Comunicado de La Alameda y Que no se Repita
Levy, Vengrover, policías e inspectores:
CON LAS MANOS EN LA MASA
Delante de varios vecinos se desarrolló la cita para la impunidad que fue este martes 8 en el bar La Toja, que se ubica en avenida Rivadavia y La Rioja. Desde las 14 a 15.15 se reunieron Maximiliano Ramírez, Jorge Samoros -dos gerenciadores del prostíbulo-, funcionarios del Gobierno porteño y policías de la Comisaria 7ª. Allí pactaron el cambio de titularidad del prostíbulo Quatro Cat’s (Rivadavia 3009), el levantamiento de clausura ordenado por la juez María Romilda Servini de Cubría y la próxima habilitación en otro rubro, un bar, para que en unos meses convertirlo nuevamente en prostíbulo. Quatro Cat’s fue escrachado en diciembre por La Alameda y los familiares de las víctimas de Cromañón más los vecinos luego de comprobar la reducción a la servidumbre de una mujer peruana. Esa denuncia fue acompañada por la Defensoría del Pueblo porteña.
Rafael Levy y Raúl Vengrover, los dueños del incendiado boliche República Cromañón y de la media manzana más importante de Once, continúan impunes y desarrollando otros los negocios ilegales.
En esa reunión hubo cruce de cheques, mientras que en otra mesa el gerenciador del Hotel Leblón (Rivadavia 3011), Roberto Casal del Rey (socio de Andrés Losada) también repartía cheques a otros inspectores y policías de la 7ª, con el fin de levantar la clausura de dicho hotel –que los fines de semana igual sigue en actividad- que fuera denunciado por ser en realidad sitio para concretar la explotación sexual de las mujeres dominicanas ubicadas en la Plaza Miserere. En ese hotel encontraron ayer un muerto.
El poder de Levy-Vengrover para la trata de personas y reducción a la servidumbre que fuera denunciada y comprobada en el prostíbulo Quatro Cat’s incluye también a la saladita Textirama (Rivadavia 3013 a 3029) pronta a inaugurar gracias a que cuenta la empresa off-shore National Uranums Corporation. Allí vivieron cinco albañiles paraguayos indocumentados que solo podían salir en épocas de fiestas. Todo esto denunciando en distintas áreas de gobierno. Sin que tomarán intervención.
Los padres de las víctimas de Cromañón y La Alameda van a perseguir a estos delincuentes allí donde se encuentren hasta llevarlos a prisión. Afortunadamente ya hay muchos ojos honestos en el barrio de once siguiéndoles sus pasos y sus andanzas con funcionarios políticos y policiales corruptos. Todo esto será notificado a la jueza Servini y más temprano que tarde habrá justicia.
Hace casi cinco años, nada hicimos y en el mismo lugar se produjo Cromañon. Hace mas de quince años, tampoco nada hicimos y se produjo Kheyvis. Ya basta.
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