- Los trabajadores de prensa estamos encarando un proceso histórico para poner en pie una nueva organización sindical, independiente de los patrones y el Estado y basada en la democracia de los trabajadores. De cara a la asamblea general que se realizará el 12 de septiembre, desde La Naranja de Prensa consideramos pertinente aportar una serie de reflexiones para este evento histórico. ¿En qué cuadro político nos encuentra la construcción del nuevo sindicato y cuáles son las tareas que tenemos por delante?
La puesta en pie del SIPREBA es el resultado de un proceso de organización y maduración del activismo por abajo en las redacciones de la ciudad de Buenos Aires cuyo desarrollo se comprobó incompatible con la UTPBA, una organización sindical vaciada por una camarilla aferrada a los cargos y a la caja durante las últimas 3 décadas - con el aval del Ministerio de Trabajo. El proceso de organización de los trabajadores de prensa -precedido por luchas parciales en los años anteriores como fueron Critica, Perfil, BAE, Cronista, Popular- tuvo un pico en la paritaria de prensa escrita de 2013, donde a través de los delegados elegidos en asamblea y un plan de lucha que se extendió más de 3 meses, logramos doblegarle el brazo a las patronales -de todo signo político- y al propio Ministerio de Trabajo.
Luego del triunfo de la paritaria de 2013 se consolidó el cuadro organizativo en las empresas periodísticas,comenzando por la consolidación del proceso de reorganización sindical en Clarín -la principal empresa del gremio- luego de una década de represión patronal.
Sin embargo, el trío Estado-burocracia-patrones se colocaron como un norte cortar de cuajo este proceso organizativo cuyo objetivo último es revertir los bajos salarios y la precarización laboral que las patronales impusieron en la rama durante las últimas décadas o, en otras palabras, restablecer la plena vigencia del Convenio y el Estatuto en los lugares de trabajo. La ofensiva estatal-patronal-burocrática se viene manifestando en varios aspectos. En primer lugar, lo hicieron desplazando a los delegados de base de las paritarias 2014 y 2015, firmando acuerdos salariales a la baja con la directiva de la UTPBA en la completa clandestinidad. Esta política es convergente con la linea del gobierno de tope a las paritarias que cierra la "grieta" con la patronal de Clarín. En segundo lugar, el Ministerio de Trabajo conducido por Tomada avaló el fraude electoral de la conducción con un padrón trucho que fue rechazado por un frente único de las agrupaciones opositoras. Desde la Naranja de Prensa fuimos precursores en plantear la necesidad de formar una nueva organización sindical basada en los delegados de base y realizamos una fuerte campaña en ese sentido. En tercer lugar y en paralelo a este proceso, las patronales largaron una serie de ataques por empresa: el pase compulsivo a una nueva razón social en Crónica y BAE para imponer la convergencia, los despidos y procesamiento a delegados en Perfil, los vaciamientos y cierres en el Grupo 23, los despidos en PubliExpress o el reciente despido de la Comisión Interna completa de MinutoUno para forzar el pase del portal al convenio de televisión, por citar solo algunos ejemplos.
A pesar de esta ofensiva, los trabajadores de prensa votamos masivamente en diciembre del año pasado constituir un nuevo sindicato de prensa. La valiente decisión expresa la maduración en la consciencia del activismo que ve una vía muerta en la UTPBA o en la integración a alguno de los bandos patronales en disputa, a pesar del constante y sistemático amedrentamiento por parte de las patronales. Los trabajadores de prensa apostamos a consolidar el desarrollo de la organización que, con esfuerzo, hemos conquistado los últimos años -y que tuvo que superar duros intentos divisionistas, como la Ley de Medios que intentó encolumnar a los trabajadores detrás de sus patronales. Se impuso la agenda de las reivindicaciones, no la de las patronales y eso allanó el camino para este enorme e histórico proceso de organización y lucha.
Entonces, ¿cómo seguimos? Desde la Naranja de Prensa, como protagonistas e impulsores del nuevo sindicato, vemos en la asamblea general una oportunidad extraordinaria para los trabajadores para deliberar sobre esta situación y resolver los pasos a seguir.
En primer lugar, en relación al sindicato, consideramos que sólo siendo absolutamente independientes del gobierno y de todos los patrones podemos tener las manos libres para luchar para defender nuestras reivindicaciones y reclamos. En segundo lugar, el SIPREBA debe basarse en la democracia sindical, cuya piedra angular son las asambleas y plenario de delegados, de ahí tendremos la fuerza para doblegar a las empresas y al Ministerio. En tercer lugar, los trabajadores debemos votar un programa para enfrentar la etapa que viene: a nadie se le escapa que los principales candidatos a la presidencia -Scioli, Massa y Macri- plantean abiertamente un ajuste y una devaluación, reclamadas largamente por las patronales. Los trabajadores no podemos encarar desarmados este proceso. La asamblea debe fijar un programa que haga frente al ajuste en curso y al que vendrá: no a la paritaria trucha, 30% para todos, incluidos los colaboradores, no a los despidos, no a la polifuncionalidad y/o convergencia, no a la precarización laboral, defensa irrestricta del Estatuto y del Convenio. Pase a planta de todos los colaboradores, indexación del salario de acuerdo a la inflación, salario igual a la canasta familiar, por el 82% móvil para todos los jubilados. Por el triunfo de todas las luchas del gremio de prensa.
Apoyamos y promovemos la desafiliación a UTPBA y la afiliación masiva a SIPREBA, vamos por nuestra organización sindical de prensa para conquistar todos los reclamos.
La Naranja de Prensa
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