Cristina se parece cada vez más a Alicia, pero no precisamente a su cuñada, sino a la del país de las maravillas. Sus últimos anuncios sobre la baja de la desocupación nos hacen pensar que, en caso de que no esté mintiendo, decididamente vive en otro país. Lo que percibimos en la calle y en nuestros propios trabajos se contrapone con las noticias que leemos: nos dicen exactamente lo contrario sobre lo que vivimos a diario. A pesar de los anuncios de una suba en la producción automotriz, se reconoce que esta suba no tiene como correlato un aumento del empleo, sino la súper explotación de los obreros empleados previamente (1); los frigoríficos están cerrando en masa o despidiendo a sus obreros, dejándolos en la calle (2); los despidos aumentan por doquier en casi todas las ramas de la producción. Es una tendencia mundial que las fantasías presidenciales pueden esconder estadísticamente, pero no evitar.
Cada vez está más claro el carácter de clase del estado: el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, nos "clarifica" cualquier confusión: el estado responde a los intereses de la burguesía. Así, el jugador de primera línea de la presidente autorizó la suba de los precios en los alimentos, poniendo como excusa el aumento de sueldo ganado por los trabajadores (3). También debemos atenernos a un nuevo aumento de gas y luz (4), y así nuevamente vemos cómo no solamente el estado continúa subsidiando a estas empresas, sino que además les permite seguir aumentando las tarifas. Nuevamente el costo lo pagamos nosotros.
No debemos dejarnos distraer por las medidas más discursivas que contundentes del gobierno burgués, tales como los últimos anuncios como la Ley Contra la Violencia de Género (5) o el aumento miserable de las jubilaciones y de la asignación por hijo (6). Nos preguntamos si la presidenta realmente cree que un jubilado puede pagar los impuestos, comprar los remedios y los alimentos con $1046 o si cree que los hijos de los que menos tienen pueden vivir con $220 por mes… Estas medidas -y varias otras que seguramente vendrán- no están hechas por vocación democrática ni nada que se le parezca. Si las medidas nos benefician, debemos tomarlas y recordar que las conquistas obtenidas son fruto de nuestras luchas.
Por otra parte, el "campo" y el gobierno van dejando atrás viejos rencores de la histórica "pelea a muerte" que los enfrentó en 2008. Recientemente se anunció desde el gobierno la casi eliminación de retenciones en maíz, trigo y girasol y el comienzo de bajas en los impuestos a la exportación de soja (7). No nos sorprende la medida. Lo nacional y popular va quedando cada vez más relegado a los actos conmemorativos de las fechas de históricas luchas populares.
Lo del aumento a los jubilados (8) es una vil maniobra para desactivar un conflicto que puso la oposición oportunista en la agenda mediática sobre los reclamos históricos de los trabajadores. Con el falso argumento de que "no hay plata", les dan a nuestros viejos, luego de años de esfuerzo y aportes, unas míseras migajas que no alcanzan ni siquiera para cubrir la inflación de los últimos meses.
Por último y como corolario de tanta impostura, nos preguntamos acerca de la política exterior de este gobierno. Luego del obsceno acercamiento a Obama con todo lo que ello conlleva, estamos más alertas que nunca… ¿De qué habrá hablado realmente el matrimonio presidencial al entrevistarse con Santos, durante una gira por los países "progres" de Latinoamérica como Chile, Panamá, Perú y México (9)? Lo del rol mediador de Néstor, en su calidad de presidente del circo de la Unasur, para bajar la tensión entre Colombia y Venezuela no convence a nadie. Más tarde, Cristina estuvo más explícita al declarar que "hay que identificar bien a los aliados no sólo en lo económico, sino en lo político", luego de reunirse con el presidente de Kuwait, de nombre irreproducible y prontuario inconfesable, y firmar una serie de acuerdos económicos y políticos (10)... ¡Una joyita las relaciones internacionales del estado argentino! Taiana debe estar agarrándose la cabeza al ver el cambio notable en la política exterior del país.
Debemos tomar conciencia del camino que está tomando el gobierno argentino. Ya no son solamente las medidas impopulares que desde un principio tomó hacia dentro. Ahora se suma un peligroso alineamiento al imperialismo que pretende desatar una contienda mundial para resolver su crisis. Nuestra tarea es organizarnos para resistir y detener las tendencias que se vislumbran.
PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LOS TRABAJADORES
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