viernes, 1 de noviembre de 2013
BALANCE DE LA TPR - ELECCIONES LEGISLATIVAS - OCTUBRE 2013
BALANCE DE LA TPR - ELECCIONES LEGISLATIVAS - OCTUBRE 2013
4 diputados nacionales. 6 diputados provinciales. 1 senador provincial. 1.200.000 votos en todo el país
El Frente de Izquierda entró al Congreso
- Que las bancas del FIT funcionen con asambleas abiertas y regulares
- Por un candidato del FIT para la presidencia de diputados
Juan Marino,
por el Comité Central de la Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR)
El Frente de Izquierda entró al Congreso de la Nación. Ha conquistado 4 diputados nacionales, a los que se suman 6 diputados provinciales y 1 senadora provincial. Ha alcanzado 1.200.000 votos en todo el país. Los diputados nacionales del FIT son Pablo López por Salta (PO - 19,11%), que alcanzó el segundo puesto a nivel provincial y ganó la elección en Salta Capital con 28,39%; Néstor Pitrola por Provincia de Buenos Aires (PO - 5,04%); Nicolás del Caño por Mendoza (PTS - 14,03%); y Liliana Olivero por Córdoba (Izquierda Socialista - 7,48%). Han ingresado además 1 legislador en Capital Federal, 1 legislador en Provincia de Buenos Aires, 1 legisladora en Santiago del Estero, 3 legisladores en Mendoza, y 1 senadora provincial en Mendoza. Estos parlamentarios se suman a las diputaciones local que el Frente de Izquierda ya posee en Salta, Neuquén y Córdoba, sumando por lo tanto 7 provincias en las que las fuerzas del FIT tienen legisladores provinciales. En otras provincias, el FIT también logró importantes resultados: Jujuy, 7,19%; Chaco, 4,48%; Formosa, 3,58%; Santa Cruz, 11,14%; Neuquén, 9,91%; Río Negro, 8,58%; Capital Federal, 5,65%. La elección, como ya sucedió en las PASO, ratificó al FIT como 4° nacional y muestra que puede ser alternativa en todo el país.
Esto plantea una conclusión de orden general: en dos años, el Frente de Izquierda pasó de medio millón de votos a casi un millón y medio (un crecimiento del 200 por ciento) y, en esos mismos dos años, el kirchnerismo perdió más de cuatro millones de votos. En pocas palabras, como demuestra nuestra militancia cotidiana, más del 25% de votos que perdieron los K se sumaron al Frente de Izquierda. Este solo elemento ya es un fuerte indicador del carácter prerrevolucionario de la situación política argentina.
Si es correcto como considera Trotsky que “la conciencia de la propia fuerza es el elemento más importante de fuerza real“ el resultado electoral del Frente de Izquierda significa un poderoso empoderamiento para la clase obrera argentina. Ya no se trata de una división por arriba y la expresión anómica de la rebelión popular sino que esa tendencia a la insurgencia popular ha encontrado una expresión política independiente con un creciente apoyo de masas.
Contra el cretinismo anti-parlamentario que prima en buena parte de la izquierda que se reclama revolucionaria a nivel mundial, el propio Engels ya dijo hace 140 años que “el día en que el termómetro del sufragio universal marque para los trabajadores el punto de ebullición, ellos sabrán lo mismo que los capitalistas, qué deben hacer”. O, como dijera, más cerca en el tiempo, el actual diputado por el FIT Néstor Pitrola, “la votación al Frente de Izquierda fue un Argentinazo en las urnas”. Esa es la razón por la cual quienes luchamos por un segundo Argentinazo contra Cristina, la derecha y el FAP llamamos a votar por el FIT en estas elecciones. La histórica elección del Frente de Izquierda constituye, sin lugar a dudas, un elemento constitutivo fundamental del desarrollo de la situación prerrevolucionaria en Argentina y América Latina.
En este sentido, es importante destacar que ya no se trata, como en agosto, de disputar la intendencia en Colonia Santa Rosa. En sólo dos meses la situación política avanzó y con el 19% de los votos el PO quedó a sólo 1% de ser la primera fuerza política de Salta. El Partido Obrero tiene la posibilidad cierta, por lo tanto, de ganar las elecciones provinciales en 2015 y constituirse en el gobierno de Salta. #SaltaLaTroska, como lo han denominado las redes sociales, muestra la vigencia y la posibilidad concreta de que la izquierda argentina pase a ser gobierno en 1 de las 24 provincias de la Argentina. Se trata de la actualidad de la lucha por un gobierno de los trabajadores y la continuidad con el ciclo histórico abierto por la revolución rusa. Un ejemplo alternativo que se levanta soberbio contra el frentepopulismo de Syriza en Grecia y del cual deberían tomar nota los trabajadores de todo el país y de todo el mundo. Contra la bancarrota del capital, la salida es por izquierda.
