José “Pepe” Peralta concluyó diciendo que “no es placentero engrosar las estadísticas de las protestas” pero, sin embargo, anunció que seguirán “saliendo a las calles siempre que sea necesario, para continuar defendiendo los derechos de los trabajadores”.
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