Desde hace meses despedidos y despedidas de los ferrocarriles Roca, Belgrano Sur y Norte se encuentran luchando por su vuelta al trabajo, organizando asambleas y cortes en los que han participado compañeros y compañeras cesanteados de planta, además de tercerizados/as de diversas empresas como MCM o Edimac, que exigen el pase a planta permanente.
La mayoría corresponde a la época de Macri, en la cual denuncian haber sufrido una constante persecución, despidos, retiros forzados etc. Las últimas acciones y la respuesta del Ministerio de Trabajo y Transporte, han vuelto a develar la existencia de un entramado mafioso en el que conviven burócratas sindicales, empresas tercerizadas y funcionarios estatales.
300 familias se han movilizado varias veces, realizando liberación de molinetes, jornadas de agitación, presentación de petitorios, volanteadas y corte de vías, obteniendo respuestas dilatorias. En el último bloqueo de trenes en Kosteki y Santillán, los compañeros y las compañeras fueron atacados de un grupo de choque, que contó con la participación de sectores de la Unión Ferroviaria y la liberación de la zona por parte de la federal.
Mientras de la mano de Sergio Sassia, el sindicato que los tendría que representar, los reprime, este personaje, reemplazante y continuador del asesino de Mariano Ferreyra, Pedraza, mantiene una dictadura gremial, a través de la que impone una total y absoluta subordinación a los dictados del gobierno, defendiendo -entre otras cuestiones- el pago de bonos fijos y la demora de las paritarias.
La repercusión mediática del conflicto obligó al gobierno a recibir nuevamente a los trabajadores, aunque como ya sucedió varias veces, para “tirar la pelota hacia adelante”, comprometiéndose a “ir evaluando caso por caso”, comenzando por 43 compañeros despedidos (con causa) entrevistándolos por tandas en las que los “indagan” y, en varios de los casos, les ofrecen posibles trabajos, aunque por fuera del ferrocarril. Queda claro que con esta política, el gobierno lo que está buscando es enfriar la lucha y dividir a la base mediante propuestas de salida individuales.
Desde Convergencia Socialista venimos acompañando esta lucha en cada una de las acciones. Desde ese lugar, creemos humildemente que se debería reimpulsar el plan de lucha, ya que es la única manera de ganar. Entendemos las expectativas de muchos trabajadores y trabajadoras, que decidieron esperar mientras transcurren las entrevistas. Sin embargo, estamos convencidos de que la pasividad le sirve al gobierno para dividir y debilitar este justo reclamo.
Para eso, se vuelve necesario volver a convocar a una asamblea general de todos los despedidos -tanto del Roca, Belgrano Sur y Norte- y debatir en ese ámbito los pasos a seguir para para sostener el conflicto, como por ejemplo mediante la organización de un fondo común para no ser quebrados por hambre. En ese sentido, se podría impulsar la realización de un gran festival de apoyo y la recorrida –con alcancías- de diferentes empresas y lugares de estudio para recaudar fondos.
Por otro lado es fundamental que la asamblea vote las medidas necesarias para mantener la unidad de todos y de todas, ya que el divisionismo es un gran favor para el gobierno. Por eso, las delegaciones que se presenten a discutir con los funcionarios siempre deben estar refrendadas por las asambleas de base, como así también la comisión que se organice para llevar adelante el fondo de lucha. ¡Nadie puede ni debe negociar nada a espaldas de la mayoría, ni avalar el pacto social que ata a los laburantes de pies y manos frente a las políticas del gobierno y las patronales!
Junto con esto es necesario apelar a la solidaridad de los pasajeros y de los ferroviarios que se encuentran en actividad, para lo cual será fundamental volver a realizar jornadas de agitación y volanteadas en todas las líneas, una forma práctica de reinstalar el conflicto y abrir un dialogo con las bases, la mayoría con mucha bronca por la política conciliadora de las direcciones sindicales burocráticas.
Hay que hacer un llamado a toda la oposición ferroviaria y al conjunto de las organizaciones obreras y populares a apoyar la lucha y rodearla de solidaridad, asumiendo que si ganan los ferroviarios y las ferroviarias ganarán todos los sectores que están en conflicto. En ese marco, hay que ir preparando otra gran acción de protesta sobre las vías, aunque ahora garantizando todo lo que haga falta para frenar el ataque de las patotas y la provocación policial. ¡Reincorporación de los ferroviarios y ferroviarias despedidos, pase a planta de los tercerizados!
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