LA TPR Y LA COORDINADORA EN DEFENSA DEL FIT VOLANTEAMOS, AFICHAMOS Y FISCALIZAMOS EN 5 DISTRITOS Y COLABORAMOS A LUCHAR CONTRA EL FRAUDE EN CÓRDOBA
Como Tendencia Piquetera Revolucionaria y Coordinadora en defensa del Frente de Izquierda contribuimos a esta enorme elección militando el voto al FIT en Capital Federal, Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Chaco y Rosario. En plena huelga de hambre por el pase a planta, los piqueteros de Chaco repartieron masivamente volantes llamando a votar a la lista del Partido Obrero, que quedó al borde de meter a Aurelio Díaz en la legislatura provincial. Como Coordinadora, inmediatamente después de las PASO sacamos un afiche destacando que el FIT se instaló como 4° fuerza nacional y que el desafío era ir por más de 1 millón de votos y por diputados de izquierda en todo el país. Durante los comicios, los militantes de la TPR fiscalizamos más de 100 mesas en Buenos Aires y decenas en Córdoba. En dicha provincia, fuimos los primeros en advertir, a primera hora, la maniobra fraudulenta de De la Sota que había colocado boletas de las PASO de todas las fuerzas salvo las suyas, lo que fue agradecido por los compañeros del Frente de Izquierda de la provincia que gracias a eso rápidamente pudieron denunciar públicamente el fraude que preparaba el gobierno provincial. En Chaco, los compañeros piqueteros del MCC y el 20 de Diciembre, a pesar de haber sido impedidos de fiscalizar, registraron el faltante de boletas en todas las mesas donde fueron a votar y lo informaron al PO. Es decir que con nuestra lucha política y militancia práctica colaboramos con esta histórica elección del Frente de Izquierda.
LA PROSCRIPCIÓN, LAS MANIOBRAS FRAUDULENTAS, LAS PATOTEADAS Y LOS APRIETES: 30 AÑOS DE UNA DEMOCRACIA MUTILADA QUE VIOLENTA LA VOLUNTAD POPULAR
El Frente de Izquierda enfrentó la proscripción, las maniobras fraudulentas, las patoteadas y los aprietes de parte de los partidos patronales. En Córdoba, es claro el intento conjunto de De la Sota y la UCR para impedir la elección de Olivero como diputada nacional: numerosas urnas figuran con 0 votos al Frente de Izquierda cuando la tendencia provincial supera el 7%, mostrando que han manipulado las actas de escrutinio. En Jujuy, el Frente de Izquierda no metió 2 legisladores provinciales por una cláusula proscriptiva que exige superar un piso de más del 5% del padrón total, a pesar de que salió tercero en la elección a diputados nacionales y obtuvo el 7% de los votantes de la provincia y el 11,5% en la capital. En Mendoza las elecciones estuvieron precedidas por aprietes y patoteadas a los militantes del Frente de Izquierda. En Merlo, Provincia de Buenos Aires, la policía del derechista kirchnerista Othacehé detuvo a un fiscal general del Partido Obrero “por averiguación de antecedentes” en pleno desarrollo de los comicios. Hay sumar también las patoteadas y amenazas que sufrieron los candidatos del FIT en todo el país a lo largo de la campaña electoral. La proscripción, el fraude y las patotas desnudan que, a diferencia de lo que plantea el kirchnerismo, se han cumplido 30 años de una democracia mutilada que violenta la voluntad popular para garantizarles a los partidos patronales el dominio del aparato estatal. Y, por lo tanto, ponen de manifiesto la necesidad de que el Frente de Izquierda y todos los luchadores denunciemos todos estos atropellos y desarrollemos la movilización popular independiente para derrotarlos. Es en esa línea que saludamos, apoyamos e impulsamos la movilización convocada por el Frente de Izquierda en Córdoba contra el fraude de De la Sota y la UCR.
EL FRENTE DE IZQUIERDA EMERGE COMO ALTERNATIVA ANTE LA CRISIS INTERNA DEL APARATO KIRCHNERISTA
La importancia de la elección del Frente de Izquierda reside en que coloca una alternativa por izquierda ante la crisis interna y el desangre del aparato kirchnerista. Según el kirchnerismo, la elección no ha sido una derrota para el gobierno de Cristina, con el argumento de que aún constituyen la principal fuerza a nivel nacional, que sumaron 5 diputados nacionales y que tienen el control de ambas cámaras del Congreso de la Nación. El carácter festivo del bunker del Frente para la Victoria buscó reforzar este balance, mostrando a toda la primera plana de funcionarios y gobernadores oficialistas juntos. Sin embargo, el bunker de los K fue el refugio de la hipocresía nacional.
En primer lugar, porque el desangre del aparato nacionalista en Provincia de Buenos Aires no frenó sino que se profundizó: ahora, Massa ganó en numerosos distritos hasta el momento dirigidos por el kirchnerismo, como Merlo, Moreno, Ituzaingó, Morón, Ezeiza, Avellaneda, José C. Paz, Quilmes, San Vicente y Tres de Febrero. El Frente Renovador ganó en 107 de los 135 municipios de toda la provincia, mientras Insaurralde lo hizo en 21 (en agosto, la diferencia había sido 74 contra 44). En el conurbano, Insaurralde sólo ganó en Lomas de Zamora, La Matanza, Berazategui y Florencio Varela. Los medios de comunicación pusieron de manifiesto, días previos a la elección, cómo los barones del FPV repartían boletas cortadas combinando la candidatura de Massa a diputado nacional con sus propias listas a concejales, lo que permitió la victoria combinada de las listas K a nivel local y la lista de Massa para el Congreso. Esto sucedió en lugares significativos, como Avellaneda o Ezeiza (la tierra de Granados). Hay una fuga generalizada de los intendentes y punteros del PJ de la Provincia de Buenos Aires hacia el massismo. Incluso, la propia descomposición del aparato K, que llevó colectoras en varios municipios, deja a algunos intendentes kirchneristas con Consejos Deliberantes opositores, como es el caso de Quilmes, Varela e Ituzaingó. Esto, junto con el hecho de que ahora el Frente Renovador será el principal partido de oposición a Scioli en el parlamento provincial, reforzará la presión que ejerce la derecha para que el kirchnerismo asuma su agenda como propia. Es, justamente, la conclusión que sacaron Scioli y Capitanich: cuando dicen que hay que saber leer la elección de Massa, lo que están diciendo es que el kirchnerismo tiene que asumir con más vehemencia la agenda del massismo.
