LIBERAR A ASTIZ

El 28 de junio el voto mayoritario castigó a los oficialismos en los principales distritos electorales : Provincia de Buenos Aires, Ciudad Autónoma, Mendoza, Córdoba, Entre Ríos y Mendoza. . El castigo mas disimulado fue la pérdida de 15 puntos del PRO en Capital Federal, ya que Michetti igual ganó la elección y su referente Macri, festejó el triunfo de De Narváez en Provincia de Buenos Aires. La derrota mas estruendosa fue la de Néstor Kirchner, Scioli y sus candidatos testimoniales.
En Córdoba. Mendoza y Entre Ríos perdió el Justicialismo, en Santa Fe perdió el Socialismo, Habría que agregar también que en Río Negro perdió el radicalismo y en Santa Cruz perdió el justicialismo.
Es indiscutible que para castigar a los oficialismos, salvo en Ciudad Autónoma de Buenos Aires se eligieron opciones identificadas con el actual modelo económico, o mas a la derecha. Y que en consecuencia tendremos un parlamento aún más conservador.
Pero identificar al conjunto del voto opositor como un voto de derecha, es una deformación intencionada de la realidad funcional a grupos como el PRO y al propio gobierno que se ha pretendido presentar como expresión única y garantía del progresismo.
La realidad es un poco más compleja de lo que se la presenta. En el interior de provincia de Buenos Aires el kirchnerismo salio tercero, pero hizo una elección mejor a la esperada (alrededor del 22%). Su derrota se construyó en la primera y segunda sección del conurbano. Y en la sección segunda están los más pobres, entre los más pobres del conurbano. Y allí el aparato clientelar era kirchnerista.
Quienes apuntan a la traición de los intendentes, ninguna novedad para quienes antes traicionaron a Herminio Iglesias, Cafiero, Menem y Duhalde, olvidan un dato que no es menor: la economía, el empleo y la distribución de los ingresos.
Quienes analizaron la economía del primer período kirchnerista concluyeron que comparativamente no habían aumentado salarios, ni jubilaciones, ni la distribución del ingreso. Sin embargo se habían reducido los índices de pobreza e indigencia. La razón de esta aparente contradicción estaba en que los núcleos familiares mejoraban sus ingresos porque uno de sus miembros que estaba desocupado había conseguido trabajo, que era un empleo precario.
La crisis internacional se ha expresado en la perdida de cientos de miles de empleo, la mayoría precarios. En los barrios todos saben que se cortó el circuito de las changas, que las contratistas y las empresas truchas despiden, que la clase media restringió sus gastos y demanda menos servicios. Esa nueva situación encuentra a un gobierno que ha reducido el número de los planes Jefes y PEC a menos de la mitad y ha congelado los ingresos entre 150 y 200 pesos. Que para ser coherente con las cifras del INDEC que dicen que se sigue reduciendo la indigencia y la pobreza, baja el presupuesto de asistencia a los comedores. Como medida de reactivación de empleo lanza un programa de creación de 1000 cooperativas para hacer obra pública que son asignadas a los grupos que cuenten con el aval municipal. Puedo asegurar que más del 90 % de esas cooperativas fueron a manos de los punteros del oficialismo. Una de las excepciones fueron las dos cooperativas que obtuvo el FPDS en Berisso, aunque no fue gratis: tuvieron que ocupar la Municipalidad para que se garantizara el convenio. Otros que también lucharon, tuvieron menos suerte.
El voto contra el gobierno en los barrios populares también fue un reclamo por el hambre, contra el achicamiento de las partidas sociales y un repudio al aparato clientelar que reparte las limosnas entre los punteros y los amigos de los punteros.

Desde esta lectura, asociar la suerte del progresismo y de políticas de izquierdas al ocaso del kirchnerismo, es una interpretació n distorsionada.
Pero ya ha generado efectos en la justicia y en actos de gobierno.
El tribunal que juzgó la desaparición de Carlos Labolita en Mar del Plata condenó a prisión domiciliaria al jefe del Regimiento de Azul, Juan Pablo Mansilla y absolvió a quien era su mano operativa, el actual coronel Alejandro Guillermo Duret. Con el criterio aplicado por los jueces Esmoris y Jarazo ( Rosansky votó en disidencia), es probable que se condene a Massera y Acosta, pero se deje en libertad a Astiz.
El Juez Donadío ordeno la prisión preventiva de 12 miembros del Frente de Acción Revolucionaria (FAR), la mayoría de los cuales pertenecen al movimiento Teresa Rodríguez, acusados de prácticas antisemitas y prepotencia ideológica por irrumpir en acto de celebración del Estado de Israel con volantes que denunciaban las políticas de ese país en Palestina. Irrupción mucho menos violentas que la que ejercieron grupos del oficialismo para desarmar manifestaciones del “campo” y grupos del “campo” para desarmar actos oficiales.
En la ciudad Autónoma de Buenos Aires, el gobierno de Macri a nombrado como jefe de Policía a Jorge Palacios uno de los responsables de la represión policial durante las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, con un saldo de docenas de asesinados, y acusado por su mal desempeño en la investigación del atentado a la AMIA.
Los jueces federales aplican el mismo “realismo político” que ejercieron durante la dictadura para denegar los habeas corpus a los familiares de los desaparecidos, hacen una lectura de los nuevos tiempo y sientan jurisprudencia para liberar a Duret y
criminalizar la protesta social. Macri nombra funcionario a un destacado represor.

El ocaso del matrimonio Kirchner es inapelable. Lo golpea lo derecha y no lo defienden los pobres, como si lo hacen con Chávez o Evo Morales.
Alguna vez dijimos que este gobierno se hacia cargo de logros y avances que no eran propios, sino de la lucha popular. En manos de nuestro propio pueblo queda la posibilidad de separar la paja del trigo y hacernos cargo de defender nuestras conquistas y nuestros avances.
En términos electorales la buena elección de Solanas en Capital demuestra que existiendo alternativas con potencialidad, hay posibilidad de elegir mejor cómo castigar a los malos gobiernos. De la renovada lucha popular depende que liberen a los presos políticos, que no lo suelten a Astiz y de que los represores vayan a la cárcel y no sigan en actividad o sean nombrados funcionarios.