La Plata , 25 de octubre de 2009
Ahora que el gobierno proclama que con la nueva ley de medios “hablamos todos” capaz nuestra voz se pueda oír, lo cierto es que con o sin ley descreemos todavía de esa posibilidad como no sea solamente para recoger algún comentario sobre la violencia o algo por el estilo para alimentar y construir lo noticiable.
Esta última semana ha sido una semana de “crispación” dicen todos ustedes al unísono como si alguien les hubiera escrito el libreto. Han podido derrochar epítetos, acusaciones infundadas, hacer explícitas sus fantasías y dibujar mapas y paisajes ficticios como si se tratara de territorios reales.
Todo lo pueden hacer, incluso pasarse horas y horas hablando de la falta de libertad de expresión por todos los canales, pretendiéndose oposición y críticos cuando han sido cómplices de las peores leyes de entrega y saqueo, son solamente opositores cosméticos, disputan la administración de la miseria no es que quieren construir otro país.
No crean que si la política oficial es la amnesia social eso quiere decir que los argentinos no tenemos memoria. Todos sabemos sus comportamientos en el primer menemismo, sus operaciones para instalar la Alianza , y sus expectativas sobre este proceso. Todos sabemos sus silencios.
Pero lo concreto es que primero el inefable ex militante del Partido Comunista Argentino ahora devenido en periodista ¿audaz? Alfredo Leuco editorializa su programa de radio y tv refiriéndose a nuestra organización como “la agrupación más violenta de la Argentina y la que instaló la cultura de la capucha, el palo y la molotov” (¿en qué país vivió Leuco? ) Y lanzando una serie de estigmas y mentiras, que es su única forma de escribir, hizo una profesión de fe contra el pobrerío, preocupado, muy preocupado, porque los pobres organizados manejan presupuestos del estado para construir casas y que además incluso “hacen política”. Pero nada preocupado, ni una línea sobre la injerencia de la embajadora norteamericana en el conflicto sindical de Kraft, por ejemplo, o en la malversación de los Roggio, o tanto otro negociado. Incluso no recordamos que haya escrito una línea, solamente una, sobre el saqueo de Repsol, Panamerican y Barricks entre otras.
Morales Solá luego, desde su privilegiado espacio de La Nación , se dedicó a escribirle el libreto que más tarde reproduciría como lorita parlanchina Elisa Carrió. Muy valiente también y muy mentiroso, esgrimiendo entre sus diplomas la valentía de insultar y patotear intelectualmente a estos pobres organizados y capaz a algún otro morocho, sindicalista por ejemplo, pero de ningún modo meterse a prepotear a los dueños verdaderos del poder, a los rubios de la política, a los ministros y presidentes entreguistas, con ellos el respeto que no sabe tener con nosotros.
Este connotado señor periodista definió a las organizaciones populares en una de sus editoriales como “fuerzas de choque paraoficiales”, una definición que remite además a una conceptualización ideológica. Renglón seguido define al degenerado senador Morales como “un político progresista” lo cual otorga en el razonamiento de Morales Solá, credibilidad a la teoría de que Milagro Sala “anda armada” y se pregunta entonces: “¿por qué sería Sala la única piquetera armada del país? ¿Es posible que otros dirigentes piqueteros del país, aun los más conocidos, dirijan también a militantes armados?” y se responde con certeza “es posible”. Pero ninguna reflexión hemos visto sobre la patota paraoficial de la UCEP que apalea pobres en las calles porteñas por directivas de Macri. O es que a los pobres los tiene tan invisibilizados que ni siquiera los ve cuando los muelen a palos estos patoteros?
Es un señor mentiroso, escribe sin cotejar que he viajado en dos oportunidades a Irán como si ese fuera un dato que apoyaría su tesis apocalíptica. Ahí está mi pasaporte para que coteje cuando quiera, lo que dice no es cierto y desnuda sus prejuicios. Es un hombre irresponsable a la hora de acusar y estigmatizar a los débiles, generoso en improperios y austero para decir la verdad, capaz sea inocente de ser vehículo de una operación?