En esta línea, el jefe de la bancada del FPV en el Senado, y miembro del ‘núcleo duro’ del kirchnerismo, Miguel Pichetto, o sea, ¡uno de los presidenciables de Cristina!, afirmó el martes 29/10 en La Nación que Sergio Massa "no está adentro del proyecto, pero podría haberlo estado si se sometía a las primarias" y agregó que "puede estarlo en el futuro si se somete a las reglas". Esto demuestra que el llamado ‘proyecto’ no es tal dado que sus componentes son saltimbanquis oportunistas que no militan en función de un planteo político popular en términos estratégicos. Pichetto afirmó: "Hay que hacer autocrítica para seguir adelante; indudablemente hemos perdido en grandes distritos del país que tienen una fuerte gravitación". Consultado sobre su punto de vista distinto de otro sector del kirchnerismo en relación a Massa, no dudo en decir que “yo tengo otra manera de ver las cosas” y que “el concepto de traidor me parece algo agraviante”. Es la mayor expresión de una línea interna del kirchnerismo, dentro de la cual también se ubica Scioli, tendiente a tender lazos con el líder del FR e incluso que ha insinuado la posibilidad de ir a una interna del PJ que incluya a Massa de cara al 2015. Diana Conti, por su parte, salió a replicar diciendo que “Massa fue desleal”, en línea con las declaraciones previas de ella misma y de otros voceros del FPV, y confirmó esta tesis: "La posición de Pichetto es la posición de muchos peronistas, que a veces se pelean furibundamente pero luego nos mostraron que volvieron a estar juntos. Yo respeto, el peronismo es así” (La Prensa, 31/10). La “izquierda” kirchnerista corporizada en Conti patalea pero, al final de cuentas, termina aceptando que la sucesión quede en manos del aparato pejotista.
Pichetto, por su parte, no hace más que interpretar el mensaje general del imperialismo. Sin ir más lejos, The Economist escribió, como balance de las elecciones: “Después de esta elección mucha gente ya no se siente tan intimidado por ella [CFK]. Su mayoría en el Congreso puede desaparecer. A medida que su adherencia se debilita, existe el peligro de que la Argentina se venga abajo en una espiral conocida de inflación y devaluación. De ser así, se corre el riesgo de ser expulsados de su cargo antes de tiempo. Para evitar esto la Sra. Fernández requiere deshacerse de algunos matones, secuaces y marxistas a través de los cuales se gobierna y empezar a construir puentes con sus rivales y opositores” (2/11). Esa presión se expresa dentro del kirchnerismo. El avance de la derecha tiene como correlato una creciente derechización del gobierno nacional.
En segundo lugar, porque detrás de esa aparente convivencia armónica entre los distintos dirigentes del aparato kirchnerista, se está desarrollando una guerra intestina de cara a la sucesión presidencial en 2015. No solamente el 54% no existe más, sino que al mismo tiempo Cristina no puede ser re-electa y ella misma ya ha renunciado a arbitrar de forma directa en la decisión sobre la sucesión, dejándola en manos del PJ. La fecha de vuelta de Cristina es una incógnita y algunos diarios dicen que sería recién al final del verano. Los medios reflejan una puja existente entre la camarilla del riñón de Cristina, corporizada en Zannini y La Cámpora, contra el resto del gabinete nacional. Según La Nación del 27/10, los primeros se inclinarían por desplazar a Abal Medina de la Jefatura de Gabinete y colocar en su reemplazo a Sergio Urribarri, gobernador de Entre Ríos, con el objetivo de posicionarlo políticamente como presidenciable en 2015. Ese mismo medio señala que, contra este planteo, la mayor parte del gabinete (Abal Medina, Randazzo, De Vido, Tomada, Lorenzino) y el propio Boudou ya se habrían inclinado por la candidatura de Scioli. En Perfil de esa misma fecha agregan a Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados, como otro potencial candidato. La Nación, por su parte, lo coloca en la carrera a la gobernación de la provincia, compitiendo por la candidatura con Insaurralde y Randazzo.
