Promesa de miles de trabajos en cooperativas: positivo, pero muy lejos de ser la respuesta adecuada a la pobreza, como pretende el gobierno.
Insistimos con el reclamo de una urgente Asignación Universal por Hijo
y planes masivos de inclusión laboral
Con el mismo cinismo con que el Papa, Biolcatti y el Grupo Clarín hablan de la pobreza, la Presidenta Cristina Fernández volvió a hablar hoy en Cadena Nacional de la injusta distribución de las riqueza. Además, hizo anuncios que merecen ser analizados, valorados o criticados con rigurosidad.
Si efectivamente se crean 100 mil puestos de trabajo, aunque eso abarque a una porción mínima de las familias excluidas y sea por un salario de 1300 pesos que mantendrá precarizados a esos trabajadores y sin poder salir de la pobreza, ese será un paso positivo respecto a lo que el gobierno venía haciendo hasta ahora: mantener los planes sociales en indignos 150 pesos y recortar su llegada a cada vez menos personas.
- El principal argumento que da la Presidenta es que este anuncio es una respuesta “mejor” que la demanda creciente de organizaciones sociales y sindicales por una asignación universal por hijo, ya que ofrece trabajo en lugar de subsidios. ESTE ARGUMENTO CENTRAL ES FALSO. La presidenta prefiere seguir aferrada a la idea de que “la pobreza y el hambre” son problemas focalizados. Entonces, definen políticas focalizadas: algunos proyectos productivos, algunos encargos a los talleres de costura para el Estado, ahora algunos puestos de trabajo en cooperativas. La indigencia, el hambre, la desocupación, la explotación y precarización laboral, fueron barridos debajo de la alfombra durante estos años, en los que el gobierno desperdició un crecimiento económico “a tasas chinas” según sus propias definiciones, sin generar un proceso redistributivo que destinara los recursos necesarios para paliar las necesidades populares. Por eso, ahora que vuelven a soplar vientos de crisis la pobreza y la indigencia ahí están, y todo indica que deberemos retomar los piquetes y las protestas si quienes gobiernan siguen empeñados en negarlo. Esta realidad tiene alcances y dimensiones masivas, esto es lo que la Presidenta niega. Niega la necesidad urgente de que todos los pibes de hogares pobres tengan garantizada la alimentación y la educación (esto sólo se logra en el corto plazo con una Asignación Universal por Hijo).
Propone, en cambio, 100 mil hipotéticos trabajos que, tomando los datos de desocupación del INDEC no alcanzarían ni siquiera para dar respuesta a la población desocupada de las provincias del Noroeste (en donde según el Instituto de Estadísticas hay más de cien mil desocupados).
Si tomamos datos estadísticos de la CTA se indica que hay más de 10 millones de personas en la precariedad laboral, por lo que el anuncio de la Presidente, que se propagandiza como “una mejor respuesta al pedido de asignación universal por hijo,,,” ¡sólo abarcaría al 1,2% de los hogares en situación de indigencia y pobreza!
- Entonces, ¡por supuesto que la generación de trabajo es mejor que un subsidio! Pero si nos paramos en la realidad social de nuestro país hoy, que la Presidenta se empeña en desconocer, rápidamente veremos que ambas herramientas (ingreso a la niñez y generación de trabajo) no se contraponen, sino que por el contrario, es imprescindible que se complementen: sobre un plan universal de inclusión social, como requisito elemental que garantice la alimentación y la educación, se deberán impulsar políticas de empleo activas. Aclarado esto, señalada esta falencia estructural de las políticas sociales K, corresponde poner en cuestionamiento también lo que mencionamos al principio: 1300 pesos (que es lo que cobran los cooperativistas en el plan bonaerense que ya está en ejecución) ni siquiera llega a la mitad de lo que el Estado debería pagar como salario digno igual a una canasta familiar.