Morales, viceministro de acción social del gobierno asesino de De La Rúa. Un gobierno que a la semana de asumir ya fusilaba dos argentinos en un puente en Corrientes, que antes de irse no ahorró balas para dejar más de una treintena de muertos el 20 de diciembre; Morales es quien se queja de que Sala reciba fondos para que una organización popular construya viviendas, se queja del poder que tiene Sala, no se quejó nunca del poder de “los poderosos”.
Elisa Carrió con su discurso apocalíptico, salido de la nada, dictado en su gramática por los amanuenses de siempre y asistida en información por las usinas de inteligencia norteamericanas. Alguien se preguntó de dónde saca esas informaciones para concretar las denuncias que lanza a troche y moche? Será numeraria de algún organismo internacional? Hay cosas que nadie discute en este país, hay mafiosos intocables como verdaderos mafiosos que son, estructuras mafiosas que nadie cuestiona. El clientelismo político es aquel que sostiene hoy a estructuras como el PJ y la UCR , el PJ de De Narvaez y-o Kirchner y la UCR de Morales o Cobos. Clientelismo y utilización perversa de las necesidades de los pobres, ese clientelismo nadie lo cuestiona, cuestionan la capacidad de los pobres de organizarse sin esas mediaciones o representaciones.
Por una bolsa de cocaína mueven un colectivo con cincuenta muchachos de los barrios más postergados, compran escenografías para sus actos, aunque cada vez tienden más a quitar del espacio público la política.
Todos con sus críticas arteras y sus preocupaciones impostadas, con sus llamados de fantasías y anhelos por que suene el clarín, no hacen otra cosa que reproducir proscripción política y vaciamiento de esto que ellos llaman democracia.
“Hacen política” aparece como una acusación no como la descripción sana en todo caso de soberanía popular, no quieren que los pobres se organicen, ya lo dice la constitución nacional “el pueblo no delibera ni gobierna” y entonces si a un gordo grasa se le ocurre opinar sobre política exterior se rasgan las vestiduras igualitos que Caifás cuando condenó a Jesús a la muerte. Cuando una negrita coya y sus hermanos construyen poder popular, capacidad de presión e incluso se jacta de que con la lucha en la calle pudieron lograr la renuncia de cinco delincuentes que gobernaban, ahí espantados vociferan contra su “golpismo piquetero” y exigen transparencia, esa transparencia que no se piden a ellos para ver cómo se construyen sus propios patrimonios o quien pone el dinero en el sobre salarial de los escribas.
El Pueblo no delibera ni gobierna “sino a través de sus representantes” y a unos cuantos argentinos pobres asqueados y saturados del clientelismo se nos ha ocurrido que estos representantes ya no nos representen, ahí entonces es cuando esa subespecie delincuencial que son los políticos profesionales llegan al paroxismo de su ira.
Pero además cuando nos juntamos entre nosotros, nos reconocemos, pateamos las mismas calles, comemos los mismos guisos, tenemos los mismos sueños y frustraciones, cuando nos juntamos entonces aparece lo que Lilita, Morales, Leuco, Morales Solá, definen como el dato nuevo de la política: “se juntaron!”.
El verdadero ataque es contra esto, es contra la articulación de una política plebeya, plebeya sí, que venga a refundar las relaciones de poder en este país. Y si eso se les ocurre un hecho violento será porque se saben bestiales a la hora de cobrarse sus revanchas. Nosotros ni propiciamos ni preparamos un enfrentamiento, esos son ellos, ustedes, los que claramente tomaron posición y desparramaron acusaciones y mentiras y pretendieron crear un clima de miedo contra los pobres, de desconfianza contra las organizaciones populares.
Más temprano que tarde la verdad saldrá a la luz para parir una nueva situación histórica, mientras tanto hay suficiente luz para el que quiera ver, no hay inocentes en esta escena.
Señores políticos y periodistas que mienten, señores llenos de dinero en sus cuentas, de salarios que se cuentan en miles de pesos, señores, ustedes se ponen en frente nuestro, ustedes desprecian a los pobres, ustedes y su soberbia intelectual, y su racismo, y su desprecio a lo plebeyo.
