Hoy todas esas condiciones, se ven agravadas por la crisis general del capitalismo, a las que se suma la pandemia provocada por el corona-virus. Salud y economía no son aspectos contradictorios. Van de la mano. Un pueblo bien alimentado, con viviendas y condiciones de higiene dignas, con medicina preventiva, elevada cultura y que cuide del medio ambiente, esta en muchas mejores condiciones para evitar epidemias y enfrentarlas, en caso de ser necesario, que un Pueblo donde 16 millones de personas viven en la pobreza, hay más de 6 millones de desocupados, donde más del 75% cobran salarios de miseria, sin agua potable, cloacas y viviendas insalubres. Carlos Marx tenía razón cuando afirmaba que “el capitalismo destruye a las dos fuentes fundamentales de la riqueza: la naturaleza y los hombres”. Por eso la contradicción no es salud o economía, como pretenden instalar los sectores más reaccionarios de la burguesía ansiosos por continuar exprimiéndonos. La contradicción es socialismo o barbarie capitalista. Resolver a nuestro favor esa contradicción es a lo que debemos abocarnos.
Frente a nosotros, como clase productora de todas las riquezas materiales y espirituales, se levantan tareas enormes para poder resolver esta cuestión. Tareas frente a las cuales, no son pocos los que se sienten sin fuerzas para encararlas y desfallecen resignados, quedando a la espera de alguna solución mágica. Las bases de estas conductas pueden variar desde la desorientación política hasta el temor, las frustraciones repetidas, o la pereza de pensamiento, que lleva a muchos compañeros a poner en manos de los gobiernos y políticos burgueses de turno la búsqueda de soluciones, en vez de fortalecer la confianza en sus propias fuerzas y avanzar en la organización junto a sus compañeros de clase, trazando una clara línea divisoria entre la burguesía y nuestra clase ocupada y desocupada. Con el objetivo de avanzar en el camino de la lucha y la organización de las fuerzas obreras y populares, desde el Partido Guevarista hemos difundido nuestra “PROPUESTA POLITICA” (clickear para acceder a la Propuesta) que ponemos en manos de las compañeras y compañeros para debatirla y llevarla a la práctica.
Los trabajadores para derrotar políticamente a la burguesía, para dejar de ser objetos de sus maniobras y manipulaciones de todo tipo. Para romper con el circulo vicioso de neoliberalismo y populismo, que siempre nos empobrecen más, que en lo único que se muestran eficientes es en la producción de pobres y desocupados, debemos terminar con la ideología del populismo y el reformismo “progre” que causa estragos en nuestras filas. Debemos terminar con la idea de la colaboración de clases, con la fábula de la solidaridad social entre patrones y trabajadores, entre ricos y pobres, de que todos estamos “en el mismo barco”. Todas mentiras, todos slogan de propaganda de la burguesía que paralizan y dividen nuestras fuerzas. Mentiras y eslóganes que se ven facilitados por la ausencia o debilidad de una organización, o Partido de revolucionarios, que por sus posiciones y acciones se constituya en una verdadera alternativa de poder para millones de trabajadores y pobres del campo y la ciudad. En concretar esta tarea deben concentrarse los mejores hijos de nuestra clase. Los hombres y mujeres más honestos y consecuentes, los miles de luchadores y luchadoras que hoy existen en cada rincón de nuestra Patria.