Contra cualquier ilusión kirchnerista de que dichas afirmaciones se tratarían de meras especulaciones de los medios opositores, lo cierto es que la edición del diario kirchnerista Página 12 de día de la elección, plantea que Cristina tiene que intentar instalar a un candidato del riñón (nombran, como posibles candidatos, a Urribarri, Capitanich, Pichetto y Urtubey), pero que en caso de no lograrlo, tiene que recurrir al plan B: Scioli como candidato oficial. Textualmente, el editorialista de Página 12 plantea que “algunos kirchneristas son más drásticos y lo califican como el adversario a vencer (NdR: a Scioli). Saltan etapas, quizá”. Dice esto al mismo tiempo que señala que el FPV no ha logrado instalar figuras con buena medición electoral en los principales distritos a nivel nacional. Es decir que interviene directamente en la crisis interna del kirchnerismo con el siguiente planteo político: está bien que la camarilla “cristinista” intente imponer un candidato propio, pero si no lo logra, tiene que encolumnarse detrás de Scioli y el PJ.
Esta disputa tiene también su correlato en la cartera de economía: “La más importante es cuál de las dos líneas en que se ha dividido el gabinete económico primará. Moreno/Kicillof, con su intención de radicalizar los controles, desdoblar el tipo de cambio y emitir pesos para cubrir los gastos crecientes. O la de Lorenzino/Marcó del Pont, con más apertura a los mercados, suba de tarifas para achicar subsidios, reducción del déficit fiscal” (Clarín, 28/10). Discuten el ritmo de la implementación de la devaluación y el ajuste. El lunes 28/10, tras las elecciones, el gobierno derogó el encaje del 30% que imponía a las empresas que trajeran fondos del exterior para pagar impuestos o invertir en equipamiento. La edición de iEco del martes 29/10 explica que se trata de una parte del acuerdo con Bridas, es decir uno de los grupos capitalistas del petróleo. La contraparte es la compra de 500 millones de bonos BAADE, por la que contarán con excepciones impositivas y “agregaron que los dólares se liquidarían a un tipo de cambio cercano al dólar blue”. Como denunciamos desde la TPR, el gobierno está impulsando la devaluación.
En este punto, es necesario que toda la base popular que apoya al kirchnerismo saque sus conclusiones y se sume a la izquierda. El planteo de La Cámpora y Zannini no tiene nada de progresivo. Urribarri fue designado funcionario estatal en Entre Ríos en 1977 en plena dictadura militar. En 1997 apoyó un frente electoral entre el PJ, la UCeDé y el MODIN (el partido del carapintada Seineldín). Forma parte históricamente del aparato del PJ. Y ni que hablar de Capitanich, que fue funcionario ejecutivo tanto de Menem como de Duhalde, o de Pichetto, quien fuera jefe de diputados del PJ bajo el menemismo. La ausencia física de Cristina en el bunker del Frente para la Victoria graficó con claridad qué nos deja una década de gobierno kirchnerista: todos los candidatos en la carrera de sucesión presidencial son derechistas del aparato del PJ. Todo el aparato de kirchnerismo marcha hacia el ajuste y la devaluación, en lo único en lo que se diferencian es en los tiempos y las formas para aplicarlos. Los trabajadores y explotados que confían en el gobierno tienen que reconocer esta realidad, romper con Cristina, y sumarse a militar con la izquierda clasista, que en estas elecciones ha demostrado que puede ser una alternativa ante la derecha y el kirchnerismo.
LA DERECHA AVANZA ELECTORALMENTE PENSANDO EN 2015
Frente a la derrota K, todos los diarios salieron a destacar la proyección hacia 2015 que tuvo la elección para las expresiones de la derecha. Macri directamente proclamó su candidatura, marcando que en su armado “no va a haber ningún ex integrante del gabinete nacional”, diferenciándose de Massa, a quien Michetti calificó de “adversario”. La Nación del 28/10, en la pluma de Morales Solá, indicó que “el macrismo se afianzó también como fuerza nacional” destacando los resultados en Córdoba, Santa Fé y Entre Ríos.
Massa, por su parte, no lanzó su candidatura para 2015, pero sí indicó que "la victoria nos obliga a cruzar la frontera y caminar la Argentina" y que quiere “sumar intendentes de otros puntos del país y otras fuerzas a los propuestas para solucionar los problemas de la gente” (La Nación, 28/10). Es decir, que intentará formar una alternativa nacional, apoyándose en el PJ disidente y eventualmente participando de una interna. El massismo no logró ganar la mayoría en la Legislatura bonaerense, pero su trabajo de zapa en el conurbano bonaerense lo erige como el que está capitalizando la fractura del aparato de intendentes peronistas.
El avance de la derecha y su intento de proyección nacional, muestra la necesidad de cerrar filas contra la derecha y de proyectar a la izquierda como alternativa en la crisis nacional. Tanto Massa como Macri tienen un límite que fue señalado por todos los medios de comunicación: acaban de romper entre ellos y ninguno de los dos tiene la extensión nacional que tiene el kirchnerismo, la UCR, el FAP o el Frente de Izquierda. La disputa del Frente de Izquierda de la presidencia de la Cámara de Diputados en el marco de la discusión de la sucesión presidencial se plantea como una tarea de primer orden, porque le permite luchar para ganarle la carrera a la derecha y colocarse como alternativa en la situación prerrevolucionaria.
UNEN, UCR, BINNER, COBOS IMPULSAN LA REEDICIÓN DE LA ALIANZA
Los diarios burgueses del día siguiente a la elección especularon e impulsaron la formación de un frente que vaya de la derecha a la centro-izquierda, para darle proyección nacional a UNEN y repetir la bancarrota del FREPASO con el FAP: de “espacio progresista independiente” contra la UCR y el PJ terminan en un armado abiertamente pro-imperialista alrededor de la UCR. Se trata, por lo tanto, de una reedición de la Alianza.
