Con la derrota del gobierno de los Kirchner en la Provincia de Buenos Aires se abre uno de los escenarios temidos por importantes sectores de la clase dominante: una crisis política donde la derrota del gobierno se combina con una oposición nacionalmente incapaz de presentar una alternativa viable, lo que configura en escenario de fragmentación de los partidos de la clase dominante, en el marco de una crisis económica internacional de características históricas. Esta situación significa también un verdadero “tsunami” para la burocracia de la CGT encabezada por Hugo Moyano, que jugó todas sus fichas en apoyo del gobierno. Si bien Unión-PRO gana en Provincia de Buenos Aires, en Capital retrocede casi 7 puntos porcentuales respecto a los votos obtenidos por Macri en la primera vuelta de la elección a Jefe de Gobierno porteño en 2007, y no tiene peso alguno fuera de estos dos distritos. El Acuerdo Cívico y Social queda como la primera minoría opositora a nivel nacional, pero sufre un golpe importante con el tercer puesto en Capital, fundamentalmente en la figura de Elisa Carrió, con una elección mediocre en la Provincia de Buenos Aires, donde no pudo evitar la polarización entre Kirchner y De Narváez. En este espectro quien se fortalece es el vicepresidente Julio Cobos, debido al triunfo aplastante –más de un 20% de diferencia- que obtiene la lista apoyada por el "De La Rúa bis" en Mendoza. En la Ciudad de Buenos Aires la nota saliente ha sido la muy buena elección de la lista de centroizquierda encabezada por Pino Solanas, que sale segunda con casi un 25% de los votos. Dentro del peronismo surge un polo "sojero" con Carlos Reutemann quien, aunque ha ganado por margen muy estrecho la elección de senadores por Santa Fe al candidato socialista Rubén Giustiniani, por lo menos ha quedado en pie para negociar con los gobernadores e intendentes del Gran Buenos Aires algún recambio de derecha desde el Partido Justicialista. En este marco el Frente de Izquierda formado por el PTS, el MAS e Izquierda Socialista obtiene relativamente buenos resultados en varios distritos, fundamentalmente en Provincia de Buenos Aires y Córdoba, las provincias de mayor concentración y tradición de la clase trabajadora del país, donde resultamos quinta fuerza (y primera de la izquierda). A nivel nacional, sumando los votos de los tres distritos donde nos presentamos como Frente con los obtenidos por las listas presentadas con la legalidad del PTS la proyección llega a alrededor de 180.000 votos, mucho más del doble de los 87.000 obtenidos en las presidenciales de 2007. Para la clase trabajadora se trata de aprovechar esta situación de incertidumbre de los de arriba para avanzar en la lucha por sus propias reivindicaciones, para que la crisis la paguen los capitalistas. Se trata también de dar nuevos pasos para recuperar las comisiones internas, cuerpos de delegados y sindicatos, barriendo a la burocracia sindical y de multiplicar esfuerzos por poner en pie un gran partido de la clase trabajadora, una necesidad imperiosa que nos plantea la actual situación para evitar que la experiencia de los trabajadores con el kirchnerismo termine en nuevas variantes directamente patronales o de la centroizquierda promotora de la "humanización" del salvaje capitalismo semicolonial argentino.
Christian Castillo y Myriam Bregman, candidatos a diputados del PTS en el Frente de Izquierda por Capital Federal y Provincia de Buenos Aires respectivamente.
José Montes, ex candidato a presidente por el Frente PTS-MAS-Izquierda Socialista.
29 jun 2009
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