Compañeros, amigos, Madres queridas. Después de tantos años estamos, como todos los jueves, a las tres y media en esta Plaza.
Muchas preguntas me hicieron estos días, muchísimas. Antes de subir a este escenario me decían “fuerza, Hebe, no te calles, Hebe, decí lo que hay que decir”. Cuánta confianza en las Madres para tener una línea política clara. Y yo pensaba… esto va a ser en parte un discurso, y parte lo voy a hacer como una charla, como una conferencia, tal vez para que todos los que están aquí, porque algunos son muy jóvenes, entiendan esta posición de las Madres, que siempre se diferencia de las otras organizaciones de Derechos Humanos y de muchísimos partidos de izquierda.
Hace muchísimos años, cuando a Adolfo Pérez Esquivel le dieron el Premio Nobel de la Paz, nos invitó a compartir con él esa gira que iba a hacer por el premio que le habían dado. Y en esa gira, él y el doctor (Emilio) Mignone empezaron a decir que los desaparecidos estaban muertos. Y a las Madres nos dio mucha rabia porque dijimos “quién dijo que están muertos. Ellos no pueden decretar la muerte de nuestros hijos”. Los milicos estaban callados, los fachos no habían dicho nada. Entonces, las Madres rechazamos esa idea, entre el 79 y el 80, de que había que buscarlos muertos. Quién nos lo había dicho: nadie nos dijo nada. Y el 5 de diciembre de 1980, estando en Suecia, hicimos la primera declaración de “Aparición con vida” de todos. Porque no íbamos a aceptar la muerte por decreto.
Y así empezó la batalla con los organismos, que no querían poner “Aparición con vida”, porque los organismos, que eran el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) y el Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ), y esto no es una crítica que yo les estoy haciendo a las organizaciones. Simplemente, como decimos las Madres, queremos contar la verdad que está puesta en este pañuelo blanco que no se rinde y que no negocia.
Y qué pasó, compañeros: empezó el debate por la consigna “Aparición con vida”. Nadie quería poner en las marchas que se empezaron a hacer en conjunto, “Aparición con vida”. Y cuando íbamos a las organizaciones, sobre todo a la Asamblea (Permanente por los Derechos Humanos), a discutir las consignas de las marchas, como las Madres todavía éramos bastante boludas en el 80, cuando llegábamos ya estaban hechos todos los panfletos, todos los volantes y todas las declaraciones. Y a nosotros que queríamos discutir, no nos dejaban, porque, claro, “pobrecitas, las Madres, de política no saben nada”.
Y un día yo pedí una reunión de todas las organizaciones de Derechos Humanos, y también quería pedir una reunión con Monseñor Novak, con De Nevares, con los políticos, y se hizo una reunión muy grande. Pero yo para esa época ya había aprendido que los que pedíamos primero la palabra teníamos un poco más de fuerza. Así que, cuando llegue dije “pido la palabra”. Y qué es lo que hice –ustedes acuérdense que estoy contando que nadie quería poner “Aparición con vida”-. Y entonces, les pregunté a todos, uno por uno, si querían que mis hijos aparecieran muertos o vivos, y todos me dijeron “no, queremos que aparezcan vivos”. “Y entonces, por qué carajo se niegan a poner ‘Aparición con vida’”.
Compañeros: yo respeto muchísimo a los compañeros del (MTD) Evita, pero esta Plaza, que es una Plaza de la unidad de verdad, que es una Plaza que está gritando que no está en contra del Presidente Kirchner, que es una Plaza para decirle “Señor Presidente, usted es el que más hizo por los Derechos Humanos”, esta Plaza, decía, es de todas las organizaciones revolucionarias, no sólo de los compañeros del Evita, a quienes respeto, pero es de todas las organizaciones revolucionarias, de todos nuestros hijos, para eso socializamos la maternidad. Acá están presentes los compañeros del ERP, del PRT, del Evita, de Montoneros, acá están presentes compañeros de todas las organizaciones, del PCML, de todas las organizaciones revolucionarias, que lucharon por un país mejor como el que nos merecemos.
Compañeros, se están viviendo días muy especiales. Hay un desaparecido que le quieren tirar al Presidente. Acá hay que pensar muy bien quiénes son los que no quieren sen juzgados y condenados, quiénes son los que no quieren ir a la cárcel, quiénes son los cómplices de los que van a ir a la cárcel. Acá siguen funcionando en las sombras los Ruckauf, los Duhalde, la peor Policía.