La Nación del 28/10 caracteriza a la UCR como una fuerza “con 5 millones de votos y 2 presidenciables” (Binner y Cobos), y se ilusiona pensando en que “la incógnita radica en saber si Elisa Carrió y Fernando Solanas podrán confluir en un espacio con dirigentes a quienes han criticado en tiempos pasados. La experiencia de UNEN en la ciudad de Buenos Aires demostraría que sí”. Pino Solanas lo salió a responder el mismo domingo de la elección. No sólo dijo en su discurso que UNEN era un “casamiento” sino que se comparó con los armados pro-imperialistas de Uruguay y Chile: “‘Desde el comienzo sabíamos que teníamos diferencias pero supimos construir desde este espacio plural. No tenemos más diferencias que el Frente Amplio de Uruguay o la Concertación de Chile’, se comparó Solanas con coaliciones que supieron llegar al poder en esos países” (Clarin, 28/10). Carrió saludó la elección del PRO, reforzando su orientación de golpear desde ángulos distintos (por derecha y por centroizquierda) pero con un mismo norte estratégico pro-imperialista.
Sin embargo, los límites de UNEN quedaron claros inmediatamente después de la elección: mientras Carrió salió a pedir el juicio político a Lorenzetti por el fallo de la Ley de Medios, Donda salió a festejarlo. La UCR, que vertebraría un armado tipo UNEN a nivel nacional, tiene que primero sortear sus diferencias internas, dado que no hay un acuerdo entre sus distintas camarillas acerca de quién encabezaría ese armado. Aún no han alcanzado, por lo tanto, un cuadro de homogeneidad política que los coloque como alternativa.
LA IZQUIERDA QUE NO QUIERE SER DE IZQUIERDA BOICOTEÓ A ALTAMIRA, LILIANA OLIVERO Y AURELIO DÍAZ
Son justamente los límites de la oposición patronal los que tienen que reforzar el desarrollo del FIT. La carrera es justamente para ver quién suplanta al kirchnerismo frente a su agotamiento. Hay que desarrollar al FIT, señalando y explotando las contradicciones y límites de los partidos patronales, para postularnos como alternativa. Y hay que tener en cuenta que el tiempo en política vale oro: si hoy los partidos patronales de la oposición aún no tienen una expresión homogénea a nivel nacional, no significa que no logren estructurarla el día de mañana. La fuerza del marxismo reside en su capacidad de previsión, y por lo tanto, es clave entender que si no logramos estructurar una salida por izquierda a la situación prerrevolucionaria, la burguesía va a buscar imponer una salida por derecha. Por lo tanto, es necesario sacar las conclusiones acerca de cuáles fueron los bloqueos para un mayor desarrollo del FIT en la elección, contra todas estas variantes patronales.
Lo primero que hay que denunciar en este punto es lo siguiente: la izquierda que no quiere ser izquierda boicoteó a Altamira, Liliana Olivero y Aurelio Díaz. Acá podríamos tener una diputada nacional asegurada a pesar del fraude, otro diputado nacional y otro diputado provincial. En Capital Federal, Zamora, Camino Popular y el MST militaron activamente para bloquear el ingreso de Altamira, que quedó a solamente 0,35% de ingresar al Congreso Nacional. En Córdoba, el MST, integrado al Frente Progresista Cívico y Social (FAP y aliados), contribuyó a disminuir el caudal electoral de Olivero y generarles mejores condiciones a De la Sota y la UCR para desarrollar el fraude. En Chaco, la lista de Proyecto Sur comandada por Polo Legal le quitó los votos a Aurelio Díaz que le hubiesen asegurado una banca provincial dado que quedó a poco más de mil votos de conquistarla. La militancia y los votantes de todas estas listas tienen que reflexionar y sacar conclusiones porque los diputados que no conquistó el Frente de Izquierda, los conquistaron los partidos patronales. En Capital Federal, ese diputado quedó para UNEN. En Córdoba, para la UCR. En Chaco, para el FPV. La política de boicot faccional al FIT fue cómplice de los partidos patronales. Es un desafío para toda la militancia del FIT y de todas las organizaciones que lo apoyamos dirigirnos a toda la base de votantes de estas listas que se presentan como de izquierda pero que boicotean a la izquierda, para que vean esta realidad.
Fue lo que no hizo el Frente de Izquierda. Si faltaron pocos votos para entrar en esos distritos, no fue porque faltó delimitación con los partidos patronales. Fue, en gran parte, porque faltó determinación para quitarse la piedra en el zapato que terminó obstaculizando el ingreso al parlamento. Faltó decisión política de delimitarse públicamente de todas esas listas, para que sus votantes rompieran con ellas y votaran al FIT. Nosotros, como TPR y Coordinadora en defensa del Frente de Izquierda, tenemos plena autoridad para realizar esta crítica porque ya en la declaración fundacional de la Coordinadora llamamos a todas esas listas a no agruparse de forma separada del FIT y a impulsar la formación de un Frente Antiimperialista de toda la Izquierda con el Frente de Izquierda a la cabeza. Y, en función de eso, nos podemos dirigir a toda la militancia y a todos los votantes de esas fuerzas y decirles claramente: “nosotros te convocamos y vos lo rechazaste, y lo que terminaste haciendo fue bloquear el ingreso del FIT y habilitar el ingreso del PRO, UNEN, la UCR y el FPV. Por eso, tenés que romper con esa política y venir a militar con nosotros. Tu faccionalismo contra el FIT es funcional a que avancen los pro-imperialistas y pro-patronales”. Esa misma conclusión tienen que sacar los militantes del Frente de Izquierda para estar preparados e intervenir en mejores condiciones de acá a 2015.
