2) Desde el punto de vista del contenido, fue una movida reaccionaria, políticamente hablando. No se reclamó por mejores salarios, por controles de precios a los monopolios, por reestatizar el subte y la generación eléctrica, por cárcel a Blaquier, por la ley de medios, por la solidaridad con los palestinos, etc. Sus consignas sobre seguridad y corrupción son un refrito de la mierda blumbergista de 2004.
3) Creo que el gobierno ofrece flancos al crecimiento de la oposición derechosa, cuando no controla la inflación mediante un control estatal y popular de precios. O cuando cobra impuestos a las ganancias a sectores de trabajadores cada vez más numeros
os. Estas cosas deberían corregirse. El gobierno actúa mal en estos y otros asuntos, en el marco de que por supuesto, debe aclararse que estos caceroleros de Recoleta lo cuestionan por sus aspectos positivos y no por estos límites. Pero igual, esos límites hay que superarlos y el gobierno no lo hace.
4) El error principal del gobierno es político: no moviliza al pueblo, que es mayoría, en apoyo de las cosas positivas hechas y con el compromiso de rectificar las que no están hechas o están mal hechas. Parece creer que con el 54 por ciento de los votos alcanza, que con el quórum en ambas cámaras y con las leyes que se aprueban es suficiente. Y ese es un error grueso. Hay que movilizar a las masas populares, con un programa avanzado y puntos muy concretos, para ganar la calle. Dejar las calles en manos de la derecha, promonopolios y proimperialista, es suicida, acá, en Asunción del Paraguay, en Tegucigalpa y en cualquier otro lado.
Para movilizar al pueblo, por supuesto, hay que autocriticar las medidas negativas del gobierno y anularlas, caso de la ley de reforma a las ART. Por ahora la presidenta no cambia en ninguno de esos dos aspectos: ni rectifica esas malas políticas y leyes, y no convoca a la movilización.
Nosotros, que no somos parte de "Unidos y organizados", tenemos la independencia política para decirlo con todas las letras.
4) El error principal del gobierno es político: no moviliza al pueblo, que es mayoría, en apoyo de las cosas positivas hechas y con el compromiso de rectificar las que no están hechas o están mal hechas. Parece creer que con el 54 por ciento de los votos alcanza, que con el quórum en ambas cámaras y con las leyes que se aprueban es suficiente. Y ese es un error grueso. Hay que movilizar a las masas populares, con un programa avanzado y puntos muy concretos, para ganar la calle. Dejar las calles en manos de la derecha, promonopolios y proimperialista, es suicida, acá, en Asunción del Paraguay, en Tegucigalpa y en cualquier otro lado.
Para movilizar al pueblo, por supuesto, hay que autocriticar las medidas negativas del gobierno y anularlas, caso de la ley de reforma a las ART. Por ahora la presidenta no cambia en ninguno de esos dos aspectos: ni rectifica esas malas políticas y leyes, y no convoca a la movilización.
Nosotros, que no somos parte de "Unidos y organizados", tenemos la independencia política para decirlo con todas las letras.
SERGIO ORTIZ
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