La Legislatura porteña acaba de aprobar el remate de los predios de Catalinas Norte. Se trata de quince mil metros cuadrados ubicados en la zona más cara de la Ciudad para construir edificios de hasta cincuenta pisos. De ese modo, se reforzará el “telón” de megatorres que se levantan entre Puerto Madero y la costa ribereña, obstruyendo la más importante entrada de oxígeno con que cuenta la Ciudad. El gobierno de la Ciudad ya imputó a Catalinas un valor, el de ochenta millones de dólares, pero según expertos inmobiliarios, esos terrenos, con una renta ligada a la construcción de ciento cincuenta metros en altura, no valdrían menos de 500 millones de dólares (ver, suplemento “M2”, Página 12 del 5/12/08).
La ley pretende disimular estos propósitos con la provisión de que parte de los recursos de las ventas de tierras sean destinados a la “compra y reparación de escuelas”. De este modo se quiere justificar una venta rápida, en remate y al contado, de los terrenos involucrados. De todos modos, la asignación para escuelas ya se encuentra imputada en el presupuesto 2009. Macri y Kirchner se atacan para las tribunas pero son socios en el negocio inmobiliario. Denunciamos este contubernio financiero y reclamamos el derecho a la Ciudad para los trabajadores, con viviendas, escuelas y hospitales dignos.
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