La contracara de esta falta de intención por parte del Frente de Izquierda para delimitarse respecto de Zamora (o de Camino Popular), en la idea de que podía obviarse olímpicamente a los escollos centristas, se traduce ahora patéticamente. Por ejemplo, así queda demostrado cuando se expresa el Equipo Editorial del PO: “Quedó confirmado el acierto de la propuesta de unidad electoral a Zamora y el carácter contrarrevolucionario del rechazo, sin principios, de esa unidad por parte de Zamora” (Prensa Obrera, 29/10). Vale la pena decir: ¿acaso el PO llamó insistentemente a sumarse al FIT (¡3 veces!) a Autodeterminación y Libertad, a sabiendas de que se trataba de una organización con una política contrarrevolucionaria? No tiene sentido alguno. Es una política caprichosa, que no distingue matices y de virajes rabiosamente empíricos. Es necesario clarificar el boicot al ingreso de Altamira en términos políticos correctos: Zamora ya ha liquidado el potencial de lucha de sus bancas en el pasado, no porque ha sido un “mal autonomista”, sino porque su autonomismo lo llevó a la rastra del ibarrismo y el kirchnerismo y a oponerse al movimiento por Cromañón. Sobre esta base proponemos abrir un debate con quienes entre los luchadores, como CAUCE-UBA o la organización política La Caldera, miembros de COB La Brecha, están en la perspectiva de un apoyo total o parcial a Zamora, que al mismo tiempo no fueron llamados por el Frente de Izquierda a un debate organizado sobre la perspectiva electoral. Flaco servicio al debate se hace diciendo que el voto a Zamora es “contrarrevolucionario”. Distinto fue el planteo de la TPR, que infructuosamente buscó canales de debate con la dirección de COB La Brecha a este respecto, que fueron rechazados sin ningún tipo de seriedad.
SI EL FIT SUMABA A TODOS LOS LUCHADORES, ESTABA EN MEJORES CONDICIONES PARA OBTENER MÁS BANCAS
En la misma línea, es importante señalar que el sectarismo del FIT no fue solamente un grave error porque le impidió disputarle la militancia y los votantes a la izquierda que no quiere ser izquierda, sino que también fue un error porque implicó rechazar sumar a todos los luchadores al Frente de Izquierda. Es claro que si el FIT sumaba a la TPR y a la Coordinadora en defensa del FIT, así como también a todas las organizaciones y luchadores que lo apoyan (Nuevo MAS, PSTU, CS, Interdistrital, Estrella Roja-Praxis, PCO, Opinión Socialista, Revire, etc...) por lo menos hubiese estado en mejores condiciones para conquistar el pequeño porcentaje de votos que la faltó en Capital Federal, Córdoba y Chaco. En esta última no hay dudas: a Aurelio Díaz y el PO le faltó poco más de mil votos, y los piqueteros de la Coordinadora superan los 700. La unidad de la clase obrera piquetera podría haber traccionado los votos que faltaron. Si el fraude se consumó en el interior de Chaco, por lo tanto, no fue responsabilidad de la Coordinadora. El MCC y el 20 de Diciembre le plantearon, una y otra vez, a los compañeros del PO que estaban disponibles para fiscalizar donde ellos lo consideren necesario. Nosotros pusimos a disposición nuestra militancia en todo lo que pudimos y si no pudimos hacer es porque no no los permitieron. Esto tiene que ser un balance central para que los compañeros reflexionen sobre las consecuencias y las posibilidades que tendría FIT y el PO si abandonase su política auto-referencial y sumase a todos los luchadores. El resultado refuerza, por lo tanto, la necesidad de que la militancia del PO y el Frente de Izquierda termine con el sectarismo faccional hacia la TPR, la Coordinadora en defensa del FIT y el resto de la izquierda que los apoya, y nos sumen a todos para que podamos discutir el programa, las campañas e incorporar candidatos de cara a 2015. Insistimos, en este sentido, en nuestra propuesta de una reunión nacional de todas las fuerzas que votamos al FIT para impulsar la conquista de las personerías en las 6 provincias que no todavía tiene representación propia.
“LA IZQUIERDA A LA IZQUIERDA DEL FIT” TIENE QUE SUMARSE A LA COORDINADORA EN DEFENSA DEL FIT
Por otra parte, frente al cerrado rechazo del FIT, también corresponde un debate entre los compañeros que queremos sumarnos al FIT. Las elecciones de octubre han arrojado conclusiones sorprendentes.
