10 ene 2019

MARCHA DE LAS ANTORCHAS


  1. Por Claudio Colombo

    En el comunicado político leído en el acto que se realizó esta tarde, luego de la marcha hacia el Congreso -organizada por la burocracia sindical de la CGT y las CTA y otras organizaciones sindicales y políticas- se convocó a los congresales para que “frenen” los aumentos de tarifas. ¿Cómo si los diputados y los senadores de la oposición pudieran -si se pusieran de acuerdo, lo cual es muy difícil- frenar los decretazos impuestos por el Poder Ejecutivo Nacional?

    Los organizadores de la marcha se negaron a poner en el centro al gobierno nacional, razón por la cual no convocaron a una movilización a la Plaza de Mayo sostenida con un Paro Nacional y un Plan de Lucha, que es la única manera de pegarle duro a los responsables centrales del tarifazo y de todo el Plan de Ajuste y Saqueo, que se está llevando adelante para seguir enriqueciendo a los grandes monopolios internacionales.

    Esta gente, cuyos objetivos no son otros que los de sostener la campaña electoral del PJ, con o sin Cristina, y mantener la gobernabilidad -evitando que exploten nuevas jornadas como las del 18 de diciembre de 2018- tampoco dijo nada acerca del robo a mano armada que significa seguir pagando la cada vez más gigantesca Deuda Externa. ¡Si realmente quisieran acabar con las políticas gubernamentales, deberían impulsar el No Pago de la Deuda Externa, como una cuestión de “necesidad y urgencia”!

    Los trabajadores y el pueblo deben imponerle otra dinámica a la resistencia, organizando asambleas en los lugares de trabajo y los barrios, donde se discuta la puesta en marcha de un Plan de Lucha en serio que desemboque en un nuevo Argentinazo, que cumpla con la voluntad de la mayoría: ¡Echarlos a todos, sin esperar hasta las elecciones de Octubre, para que los trabajadores y el pueblo resuelvan qué modelo de país hay que construir para salir de la crisis que provocaron los capitalistas, a través de una Asamblea Popular Constituyente!

    La izquierda debe ponerse al frente del combate contra el Ajuste y los Ajustadores, impulsando las asambleas obreras y populares, pero también convocando a un Encuentro o Congreso Nacional de Luchadores y Luchadoras, que sirva para coordinar las acciones y el proceso asambleario. Desde esa ubicación, las organizaciones combativas tienen que trabajar para dotar a la resistencia de un Programa Alternativo al de los capitalistas -que ya demostró su total y absoluta fracaso- un Programa Revolucionario, Obrero y Socialista.

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