“Los movimientos sociales nos ponemos al servicio de la población en el marco de la emergencia sanitaria para enfrentar la pandemia del hambre en las barriadas populares. Vivimos por estos días historias de desesperación para millones de trabajadores informales, cooperativistas, desocupados, gente humilde que no tiene ni siquiera un ingreso fijo para sobrellevar esta situación. Nuestras familias, deben elegir si cumplir con las medidas de emergencia sanitaria de aislamiento o si continuamos buscando una changa, vender tortillas o lo que sea para que los nuestros, tengan algo que poner sobre la mesa, porque la comida no alcanza. Por estos días solo la incertidumbre nos acompaña, porque a la permanente inestabilidad y exclusión que nos acompaña desde hace ya mucho tiempo, se le suma la vulnerabilidad sanitaria, menos defensas de nuestros niños como resultado de la mala alimentación, hacinamiento y menos posibilidades de ser contenidos en un sistema de salud destruido para quienes vivimos en el conurbano y en las provincias más pobres del país, donde ni siquiera las gasas existen.
A pesar de la cuarentena estamos obligados a peregrinar por las grandes ciudades para ganar el pan de cada día, muchas de nuestras familias siguen buscando en los basurales con que alimentarse. Somos 5 millones de trabajadores y trabajadoras informales, Somos parte de la exclusión del sistema. Mientras tanto, del lado de enfrente, la opulencia de los ricos que sigue mirándonos con total incomprensión e indiferencia.
Hoy como ayer, seguimos parando la olla en cada barrio popular de toda la argentina. Porque si hay alguien que sabe de crisis y de lucha somos nosotros. Seguimos en la pelea cotidiana por el pan de cada día. Allí estamos como siempre lo hicimos, al frente de esta nueva crisis que enfrenta el mundo. Un mundo capitalista que desde siempre ha ignorado a los más humildes.
La pandemia se extiende en el mundo, los estados eligen quien va a morir en el día hoy a consecuencia de sistemas de salud quebrados en favor del lucro y del dinero. Como si esto fuera poco, la militarización de los barrios. De seguro la mayoría de los detenidos serán pobres, serán de los olvidados y perseguidos de siempre.
A pesar de Indignación profunda por todo el sufrimiento que vive nuestra gente, desde los territorios organizamos la solidaridad. Miles de voluntarias, de las mujeres más humildes garantizan los comedores y merenderos a lo largo y ancho de la argentina, cumpliendo con nuestra responsabilidad social en esta crisis.
En argentina faltan respiradores, faltan recursos para combatir la pandemia. Falta combatir los privilegios de unos pocos y la concentración de la riqueza.
Nos esperan tiempos difíciles, pondremos todo nuestro empeño al servicio de la comunidad y de nuestra gente. Contra el virus y contra el hambre que se expande tan velozmente como una pandemia.
Nuestras vidas valen más que sus ganancias.
Marianela navarro vocera del Frente de organizaciones en lucha.
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