Uno de los querellantes en la causa que investiga los hechos ocurridos el pasado 20 de octubre en Barracas, pide que se investigue la participación de la empresa concesionaria en el armado del grupo de choque que asesinó al joven Mariano Ferreyra e hirió a otros trabajadores y militantes.
Nelson Aguirre, uno de los militantes del Partido Obrero que fue herido el miércoles 20 de octubre, cuando un grupo de choque de la Unión Ferroviaria baleó a los trabajadores tercerizados del FFCC Roca y a los militantes que apoyaban su reclamo, entre ellos Mariano Ferreyra, fallecido; Elsa Rodríguez, con un disparo en la cabeza; y el propio Aguirre, presentó hoy ante la jueza Wilma López un escrito en el que solicita se investigue la intervención de UGOFE Roca, empresa concesionaria de la línea férrea, en la organización del ataque.
En el escrito, patrocinado por las Dras. Claudia Ferrero (PO) y María del Carmen Verdú (CORREPI), la querella afirma que buena parte de las 200 personas que nutrieron el grupo que agredió a los trabajadores tercerizados y militantes de varias organizaciones, fue reclutada en los Talleres de Remedios de Escalada, otorgándoles la empresa una suerte de “licencia especial” para justificar la ausencia en su lugar de trabajo.
“El hecho muestra la forma mancomunada en que confluyen la voluntad y la acción de la empresa concesionaria y la burocracia sindical en defensa de sus intereses comunes, en contra de los trabajadores organizados en forma independiente, a las que se suma la actuación de la policía federal que liberó la zona”, manifestó Verdú, abogada de CORREPI, al tiempo que la Dra. Ferrero (PO) agregó: “La patota pudo abandonar su lugar de trabajo con el permiso expreso de la patronal, mediante un procedimiento habitual en estos casos, que tuvo que dejar un rastro documental”. Por eso, en la presentación se requirieron medidas concretas al respecto.
1 nov 2010
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