El caso de Luis Zamora es el más revelador. En sus “Altamira Responde” el principal dirigente del FIT dejó en claro que no sólo le plantearon tres veces construir un frente en la ciudad sino que incluso estaban dispuestos ¡a liquidar el FIT y ponerle otro nombre! Que se entienda: nosotros no descartamos esa posibilidad como válida sino que señalamos la amplísima vocación unitaria que tienen con Zamora y cómo contrasta con la actitud del FIT con el resto de la izquierda. ¿Cuál es la diferencia? Que Zamora saca los votos necesarios para boicotear el ingreso del FIT al Congreso nacional.
Cuando la TPR pidió el ingreso, el rechazo se basó en supuestas “diferencias programáticas” - algo claramente absurdo porque reivindicamos el programa y la tradición teórica del PO mientras que los morenistas forman parte de un trayectoria rival y contrapuesta al PO. Por otra parte, esas diferencias programáticas no fueron obstáculo para que el PSTU (LIT-CI), Opinión Socialista y Convergencia Socialista sean candidatos del FIT - una arbitrariedad absurda que deberían subsanar incorporando a la TPR. Por otra parte, si el problema fuese “el escaso desarrollo de la TPR” ese argumento está por completo fuera de lugar en Chaco donde las organizaciones de la Coordinadora reúnen más de 800 compañeros siendo las principales organizaciones piqueteras del Chaco - hecho reconocido por propios y extraños. Tampoco estuvieron de acuerdo en sumarlos al FIT. A su vez, el argumento de que “no tienen personería electoral” tampoco es válido porque el Nuevo Mas conquistó personerías en 4 provincias (casi consigue la nacional). Tampoco lo aceptaron. Por último, el argumento sería que “no dirigimos sindicatos y centros de estudiantes”.
Ahora, todas estas excusas se derrumban cuando pensamos en Zamora. ¿Será acaso que Zamora dirige centros de estudiantes y sindicatos? ¿Acaso no tienen ninguna diferencia programática con el autonomismo? ¿Acaso AyL - una construcción complemente personalista y ficticia, tiene “peso de masas”? Por último, ¿acaso Zamora tiene personería nacional o en algún lugar fuera de Capital Federal? La respuesta es: no, no, no y no. Lo único que tiene Zamora es votos contra el FIT y ese es el único lenguaje que parece entender e importarle al Frente de Izquierda. Incluso, en su última edición de Prensa Obrera, el PO caracterizó de “contrarrevolucionario” el rechazo de Zamora a un frente con el FIT. Sin embargo, tres veces lo llamaron. De hecho, estaban dispuestos a que Zamora sea el candidato a legislador en lugar de Ramal. ¿Significa esto que el FIT está dispuesto a candidatear a una partido ‘con prácticas contrarrevolucionarias’ y con votos antes que al resto de la izquierda que los apoya? El contraste es muy fuerte como para no sacar una conclusión de fondo.
El FIT nos quiere invitar al faccionalismo y la aventura. Con su política expulsiva lo único que hace es reforzar y, hasta cierto punto, justificar las candidaturas del Nuevo Mas porque le dan de comer a la izquierda que boicotea el ingreso del FIT al Congreso. Nosotros no vamos a seguir ese camino. Nuestra determinación estará siempre fundamentada no en rencillas de aparatos sino en por donde pasa el desarrollo político de la experiencia de los explotados. Hoy ese lugar le correspondía al Frente de Izquierda.
Sin embargo, no podemos dejar de notar esta situación y criticarla fuertemente. Esto ha llevado a que, equivocadamente, compañeros como el CC-POR y el POS (de nuestra propia Coordinadora) caractericen a los partidos del FIT como “sectarios y burocráticos”. El FIT no hace más que darles la razón cada día. En el mismo sentido, incluso compañeros ¡que fueron candidatos a diputados nacionales por el FIT! como Juan Carlos Beica del CS-CCUR participaron de nuestra peña de cierre de campaña y denunciaron la “socialdemocratización” de las direcciones del FIT. Son caracterizaciones sectarias, porque la burocracia y la socialdemocracia expresan un fenómeno de integración al Estado y al régimen capitalista, cosa de la cual no se lo puede acusar al FIT. Son caracterizaciones, a su vez, que no reconocen en términos precisos los límites del Frente de Izquierda: esto es, su carácter centrista, democratizante, anti-capitalista y anti-piquetero.
A su vez, lo tenemos a Claudio Katz, miembro del Secretariado Unificado, que en una entrevista publicada por Rebelión el 30/10 dice lo siguiente: “La izquierda partidaria modificó sus viejas intervenciones en los comicios. No hicieron eje en el gobierno de los trabajadores o en el cuestionamiento a los candidatos patronales. Comprendieron que en un estudio de televisión no se habla igual que en un mitin y que la involución socialdemócrata no transita por el uso de la corbata. Incluso apelaron al voto útil, resaltando la necesidad de sentar diputados en el Congreso junto al resto de las bancadas. Esta maduración hubiera sido descalificada en otra época como una expresión de ‘parlamentarismo democratizante’”. Inmediatamente después, Katz afirma: “nos parece que el FIT debería abrirse más allá de las organizaciones que actualmente lo componen y el resto de la izquierda debería converger con esa apertura, a través de un proceso de mutua comprensión y aprendizaje”. A su derecha se ubica el MST, que ha publicado una carta llamando a la “unidad” al FIT proponiendole disolverse en una formación “más amplia”. Estamos frente a un caso de arribismo incurable: son sinvergüenzas que llaman a “abrir el FIT” o a la “unidad” con el FIT, mientras que en octubre lo boicotearon. Katz, que festeja lo que él mismo expresa como una suerte de “ablandamiento político de la izquierda partidaria”, votó a los caprilistas de Camino Popular-Lozano (es decir, a la pata izquierda del FAP) mientras que el MST estuvo con ellos en Provincia de Buenos Aires (PODEMOS) y en Córdoba llegaron al extremo de ir directamente con el FAP (FPCyS) o en Santiago del Estero con el Partido Socialista.