Lic. Fernando Esteche
Mesa Nacional
Movimiento Patriótico Revolucionario
QUEBRACHO
Ahora que el gobierno proclama que con la nueva ley de medios “hablamos todos” capaz nuestra voz se pueda oír, lo cierto es que con o sin ley descreemos todavía de esa posibilidad como no sea solamente para recoger algún comentario sobre la violencia o algo por el estilo para alimentar y construir lo noticiable.
Esta última semana ha sido una semana de “crispación” dicen todos ustedes al unísono como si alguien les hubiera escrito el libreto. Han podido derrochar epítetos, acusaciones infundadas, hacer explícitas sus fantasías y dibujar mapas y paisajes ficticios como si se tratara de territorios reales.
Todo lo pueden hacer, incluso pasarse horas y horas hablando de la falta de libertad de expresión por todos los canales, pretendiéndose oposición y críticos cuando han sido cómplices de las peores leyes de entrega y saqueo, son solamente opositores cosméticos, disputan la administración de la miseria no es que quieren construir otro país.
No crean que si la política oficial es la amnesia social eso quiere decir que los argentinos no tenemos memoria. Todos sabemos sus comportamientos en el primer menemismo, sus operaciones para instalar la Alianza , y sus expectativas sobre este proceso. Todos sabemos sus silencios.
Pero lo concreto es que primero el inefable ex militante del Partido Comunista Argentino ahora devenido en periodista ¿audaz? Alfredo Leuco editorializa su programa de radio y tv refiriéndose a nuestra organización como “la agrupación más violenta de la Argentina y la que instaló la cultura de la capucha, el palo y la molotov” (¿en qué país vivió Leuco? ) Y lanzando una serie de estigmas y mentiras, que es su única forma de escribir, hizo una profesión de fe contra el pobrerío, preocupado, muy preocupado, porque los pobres organizados manejan presupuestos del estado para construir casas y que además incluso “hacen política”. Pero nada preocupado, ni una línea sobre la injerencia de la embajadora norteamericana en el conflicto sindical de Kraft, por ejemplo, o en la malversación de los Roggio, o tanto otro negociado. Incluso no recordamos que haya escrito una línea, solamente una, sobre el saqueo de Repsol, Panamerican y Barricks entre otras.
Morales Solá luego, desde su privilegiado espacio de La Nación , se dedicó a escribirle el libreto que más tarde reproduciría como lorita parlanchina Elisa Carrió. Muy valiente también y muy mentiroso, esgrimiendo entre sus diplomas la valentía de insultar y patotear intelectualmente a estos pobres organizados y capaz a algún otro morocho, sindicalista por ejemplo, pero de ningún modo meterse a prepotear a los dueños verdaderos del poder, a los rubios de la política, a los ministros y presidentes entreguistas, con ellos el respeto que no sabe tener con nosotros.
Este connotado señor periodista definió a las organizaciones populares en una de sus editoriales como “fuerzas de choque paraoficiales”, una definición que remite además a una conceptualización ideológica. Renglón seguido define al degenerado senador Morales como “un político progresista” lo cual otorga en el razonamiento de Morales Solá, credibilidad a la teoría de que Milagro Sala “anda armada” y se pregunta entonces: “¿por qué sería Sala la única piquetera armada del país? ¿Es posible que otros dirigentes piqueteros del país, aun los más conocidos, dirijan también a militantes armados?” y se responde con certeza “es posible”. Pero ninguna reflexión hemos visto sobre la patota paraoficial de la UCEP que apalea pobres en las calles porteñas por directivas de Macri. O es que a los pobres los tiene tan invisibilizados que ni siquiera los ve cuando los muelen a palos estos patoteros?
Es un señor mentiroso, escribe sin cotejar que he viajado en dos oportunidades a Irán como si ese fuera un dato que apoyaría su tesis apocalíptica. Ahí está mi pasaporte para que coteje cuando quiera, lo que dice no es cierto y desnuda sus prejuicios. Es un hombre irresponsable a la hora de acusar y estigmatizar a los débiles, generoso en improperios y austero para decir la verdad, capaz sea inocente de ser vehículo de una operación?
