4 de agosto en Porto Alegre
Para derrotar a Dilma y su política de Ajuste, Saqueo y Explotación
Transformemos la jornada del 30 de agosto en una Huelga General
La política antiobrera y antipopular de Dilma - continuando la tarea realizada por Lula - es similar a la que aplican todos los gobiernos latinoamericanos, tanto aquellos que se dicen progresistas - como Evo, Maduro, Correa, Cristina o Mujica - como los más descarados de derecha, tipo Santos o Piñera.
Es que los verdaderos dueños del poder, los que les dan las órdenes a todos ellos, son los imperialistas - principalmente yankys- quienes, debido a las crisis capitalista brutal que cruza al conjunto del planeta, impulsan la aplicación de durísimos planes de Ajuste, Saqueo y Explotación para todos los países del mundo.
De esa manera están jugándose, como siempre, a que los platos rotos de la crisis que ellos provocaron los terminen pagando los trabajadores y los pueblos. Sin embargo las masas han salido a responder protagonizando verdaderas insurrecciones y revoluciones, como las que están sucediendo en Grecia, Bulgaria, Egipto o Turquía.
A pesar de todos los que se cansaron de repetir que era una país distinto que "crecía", Brasil comenzó a sintonizar la frecuencia del resto del mundo en lucha, siguiendo el camino de los jóvenes turcos o los trabajadores y el pueblo egipcio, mediante manifestaciones multitudinarias que están poniendo en jaque al gobierno de Dilma.
Desde la Corriente Revolucionaria Internacional, integrada por Convergencia Socialista y el Movimiento Revolucionario Socialista, saludamos y apoyamos este proceso revolucionario abierto en el gran país continente y llamamos a los trabajadores a transformarse en el sujeto activo y decisivo de las próximas luchas.
Los revolucionarios socialistas estamos convencidos de que debe ser la clase trabajadora quien - con sus propios métodos, organizaciones y un programa revolucionario- se ponga al frente de los estudiantes y demás sectores pobres y oprimidos que pelean contra la política antiobrera y antipopular del gobierno de Dilma.
Para avanzar en ese sentido hay que construir una poderosa Huelga General, aprovechando todas y cada una de las oportunidades para avanzar en esa dirección, por ejemplo la limitada y jornada de "unificación de las luchas" que han convocado las distintas centrales sindicales para el próximo 30 de agosto.
Desde la CRI llamamos a los trabajadores brasileros a realizar asambleas de base para cambiarle el contenido, transformando la jornada en una Huelga General Activa, garantizada mediante piquetes que paralicen el conjunto de la producción, el transporte y los servicios.
En las asambleas obreras los militantes de la Corriente Revolucionaria Internacional les diremos a las bases que ¡No habrá ninguna posibilidad de imponer todos nuestros reclamos salariales y reivindicativos sin DERROTAR al gobierno de Dilma y a toda su política de Ajuste, Saqueo y Explotación.
¡Que es necesario imponer un Plan Obrero Alternativo, que comience por frenar la entrega de los recursos al imperialismo y por nacionalizar (bajo control obrero) a todas las grandes empresas y extensiones de tierra, de manera de hacerlas funcionar al servicio de las masas empobrecidas del Brasil!
Este plan, que debe incluir el desconocimiento de los pagos de la deuda externa y la aplicación de grandes impuestos a las grandes empresas, solamente podrá ser aplicado mediante el gobierno de los únicos interesados en que se cumpla: los trabajadores y los sectores más pobres de la población, asentados en sus organismos democráticos de lucha.
Desde la CRI convocamosa todas las organizaciones de izquierda y combativas del resto del continente a marchar el 30 de agosto hacia las embajadas del Brasil en cada uno de los paises, de manera de solidarizarse activamente con la jornada nacional de lucha del 30 y apoyar el reclamo de la Huelga General.
¡Si ganan los trabajadores y el pueblo brasileros, se debilitarán los gobiernos que aplican sus mismas recetas y el imperialismo que las ordena!