Hoy, mientras llevamos adelante esta tarea, debemos en primer lugar quebrar la brutal ofensiva de las patronales, quienes con la complicidad del gobierno y la burocracia sindical, nos rebajan los salarios, o directamente no los pagan desconociendo los convenios colectivos de trabajo, despiden compañeros de a miles violando las leyes que lo prohíben, y aplican de hecho una reforma laboral que va mucho más lejos de lo que tenían proyectado. Mientras tanto en las barriadas populares, donde reina la desocupación, con sus consecuencias de hambre, miseria, falta de salud y viviendas, se las cerca militarmente y se ensañan los represores con los compañeros/as que tratan de encontrar alguna changa que les permita sobrevivir un día más. Hoy es urgente, a partir de la unidad y organización independiente de los trabajadores y trabajadoras ocupadas y desocupados romper esta “Santísima trinidad” entre patrones, gobierno y burocracia sindical. Es necesario darles una respuesta unificada que esté a la altura de toda la agresión que pretenden descargar sobre nosotros, superando las divisiones y fragmentaciones entre ocupados y desocupados, precarizados o autónomos, que la burguesía introduce en nuestra clase para mantenernos divididos y maniatados tras sus políticas. De cómo se resuelva esta lucha, de la correlación de fuerzas con la que salgamos de la misma, dependerán las condiciones de vida, salud, trabajo, educación y vivienda en la post-pandemia. Nada cambiará mágicamente, sin organización y sin lucha consciente, todo será peor para nosotros.
Como hemos dicho, desde antes de las elecciones, el gobierno del PJ-K y del “progresismo” que lo acompaña, junto a los dirigentes colaboracionistas de los movimientos sociales, no van a resolver los gravísimos problemas económicos y sociales que padecemos. Ellos, junto a las burocracias sindicales, las distintas iglesias y las cámaras empresariales buscan estabilizar las condiciones de funcionamiento del capitalismo y contener a las masas de desocupados y a los trabajadores del campo y la ciudad más explotados. Siguen las instrucciones del FMI, la ONU y hasta del Financial Times, quienes plantean que los ricos también deben poner algo para salvar al sistema capitalista. Por eso, más allá de algunos roces con los grandes grupos económicos y el capital financiero nacional e internacional por ver “Que ponen”, la sangre no va a llegar al río. Nada les será expropiado. Por eso desde que asumieron, hace 4 meses, han pagado 5.300 millones U$S de la deuda externa a pesar que de hecho están en default. Dinero que podrían haber destinado a mejorar las condiciones de vida de nuestro Pueblo. Por eso “los enojos” de Alberto Fernández duran 24 horas, y luego de tratar de “miserables” a los empresarios que despiden, retrocede ante Techint y otros que han despedido a miles, permiten las subas de los alimentos y la especulación con el dólar. Reprimen en el frigorífico Penta, y hacen ciber espionaje. Detienen a delegados del Subte, militarizan las barriadas y reprimen para atemorizar a la población, mientras rebajan los aportes patronales en un 95%, les dan créditos subsidiados, y ahora el gobierno va a pagar los salarios de gran parte de los trabajadores. ¡¡Es un sueño hecho realidad, mano de obra gratis para buena parte de los capitalistas!!. Esto, mientras a una parte de los pobres se los quiere arreglar con 10.000 pesos y un miserable aumento de la AUH.
Pero es necesario reconocer que, en esta difícil situación, el gobierno ha logrado combinar hábilmente el consenso con la represión, lo que le ha permitido, hasta ahora, hacer pasar estas políticas. Alberto Fernández se ha revelado como un hábil declarante. Maneja un discurso amigable, se muestra cercano, sensible y hasta preocupado. Ha aprovechado la pandemia para consolidar su poder, y en verdad, las medidas tomadas para limitar los estragos del corona- virus cuentan con el apoyo mayoritario de la población que trata de respetar la cuarentena. En esto, los compañeros de las barriadas y los trabajadores de la salud son conscientes de que serán las principales víctimas si la pandemia se expande, y a pesar de que tengan que salir todos los días a buscar el peso que les permita tirar un día más, toman todos los recaudos que están a su alcance. Pero también está claro que la situación es tan grave, la falta de alimentos es tan extendida, el hostigamiento de las fuerzas represivas tan insoportable y los despidos se suman de a miles, que empujan cada vez más a los compañeros a salir a las calles, a luchar y a organizarse. Por todo esto, este 1° de Mayo, día internacional de lucha de nuestra clase, desde el Partido Guevarista de Argentina y la Juventud del Partido Guevarista volvemos a reafirmar nuestras consignas:
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