El Senado de Brasil consumó el golpe de Estado en curso, aprobando la destitución de Dilma Rousseff.
La llegada de Temer, golpe mediante, tiene un propósito definido: terminar con las investigaciones de corrupción, que alcanzan al gobierno pasado y al presente, y aplicar a fondo un ajuste contra los trabajadores.
La responsabilidad
de Dilma Russeff y el PT es indisimulable. Ellos mismos llevaron a los
golpistas en sus listas, otorgándole la vicepresidencia y la mayoría
parlamentaria. Luego quisieron aplicar el ajuste y fracasaron. Por
último, no lucharon contra el golpe, aceptando la destitución trucha del
Congreso.
Macri, que se declara preocupado por la democracia en Venezuela, avaló activamente el golpe en Brasil. Como Temer, el quiere un ajuste a fondo contra los trabajadores.
La izquierda y los trabajadores deben sacar una conclusión de fondo: el entrelazamiento con el capitalismo llevó al PT a la liquidación.
Con esa conclusión a cuestas, está planteado enfrentar a los golpistas y sus planes de ajuste construyendo una alternativa política de los trabajadores.
Macri, que se declara preocupado por la democracia en Venezuela, avaló activamente el golpe en Brasil. Como Temer, el quiere un ajuste a fondo contra los trabajadores.
La izquierda y los trabajadores deben sacar una conclusión de fondo: el entrelazamiento con el capitalismo llevó al PT a la liquidación.
Con esa conclusión a cuestas, está planteado enfrentar a los golpistas y sus planes de ajuste construyendo una alternativa política de los trabajadores.
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