Por eso las Madres, compañeros, tenemos una posición tomada, diferente a la de otras organizaciones, por eso no fuimos ayer a la marcha. Esta Plaza que cada jueves se manifiesta, esta Plaza que es de nuestros hijos, los desaparecidos, esta Plaza que es de los que luchan, nunca va a, por ahora y nos hemos comprometido a eso, a sentir que el enemigo está en la Casa de Gobierno. En la Casa de Gobierno hay un amigo que lucha junto a nosotros por la libertad, por la justicia. Es verdad que hay muchas cosas que hay que arreglar. Es verdad que nos falta mucho. Ayer el Presidente decía que estamos saliendo del infierno, que estamos llegando al purgatorio. Pero que todavía hay muchas bandas, no sólo militares, no sólo de la Policía. También están llenas de políticos corruptos y traidores, también están llenas de las multinacionales, que no quieren que les toque. Ustedes piensen que están la Mercedes Benz, la Ford, Pepsi, que está Coca Cola, que está Papel Ledesma, que participaron directamente en la Dictadura. Estos no quieren que les toque, tampoco la Iglesia quiere ser condenada. Y hasta ahora estaban callados porque sólo se los juzgada, pero ahora han comenzado las condenas.
Las Madres tenemos una participación y un pensamiento muy particular de este momento. No sabemos dónde está López. Su familia dice que no está desaparecido, pero López no está. Eso es lo que tenemos muy claro. Pero no es el Presidente de este país el que tiene la responsabilidad de la desaparición de López; al contrario, es contra él que se está haciendo todo esto.
Y ahora sí, compañeros. Esta lucha que empezó hace treinta años casi, esta lucha que comenzaron nuestros hijos, esos hombres brillantes y maravillosos, que reivindicamos cada jueves, cada día, cada hora y cada minuto, son los que nos impulsan a hacer lo que hacemos. Tenemos clarísimo cuál es el camino. El camino de la revolución por la que ellos soñaron. Y también sabemos que lenta pero inexorablemente está llegando esta revolución que tenemos que hacer entre todos. Y Chávez demostró que la revolución está a veces en las urnas, y también lo demostró Evo Morales, que desde las urnas está haciendo la revolución. Esperemos y luchemos y peleemos con toda nuestra garra para que también de las urnas de nuestro país salga la revolución que todos esperamos y necesitamos.
Queridos compañeros de todas las organizaciones, que a veces no pensamos exactamente igual, pero tenemos claro quién es el enemigo, que es lo más importante y que creo que le falta la izquierda. Saber bien quién es el enemigo. Y el enemigo de nuestra Patria es el imperialismo y el capitalismo que está configurado desde Estados Unidos. Son ellos nuestro enemigo. Y la derecha facha de este país que se está expresando todo el tiempo desde las sombras. Todos los que amenazaron no pusieron su nombre. Cobardes, como siempre, amenazan desde la clandestinidad. ¡No les tenemos miedo, hijos de mil puta; no les tenemos miedo! ¡No les vamos a tener miedo y no nos vamos a callar, no vamos claudicar, no vamos a negociar y vamos a levantar las banderas de nuestra Patria por la que nuestros hijos dieron su vida para que seamos libres y para que estemos aquí ahora!
Tengamos claro, compañeros, van a venir momentos difíciles, momentos muy difíciles, pero si nos juntamos, si tenemos claro quién es el enemigo, si cada jueves esta Plaza se llena como hoy, porque esta Plaza, como el pañuelo, es la Plaza de la verdad, de la justicia, del grito revolucionario, de la socialización de la maternidad, del amor inmenso de los guerrilleros y revolucionarios que en toda Latinoamérica levantaron las banderas.
Tengamos en cuenta que cada vez que las Madres planteamos algo diferente mucha gente tambalea y dice “qué dicen estas Madres, cómo no van a esta marcha, cómo no van a la otra marcha”. Lo pensamos mucho, y este grupo de mujeres viejas lo discute mucho. Porque somos muy discutidoras. Cada marcha en cada reunión de Comisión Directiva. Nos venimos aquí porque una levanta el dedo y dice vamos. No. Discutimos por qué y para qué tenemos que hacer lo que hacemos. Estamos convencidas que la tenemos re clara. Tenemos el mismo enemigo que tenían nuestros hijos y tenemos que luchar contra ese enemigo, que es el fascismo, la derecha, el imperialismo, todos juntos en estos tipos que hoy se presentan como candidatos a Presidente. Están los Cavallo, ahí en la oscuridad, y está Menem, que también se quiere presentar, y está López Murphy, y están una cantidad de tipos fascistas y de la derecha, que apoyaron la dictadura y que hoy quieren decir otra cosa.
Por la libertad que nos merecemos, por el amor inmenso a la revolución que está encarnada en los miles y miles de desaparecidos que dieron su vida por esta Patria. Por ellos y para ellos tiene que ser la lucha. No los podemos traicionar. No los podemos engañar, porque ellos desde algún lugar nos están mirando y diciendo “está bien o está mal”. Pero por ellos, que fueron tan claros, tan honestos, tan firmes, tan hermosa generación, tenemos que levantar las banderas de la Patria lo más alto posible, porque Patria es desaparecidos, la Patria son ellos, las banderas son ellos, el petróleo son ellos, los niños que se mueren de hambre también son ellos. Luchemos para que todo esto sea realidad.
Muchas gracias.
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