12 jul 2007

CONVERGENCIA SOCIALISTA: COMUNICADO SOBRE LA CRISIS ENERGETICA

Que la crisis de la Energía
La paguen las Privatizadas y el Gobierno

Nuevamente, como pasó en mayo, la crisis de los servicios públicos esenciales -como la luz y el gas- puso al país al borde de una catástrofe. Las bajas temperaturas ya provocaron más de 60 muertos, el cierre de gran cantidad de escuelas, cortes programados en miles de empresas, suspensiones y adelantamiento de vacaciones, pérdida de jornales y cortes de los servicios en los barrios populares.
La causa de estas penurias, que sufrimos principalmente los trabajadores y el pueblo pobre de la Argentina, no son ni el frío -que siempre hubo- ni la escasez de recursos naturales -que en este país abundan- sino la política de rapiña capitalista, ejecutada a través de las privatizaciones que destruyeron -entre otras empresas- a Gas del Estado y a Yacimientos Petrolíferos Fiscales.
Es por eso, que antes del festín privatista de los 90 nuestro país contaba con reservas de gas y petróleo para abastecerse durante 35 años; mientras que ahora ¡las reservas solo alcanzan para ocho años! Siempre y cuando se cierren los grifos de las ventas al exterior...
La entrega de Gas del Estado e YPF a las multinacionales provocó un verdadero saqueo de los recursos energéticos, gracias al cual Repsol (por citar un solo ejemplo) acumuló en solo 4 años ganancias superiores a los ¡30 mil millones de dólares!
El enriquecimiento fabuloso de las privatizadas no solo produjo la liquidación de los recursos naturales, sino también el empobrecimiento de los trabajadores y el pueblo en general, ya que las multinacionales -que ocupan muy poco personal- pagan salarios de hambre y no invierten prácticamente nada en investigación y en desarrollo.
Por eso mientras la mayoría de la población carece de gas de red y paga la garrafa seis veces más que el gas domiciliario -obligando a muchos a volver al carbón y la leña- los monopolios solo han invertido en aquellas obras que les aseguran ganar mucho dinero, como el gasoducto que provee de gas a Chile o las instalaciones que llevan el petróleo hacia el puerto para su exportación.
El colapso energético, así como el educativo y el de la salud o el transporte no es más que el resultado de la política económica que aplica Kirchner continuando los planes que impusieron tanto la Dictadura Militar como los sucesivos gobiernos “democráticos” que la sucedieron.
Sin embargo este gobierno no solo sigue ejecutando las viejas políticas, sino que además es uno de los más serviles e hipócritas de la historia, ya que mientras niega la existencia del colapso energético y la inflación, hace todo al servicio de los monopolios, que se llenan de plata a costa del hambre y la explotación de millones de argentinos y la depredación de los recursos.
Por eso Kirchner le paga subsidios millonarios a las mismas patronales que provocan la inflación, como los empresarios del transporte, los frigoríficos, la industria lechera, los molinos harineros o las aceiteras, que aumentan los precios aprovechándose de la escasez y el desabastecimiento, como los molineros, que llevaron el precio de la bolsa de harina de $33.- a $60.- y $70.-
Mientras los funcionarios kirchneristas aumentan su patrimonio cobrando coimas de estas empresas o participando directamente en sus negocios, en el país del trigo, las vacas y el girasol aumentan los precios del pan, la carne y el aceite. Mientras los monopolios petroleros se llenan los bolsillos de plata, en el país del petróleo y del gas los pobres no tenemos ni para calentar el agua del mate.
Mientras los que amasaron sus fortunas a costa de nuestros sacrificios se van de vacaciones de “invierno” a las playas del Caribe, la nieve y el mismo frío ya han terminado con la vida de más de 60 argentinos pobres, que no tenían para calentarse. Mientras tanto, millones sufrimos la reducción de nuestros jornales por la suspensión de turnos de producción debido a la falta de energía o somos obligados a sacrificar nuestras vacaciones para evitar que los empresarios pierdan algo de sus ganancias.
La energía no puede ser un lujo para las mayorías populares y una herramienta al servicio del enriquecimiento de los grandes patrones, debe ser considerada como una cuestión estratégica al servicio del crecimiento y del desarrollo de todo el país, uno de los resortes centrales de la economía; una cuestión de “Estado”.
Por esa razón, la solución a la crisis energética debe comenzar por sacarle las empresas a los patrones que las están depredando, reestatizándolas sin pagarle un solo peso de indemnización, ya que se embolsaron millones y millones de dólares a costa de nuestros sufrimientos.
Pero eso solo no alcanzará para resolver el problema. Para que sean verdaderamente eficientes tienen que estar en manos de los únicos capacitados para hacerlas funcionar y lograr su eficiencia, sus propios trabajadores, que deben contar con los fondos suficientes para que funcionen y se invierta en su reequipamiento. Ese dinero debe provenir del cobro de importantes impuestos a los grandes capitalistas y del desconocimiento de los pagos de la deuda externa.
Con esa enorme cantidad de recursos en manos del Estado y bajo el control de sus trabajadores, el país podrá organizar un Plan Nacional de Emergencia Energética, que garantice el suministro de energía para todos.
La única manera de imponer un plan de esas características es poniendo en marcha un Plan de Lucha, que comience con un Paro Activo Nacional de todas las centrales obreras y los sindicatos del país. Los delegados y activistas obreros tienen que exigir a los dirigentes de todos los sindicatos que convoquen e las asambleas y los plenarios de delegados, para que voten el Paro Activo y el Plan de Lucha.
No podemos esperar que se mueran más chicos y gente humilde por el frío: Mientras le exigen el Plan de Lucha a los dirigentes, los delegados y activistas deben organizar todo tipo de acciones –como paros parciales, cortes de ruta, bloqueos, ocupaciones de empresas y movilizaciones- coordinadas entre los trabajadores, los vecinos de los barrios y los centros de estudiantes para reclamar ¡que la crisis la paguen los que la provocaron!


Fuera los patrones de las empresas de energía
Renacionalización de las privatizadas bajo control de sus trabajadores
Plan de Emergencia Energético, financiado con grandes impuestos a los monopolios Expropiación de todas las empresas que aumentan los precios
No a las suspensiones, vacaciones adelantadas y cambios de turnos.
Salario mínimo vital y móvil equivalente a la canasta familiar de $2800.-
Paro Nacional de la CGT y CTA para imponer estas medidas


CONVERGENCIA SOCIALISTA
10/7/2007

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