20 de junio en Rosario. La presidenta mostró los resultados de su “modelo”
25/06/2013
Por PRT Argentina
La presidenta Cristina Fernández inició su discurso del 20 de junio en
Rosario, diciendo que cuando llegaba en helicóptero a la ciudad, no
podía ver el monumento a la bandera debido a que había una gran cantidad
de nuevos edificios altos que lo tapaban.
Inmediatamente, afirmó que esa riqueza y ese desarrollo eran producto del “modelo” nacional que su gobierno sostiene.
¡Cuánta verdad no reflejada en los medios masivos ni en los comentarios
de políticos de todo signo sobre el discurso presidencial! Estos
prefirieron hablar del baile del himno interpretado a ritmo de murga y
de la comparación que la primera mandataria hizo de ella misma con
Manuel Belgrano.
Precisamente, lo que dijo la presidenta
ostentando un sincero orgullo, es la realidad. Su “modelo” fomenta la
construcción de gran cantidad de edificios con departamentos lujosos
sobre la costa del Paraná, edificios inteligentes computarizados, con la
apreciada vista al río, con solarium, piletas de natación, yacuzi,
saunas, spa y otros servicios. Estos emprendimientos están siendo
ejecutados por consorcios de inversión, es decir capitales para la
especulación inmobiliaria.
En la ciudad de Rosario, en el año
2011, se acusaba un déficit de 30.000 viviendas, pero
contradictoriamente había 50.000 viviendas desocupadas.
Pasando
en limpio: las 30.000 familias (más de 100.000 habitantes) que no
tenían vivienda, no podían pagar por ocupar parte de esas 50.000 que
estaban desocupadas. Menos podrán pagar estas viviendas lujosas. Más
profunda se hace la brecha entre la necesidad y lo que ofrece el sistema
o “modelo” como prefiere llamarlo la representante de la oligarquía
quien, a viva voz, fanfarroneaba desde el escenario.
¡Ella lo
describió con perfección inobjetable! La obra del capitalismo
monopolista de Estado que ella llama con pedantería “su modelo”, se basa
en la ganancia y la especulación y nunca es motivada por la
satisfacción de las necesidades humanas, salvo que la lucha de clases,
la presión y el enfrentamiento, los obligue a torcer el rumbo y ceder
parte del lucro que las masas conquistan.
Lo que pasa con la
vivienda se repite en todos los rubros y en todos los planos. Eso lo
sabemos con seguridad. Ahora, las mayorías nos preguntamos cómo damos
fin a tanta descomposición.
Todo lo que podemos contar a
nuestro favor ha sido arrancado a los distintos gobiernos que vienen
sirviendo a los monopolios. Nada le debemos ni a éste ni a anteriores
gobiernos y eso ya es un gran logro.
El ascenso creciente y
sostenido de las movilizaciones de masas que hoy vivimos nos proporciona
la base para que avancemos hacia un nuevo nivel. Los pueblos del mundo y
la región nos acompañan en la movida.
Ahora no sólo debemos
conquistar sino transformar cada conquista en un nuevo escalón de una
lucha superior. La unión de cada necesidad irresuelta y de cada
reivindicación a conquistar sólo podremos encontrarla en un proyecto
político común que represente los sueños de las mayorías que ya no
creemos en todas estas mentiras e impunidades de la clase dominante. Una
lucha política, lejos de la politiquería electoral del sistema, por un
proyecto revolucionario que ponga fin a esta historia repetitiva de
enfrentamiento diario contra la burguesía que sostiene estos
privilegios.
Ahora se trata de unir, desarrollar y extender las
fuerzas populares capaces de vencer a la oligarquía financiera, y sus
funcionarios y alcahuetes, en forma definitiva y de construir un país
que nos permita resolver nuestras necesidades básicas y desarrollar el
camino de satisfacción de nuestras más altas aspiraciones sociales.
26 jun 2013
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