Adjuntamos la propuesta de resolución presentada por los compañeros del MRS junto con otros sectores en la reunión de Coordinación General del CSP Conlutas (central sindical dirigida por el PSTu) la semana anterior a la Jornada de Lucha del 11 de julio.
En la misma nuestros camaradas propusieron la política de transformar a esa pelea limitada en una huelga general, de manera similar a lo que proponemos para el 30 de agosto.
Es importante remarcar que la mayoría del Conlutas, o sea los dirigentes del PSTu, se opusieron a esta moción, aceptando la limitación impuesta por las burocracias de las demás centrales obreras, que pretenden montarse en la movilización, no para extenderla y derrotar los planes de Dilma, sino para contener la combatividad de las masas y llevarlas al callejón sin salida de la democracia capitalista.
Otros sectores minoritarios, como la LerQui (PTS de la Argentina), que estuvieron en esa reunión, se abstuvieron, sin proponer ninguna moción alternativa, yendo, de esa manera, a la cola del PSTu y los pelegos de las centrales sindicales.
Resolución propuesta en el CSP Conlutas:
Las manifestaciones de millones en las calles de todo Brasil, con la victoria parcial de la lucha por la reducción de los pasajes y la caida de los proyectos reaccionarios en vías de aprobación, entierra aquella caracterización que planteaba la tesis de que vivíamos una situación de “reflujo de las luchas” en Brasil y que Dilma estaba “blindada” debido a su índice de aprobación. Las masas hicieron en las calles lo que ninguna central o partido electoralista fue capaz de hacer: luchando contra el gobierno y las instituciones del régimen profundizando la relación de fuerzas favorable a los trabajadores y modificando completamente los pronósticos de la lucha de clases de aquí en aelante.
En ese sentido, los sindicatos y las centrales, en su mayoría carneros y oportunistas fueron golpeados por las masas que hicieron lo que ellos nunca estuvieron dispuestos a realizar. Mientras la mayoría de las entidades sindicales se rendían sin luchar, entregando derechos, rebajando salarios y permitiendo despidos, las masas se ubicaron al frente y ala izquierda de estas organizaciones, impulsando una lucha radicalizada por amplias reivindicaciones y contra el gobierno.
Sin embargo, la ausencia, apatía y conservadurismo del movimiento sindical, incluso de los sectores más “izquierdistas”, cobró su precio con la ausencia absoluta de banderas como la reducción de la jornada de trabajo, la reestatización de las empresas o el aumento generalizado de salarios para recuperar lo perdido por la inflación.
Igualmente sucede en este momento, que se marcó para el día 11 de julio un dia de luchas, las centrales están atrás y a la derecha de las masas, negándose a impulsar una Huelga General. Por esta razón la CSP-Conlutas aprueba:
Convocar el día 11 de julio a una Huelga General para derrotar a Dilma y sus ataques y por el conjunto de las reivindicaciones de los trabajadores. Eso significa denunciar a las demás centrales obreras por hacer de ese día un carnaval en apoyo a la ridícula propuesta de plesbicito para la reforma política.
Exigirle a los sinicatos que realicen asambleas de base en todos los sectores para que sea la base quien decida la amplitud y el carácter del 11 de julio, impulsando que se transforme en una Huelga General. De la misma manera el CSP-Conlutas promueve que sus entidades afiliadas convoquen a asambleas con el mismo propósito y que en estas defiendan la resolución de una Huelga General.
Esta campaña debe ser realizada también ampliamente, con spots pagos en la televisión, radio y diarios, además del uso intensivo de los medios de los trabajadores y la confección de stickers y volantes con las principales exigencias y un título: Todos a la Huelga General del 11 de Julio.
Esta pelea por la Huelga General debe contemplar la organización de piquetes en los garages de los ómnibus, el bloqueo de las entradas, las rutas y las avenidas, con piquetes y actos en todas las ciudades en que haya entidades o militancia del CSP-Conlutas.
Para derrotar a Dilma y su política de Ajuste, Saqueo y Explotación
Transformemos la jornada del 30 de agosto en una Huelga General
La política antiobrera y antipopular de Dilma - continuando la tarea realizada por Lula - es similar a la que aplican todos los gobiernos latinoamericanos, tanto aquellos que se dicen progresistas - como Evo, Maduro, Correa, Cristina o Mujica - como los más descarados de derecha, tipo Santos o Piñera.
Es que los verdaderos dueños del poder, los que les dan las órdenes a todos ellos, son los imperialistas - principalmente yankys- quienes, debido a las crisis capitalista brutal que cruza al conjunto del planeta, impulsan la aplicación de durísimos planes de Ajuste, Saqueo y Explotación para todos los países del mundo.
De esa manera están jugándose, como siempre, a que los platos rotos de la crisis que ellos provocaron los terminen pagando los trabajadores y los pueblos. Sin embargo las masas han salido a responder protagonizando verdaderas insurrecciones y revoluciones, como las que están sucediendo en Grecia, Bulgaria, Egipto o Turquía.
A pesar de todos los que se cansaron de repetir que era una país distinto que "crecía", Brasil comenzó a sintonizar la frecuencia del resto del mundo en lucha, siguiendo el camino de los jóvenes turcos o los trabajadores y el pueblo egipcio, mediante manifestaciones multitudinarias que están poniendo en jaque al gobierno de Dilma.
Desde la Corriente Revolucionaria Internacional, integrada por Convergencia Socialista y el Movimiento Revolucionario Socialista, saludamos y apoyamos este proceso revolucionario abierto en el gran país continente y llamamos a los trabajadores a transformarse en el sujeto activo y decisivo de las próximas luchas.
Los revolucionarios socialistas estamos convencidos de que debe ser la clase trabajadora quien - con sus propios métodos, organizaciones y un programa revolucionario- se ponga al frente de los estudiantes y demás sectores pobres y oprimidos que pelean contra la política antiobrera y antipopular del gobierno de Dilma.
Para avanzar en ese sentido hay que construir una poderosa Huelga General, aprovechando todas y cada una de las oportunidades para avanzar en esa dirección, por ejemplo la limitada y jornada de "unificación de las luchas" que han convocado las distintas centrales sindicales para el próximo 30 de agosto.
Desde la CRI llamamos a los trabajadores brasileros a realizar asambleas de base para cambiarle el contenido, transformando la jornada en una Huelga General Activa, garantizada mediante piquetes que paralicen el conjunto de la producción, el transporte y los servicios.
En las asambleas obreras los militantes de la Corriente Revolucionaria Internacional les diremos a las bases que ¡No habrá ninguna posibilidad de imponer todos nuestros reclamos salariales y reivindicativos sin DERROTAR al gobierno de Dilma y a toda su política de Ajuste, Saqueo y Explotación.
¡Que es necesario imponer un Plan Obrero Alternativo, que comience por frenar la entrega de los recursos al imperialismo y por nacionalizar (bajo control obrero) a todas las grandes empresas y extensiones de tierra, de manera de hacerlas funcionar al servicio de las masas empobrecidas del Brasil!
Este plan, que debe incluir el desconocimiento de los pagos de la deuda externa y la aplicación de grandes impuestos a las grandes empresas, solamente podrá ser aplicado mediante el gobierno de los únicos interesados en que se cumpla: los trabajadores y los sectores más pobres de la población, asentados en sus organismos democráticos de lucha.
Desde la CRI convocamosa todas las organizaciones de izquierda y combativas del resto del continente a marchar el 30 de agosto hacia las embajadas del Brasil en cada uno de los paises, de manera de solidarizarse activamente con la jornada nacional de lucha del 30 y apoyar el reclamo de la Huelga General.
¡Si ganan los trabajadores y el pueblo brasileros, se debilitarán los gobiernos que aplican sus mismas recetas y el imperialismo que las ordena!
Adjuntamos la propuesta de resolución presentada por los compañeros del MRS junto con otros sectores en la reunión de Coordinación General del CSP Conlutas (central sindical dirigida por el PSTu) la semana anterior a la Jornada de Lucha del 11 de julio.
En la misma nuestros camaradas propusieron la política de transformar a esa pelea limitada en una huelga general, de manera similar a lo que proponemos para el 30 de agosto.
Es importante remarcar que la mayoría del Conlutas, o sea los dirigentes del PSTu, se opusieron a esta moción, aceptando la limitación impuesta por las burocracias de las demás centrales obreras, que pretenden montarse en la movilización, no para extenderla y derrotar los planes de Dilma, sino para contener la combatividad de las masas y llevarlas al callejón sin salida de la democracia capitalista.
Otros sectores minoritarios, como la LerQui (PTS de la Argentina), que estuvieron en esa reunión, se abstuvieron, sin proponer ninguna moción alternativa, yendo, de esa manera, a la cola del PSTu y los pelegos de las centrales sindicales.
Resolución propuesta en el CSP Conlutas:
Las manifestaciones de millones en las calles de todo Brasil, con la victoria parcial de la lucha por la reducción de los pasajes y la caida de los proyectos reaccionarios en vías de aprobación, entierra aquella caracterización que planteaba la tesis de que vivíamos una situación de “reflujo de las luchas” en Brasil y que Dilma estaba “blindada” debido a su índice de aprobación. Las masas hicieron en las calles lo que ninguna central o partido electoralista fue capaz de hacer: luchando contra el gobierno y las instituciones del régimen profundizando la relación de fuerzas favorable a los trabajadores y modificando completamente los pronósticos de la lucha de clases de aquí en aelante.
En ese sentido, los sindicatos y las centrales, en su mayoría carneros y oportunistas fueron golpeados por las masas que hicieron lo que ellos nunca estuvieron dispuestos a realizar. Mientras la mayoría de las entidades sindicales se rendían sin luchar, entregando derechos, rebajando salarios y permitiendo despidos, las masas se ubicaron al frente y ala izquierda de estas organizaciones, impulsando una lucha radicalizada por amplias reivindicaciones y contra el gobierno.
Sin embargo, la ausencia, apatía y conservadurismo del movimiento sindical, incluso de los sectores más “izquierdistas”, cobró su precio con la ausencia absoluta de banderas como la reducción de la jornada de trabajo, la reestatización de las empresas o el aumento generalizado de salarios para recuperar lo perdido por la inflación.
Igualmente sucede en este momento, que se marcó para el día 11 de julio un dia de luchas, las centrales están atrás y a la derecha de las masas, negándose a impulsar una Huelga General. Por esta razón la CSP-Conlutas aprueba:
Convocar el día 11 de julio a una Huelga General para derrotar a Dilma y sus ataques y por el conjunto de las reivindicaciones de los trabajadores. Eso significa denunciar a las demás centrales obreras por hacer de ese día un carnaval en apoyo a la ridícula propuesta de plesbicito para la reforma política.
Exigirle a los sinicatos que realicen asambleas de base en todos los sectores para que sea la base quien decida la amplitud y el carácter del 11 de julio, impulsando que se transforme en una Huelga General. De la misma manera el CSP-Conlutas promueve que sus entidades afiliadas convoquen a asambleas con el mismo propósito y que en estas defiendan la resolución de una Huelga General.
Esta campaña debe ser realizada también ampliamente, con spots pagos en la televisión, radio y diarios, además del uso intensivo de los medios de los trabajadores y la confección de stickers y volantes con las principales exigencias y un título: Todos a la Huelga General del 11 de Julio.
Esta pelea por la Huelga General debe contemplar la organización de piquetes en los garages de los ómnibus, el bloqueo de las entradas, las rutas y las avenidas, con piquetes y actos en todas las ciudades en que haya entidades o militancia del CSP-Conlutas.
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