jueves 14, febrero 2013
Sobre el Memorándum de Entendimiento con Irán
El proyecto para la firma del acuerdo con Irán en relación a las investigaciones sobre el atentado a la Amia promovió fuertes debates políticos que poco tienen que ver con el esclarecimiento o no de los hechos.
Algunas consideraciones previas son necesarias.
La base de la acusación del fiscal Nisman que incrimina a los iraníes proviene de los informes de los servicios de inteligencia israelíes y fuentes de la CIA norteamericana.
Las cúpulas de la DAIA y la Amia, junto al fiscal de la causa, Nisman, ya definieron la culpabilidad de la república iraní en el atentado a la mutual. Se trata de una definición política en sintonía con los gobiernos de EE.UU. e Israel que declararon al estado iraní como eje del terrorismo internacional, y con el que se encuentran en virtual estado de guerra.
Hasta hoy, el gobierno de Cristina Kirchner respalda la acusación judicial de Nisman contra los iraníes. Al mismo tiempo, garantizó con su silencio las maniobras de encubrimiento anteriores que involucraban a personajes del menemismo, a sus servicios de inteligencia y la policía bonaerense.
La aparición de la pista iraní resultó -para el gobierno Kirchner- funcional a una política de reacercamiento a los EE.UU., tras las disputas por el ALCA, el incidente de las valijas con dólares provenientes de Venezuela y ante las presiones del FMI. Incluso pidió ante la Asamblea General de la ONU que Irán entregara a los imputados.
Qué cosas cambiaron para que apareciera la firma de este acuerdo.
El gobierno nacional en varias ocasiones, en el organismo de control de la energía atómica y otros, se enfrentó con sus socios de Unasur (Brasil, Venezuela, Ecuador, etc.) al apoyar sanciones contra Irán.
En los últimos años, los iraníes se convirtieron en activos socios comerciales de Latinoamérica y quebraron en parte el aislamiento a que los quiere condenar la entente yanqui-israelí. Se convirtieron en un importante aliado para un bloque de países que enfrentan las presiones hegemónicas de los EE.UU., más allá de la naturaleza de sus gobiernos.
Como en otras oportunidades, el gobierno Kirchner reacciona antes por necesidad que por convicción o afirmación de independencia política.
El rechazo al acuerdo de la derecha en la oposición, lejos de la búsqueda de la verdad de los hechos, se centra en el supuesto ‘realineamiento’ internacional del gobierno Kirchner. Desnuda así su propio lacayismo proyanqui y desconoce que tanto los gobiernos de EE.UU. como de Israel ejecutan por mano militar sus ‘sentencias’ sin ningún respeto por el derecho internacional. Una parte de la centroizquierda también la acompaña con argumentos similares.
La firma del Memorándum y su cumplimiento no garantiza siquiera la verdad de lo sucedido. Sí cabe desnudar las maniobras de la entente yanqui-israelí responsables de los holocaustos de nuestro tiempo: las invasiones a Irak y Afganistán con sus centenas de miles de víctimas, las incursiones y bombardeos al Líbano y la Franja de Gaza y sus miles de muertos. O con sus socios de la OTAN, responsables de los crímenes en Libia, Siria y Malí.
La verdad, la memoria y la justicia descansan como siempre en la lucha de los pueblos.
14 / febrero / 2013
Entradas
1 comentario:
simply dropping by to say hey
Publicar un comentario