- Cabe señalar, además una dificultad que de entrada se tornará un problema central: ¿a cuáles 100 mil personas de los 2 millones de desocupados se va a incorporar en estas cooperativas? Sólo 2 de cada 100 desocupados podrán ingresar, si el plan anunciado se concreta, a ese puesto de trabajo precarizado. ¿y el resto? Esta es otra limitación de las políticas “focalizadas” del Gobierno, que niega la situación de necesidad extendida y masiva. Y esto, además de ser insuficiente, realimenta el manejo clientelar de la asistencia social. Ya están recrudeciendo en los municipios bonaerenses las denuncias a los intendentes que sólo incorporaron en las primeras tandas a punteros del partido de gobierno (Alte. Brown, Pte. Perón), ya hubo fuertes conflictos que desencadenaron la toma de municipios por parte de los desocupados (Berisso). El gobierno debería reconocer que esta combinación de políticas sociales insuficientes y manejo clientelar de los pocos recursos destinados es lo que erosionó su legitimidad en los sectores humildes y lo llevó a una derrota electoral en la provincia de Buenos Aires. Como organizaciones barriales que luchamos por trabajo y dignidad, estaremos en la primera fila de las luchas por ampliar, democratizar y dignificar estas políticas erradas que propone el gobierno.
Por último, la presidenta insistió en la dificultad para implementar la Asignación Familiar por Hijo ya que si la asignación fuera de 250 pesos, dijo, el Estado necesitaría 15.600 millones de pesos. Nos preguntamos, ¿cuántas veces esta suma fue destinada en el último año en subsidios a las patronales empresarias y agropecuarias? Por eso, el problema no es el dinero, sino los intereses para los que objetivamente gobierna este gobierno, que a las claras no son los intereses de los más humildes. Sabemos que no es un problema de números: hay que forjar la fuerza social organizada para sostener políticas de cambio. También en eso el gobierno jugó todos estos años a dividir y debilitar al movimiento popular, dividiendo falsamente con el argumento, de cara a los sectores populares, de que “quienes no están conmigo están contra mí”. Si el kirchnerismo agotó su ciclo histórico, tocará ahora construir una verdadera alternativa popular de transformación, con menos discursos altisonantes pero con más vocación de organización popular y lucha por el cambio social.
Frente Popular Darío Santillán
PD1: El gobierno sigue errando las respuestas, porque se niega a escuchar las propuestas de quienes somos parte del tejido social al que apuntan sus “políticas sociales”. Más allá de la maniquea utilización mediática del tema, la pobreza y el hambre son la realidad que nos circunda y nos afecta día a día. Contra esa situación y contra los responsables de esa situación luchamos. Por el anhelo de que todo el pueblo pueda vivir con dignidad lucharon valiosos compañeros como Darío, Maxi y tantos más dieron sus vidas. Por eso, y porque varios de nuestros compañeros y compañeras están trabajando ya con notorias dificultades en las primeras cooperativas en algunos municipios bonaerenses, creemos tener la autoridad necesaria para señalar lo aquí dicho.
PD2: Los anuncios fueron contundentes, aún así, nos permitimos desconfiar: en todos estos años escuchamos anuncios propagandísticos sobre la garrafa social o la tarifa social para servicios públicos, que después no existieron más allá de discursos y la difusión en medios oficialistas obsecuentes; vimos anunciar planes de vivienda o planes alimentarios (Plan Familia) que después sólo llegaron a los intendentes o referentes barriales amigos de la Ministra Alicia Kirchner; hemos ido al Ministerio y movilizado en todo el país para ver en qué se reflejarían los anuncios de incremento de partidas sociales, y nos encontramos con que todo seguía igual… Esto nos viene sucediendo a las organizaciones sociales independientes de la lógica clientelar que propone el gobierno; más ajenos aún a estas “políticas sociales” son las millones de familias que, sin organización, no ven ninguna mejora en su situación de falta de trabajo, pobreza o indigencia ni ven que el gobierno llegue de ninguna forma a atender su necesidad.
PD3: Los trabajadores desalojados de la Cooperativa Textil Quilmes que habían recuperado la fábrica y ahora están reprimidos y en la calle, según el gobierno, ¿deberán buscar un puntero que los presente para las cooperativas de Alicia Kirchner? Los trabajadores cartoneros, estudiantes y trabajadores de la cultura del Centro Cultural Almagro, también desalojados violentamente y procesados por luchar por el trabajo y la cultura, ¿deberán ir a ver si el jefe de gobierno Macri los pone a barrer plazas en vez de desarrollar sus trabajos autogestivos? ¡Basta de represión! Reconocimiento inmediato de las empresas recuperadas por sus trabajadores y de los movimientos y organizaciones sociales independientes del Estado.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario