En plena pandemia intentan dejar afuera del sistema laboral a 144 trabajadores esenciales. La Clínica Privada San Andrés cuenta con una capacidad de 90 camas de internación general, más 12 camas de terapia intensiva, la misma tiene una cápita de PAMI de 18000 afiliados que quedarían con atención más precaria que la que ya reciben los jubilados. ¿Es que ante la posibilidad de una segunda ola de Covid-19 sobran instalaciones sanitarias? No. De ninguna manera. Por un manejo perverso de los dueños (Surachi Adriana, Surachi Hernán y Surachi Dante), no solo se perdería capacidad de atención médica sino además la fuente de trabajo de 144 personas en forma directa, además de médicos, ambulancias y otros servicios que la empresa ya tiene tercerizados. Reclamamos la intervención, de las autoridades municipales, provinciales y nacionales para poner todos los recursos del Estado para evitar semejante atropello a los trabajadores y daño a la población. Nos acompañan al Ministerio de Trabajo, (Santos Vega 7245, Caseros) organizaciones políticas sindicales y sociales. |
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