Morales, viceministro de acción social del gobierno asesino de De La Rúa. Un gobierno que a la semana de asumir ya fusilaba dos argentinos en un puente en Corrientes, que antes de irse no ahorró balas para dejar más de una treintena de muertos el 20 de diciembre; Morales es quien se queja de que Sala reciba fondos para que una organización popular construya viviendas, se queja del poder que tiene Sala, no se quejó nunca del poder de “los poderosos”.
Elisa Carrió con su discurso apocalíptico, salido de la nada, dictado en su gramática por los amanuenses de siempre y asistida en información por las usinas de inteligencia norteamericanas. Alguien se preguntó de dónde saca esas informaciones para concretar las denuncias que lanza a troche y moche? Será numeraria de algún organismo internacional? Hay cosas que nadie discute en este país, hay mafiosos intocables como verdaderos mafiosos que son, estructuras mafiosas que nadie cuestiona. El clientelismo político es aquel que sostiene hoy a estructuras como el PJ y la UCR , el PJ de De Narvaez y-o Kirchner y la UCR de Morales o Cobos. Clientelismo y utilización perversa de las necesidades de los pobres, ese clientelismo nadie lo cuestiona, cuestionan la capacidad de los pobres de organizarse sin esas mediaciones o representaciones.
Por una bolsa de cocaína mueven un colectivo con cincuenta muchachos de los barrios más postergados, compran escenografías para sus actos, aunque cada vez tienden más a quitar del espacio público la política.
Todos con sus críticas arteras y sus preocupaciones impostadas, con sus llamados de fantasías y anhelos por que suene el clarín, no hacen otra cosa que reproducir proscripción política y vaciamiento de esto que ellos llaman democracia.
“Hacen política” aparece como una acusación no como la descripción sana en todo caso de soberanía popular, no quieren que los pobres se organicen, ya lo dice la constitución nacional “el pueblo no delibera ni gobierna” y entonces si a un gordo grasa se le ocurre opinar sobre política exterior se rasgan las vestiduras igualitos que Caifás cuando condenó a Jesús a la muerte. Cuando una negrita coya y sus hermanos construyen poder popular, capacidad de presión e incluso se jacta de que con la lucha en la calle pudieron lograr la renuncia de cinco delincuentes que gobernaban, ahí espantados vociferan contra su “golpismo piquetero” y exigen transparencia, esa transparencia que no se piden a ellos para ver cómo se construyen sus propios patrimonios o quien pone el dinero en el sobre salarial de los escribas.
El Pueblo no delibera ni gobierna “sino a través de sus representantes” y a unos cuantos argentinos pobres asqueados y saturados del clientelismo se nos ha ocurrido que estos representantes ya no nos representen, ahí entonces es cuando esa subespecie delincuencial que son los políticos profesionales llegan al paroxismo de su ira.
Pero además cuando nos juntamos entre nosotros, nos reconocemos, pateamos las mismas calles, comemos los mismos guisos, tenemos los mismos sueños y frustraciones, cuando nos juntamos entonces aparece lo que Lilita, Morales, Leuco, Morales Solá, definen como el dato nuevo de la política: “se juntaron!”.
El verdadero ataque es contra esto, es contra la articulación de una política plebeya, plebeya sí, que venga a refundar las relaciones de poder en este país. Y si eso se les ocurre un hecho violento será porque se saben bestiales a la hora de cobrarse sus revanchas. Nosotros ni propiciamos ni preparamos un enfrentamiento, esos son ellos, ustedes, los que claramente tomaron posición y desparramaron acusaciones y mentiras y pretendieron crear un clima de miedo contra los pobres, de desconfianza contra las organizaciones populares.
Más temprano que tarde la verdad saldrá a la luz para parir una nueva situación histórica, mientras tanto hay suficiente luz para el que quiera ver, no hay inocentes en esta escena.
Señores políticos y periodistas que mienten, señores llenos de dinero en sus cuentas, de salarios que se cuentan en miles de pesos, señores, ustedes se ponen en frente nuestro, ustedes desprecian a los pobres, ustedes y su soberbia intelectual, y su racismo, y su desprecio a lo plebeyo.
Lic. Fernando Esteche
Mesa Nacional
Movimiento Patriótico Revolucionario
QUEBRACHO
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