A todos ellos, quienes pretenden ser “la izquierda a la izquierda del FIT” y quienes “llaman a abrir el FIT” les indicamos que el camino político no puede ser otro que romper con todos los partidos patronales y discutir con los compañeros que coherentemente luchamos por un Frente Anti-imperialista de toda la Izquierda. Desde ese lugar es que vamos a tener la coherencia y la práctica política para poder convocar a los compañeros del FIT a que, como primera fuerza indiscutida de toda la izquierda, plantee un proceso de unidad de todos los luchadores. Lo contrario, mantenerse medrando en los márgenes del frente popular sojero o el sectarismo auto-referencial, mientras se reclama “amplitud” y “unidad” es una impostura que pasará desapercibida por el millón y medio de compañeros que encuentran en el FIT la expresión política de una izquierda que ha reclamado su autonomía frente a los partidos patronales y no está dispuesta a rifarla para que entre por la ventana ningún arribista. Para criticar al FIT y reclamar unidad, primero tenemos que tener coherencia y conducta en la defensa del Frente de Izquierda. Ese es el camino que elegimos quienes decimos sumar nuestra militancia a la construcción de la Coordinadora en defensa del Frente de Izquierda.
LOS DESAFÍOS LUEGO DEL INGRESO AL CONGRESO Y LOS PARLAMENTOS: POR UN CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DE DIPUTADOS Y QUE LAS BANCAS FUNCIONEN CON ASAMBLEAS ABIERTAS Y REGULARES
El ingreso al Congreso Nacional y los parlamentos plantea desafíos inmediatos. Dichos desafíos ameritan que el Frente de Izquierda y las organizaciones que lo apoyemos convoquemos una manifestación política unitaria frente al Congreso de la Nación el 10 de diciembre, día en que asume la bancada parlamentaria del FIT.
La primer tarea es que el Frente de Izquierda se coloque como una clara alternativa en la crisis de poder, militando para que la salida a la situación pre-revolucionaria sea por izquierda. En ese sentido, presentar un candidato a la presidencia de la Cámara de Diputados es indispensable, porque permite mostrar una alternativa contra los opositores tanto “golpistas” como “institucionalistas”, así como también contra el kirchnerismo y su crisis interna acerca de quién sucede a Cristina en 2015, que sólo ofrece derechistas consumados del PJ y ningún candidato “por izquierda” a la sucesión. El sentido es plantearle a la clase obrera que tiene que presentar su propio candidato, su propia alternativa de gobierno de cara a 2015, contra todos los bloques patronales.
En segundo lugar, las bancas del Frente de Izquierda tienen que promover la lucha por todos los reclamos populares y la deliberación de los luchadores sobre todas y cada una de las crisis políticas. De ahí que como TPR y Coordinadora en defensa del FIT planteamos que deban funcionar con asambleas abiertas y regulares, en la línea de lo que había propuesto el propio Altamira del PO para la diputación provincial en Neuquén. Abiertas, para que todos los luchadores puedan participar y plantearles a los diputados todos sus reclamos para que estén presentes en el parlamento. Por ejemplo, para que los secundarios de la CUES que luchan por la no implementación de la NESC puedan plantearle a Marcelo Ramal que presente un proyecto de ley con ese planteo, o para que los piqueteros del Barrio Charrúa y los de toda la Ciudad de Buenos Aires puedan presentar un proyecto contra el cierre de su comedor por parte del macrismo y por los reclamos de todo el movimiento piquetero de la Capital. Regulares, por otra parte, para que que los diputados del FIT se sometan al escrutinio y la deliberación popular, a diferencia de los diputados patronales que tejen y destejen acuerdos espurios a espaldas de los trabajadores.
Con este planteo, llamamos a lanzar una campaña de pronunciamientos políticos para que el FIT que esté a la altura de las circunstancias, presente su candidato a la presidencia de diputados y que sus bancas funcionen con asambleas abiertas y regulares. En este sentido, es auspicioso que tanto Pitrola como Altamira se hayan pronunciado públicamente por la candidatura a la presidencia de diputados. No lo hicieron el PTS e Izquierda Socialista. Vamos, por lo tanto, por un pronunciamiento público del FIT. Por eso toma mayor protagonismo el reclamo de que las bancas funcionen con un método colectivo. No pretendemos que las mismas tengan un método imperativo a partir del voto de las asambleas: cada diputado y partido se ganó el derecho a votar como considere. Ahora lo que sí reclamamos es que se reúnan esas asambleas y se vote una resolución por cada punto en debate para que cada diputado y cada partido, cuando tome la decisión que considere correcta, tenga bien presente las consecuencias de su decisión y que cada compañero haya podido pronunciarse previamente y su posición sea discutida por toda la militancia y simpatizantes. No queremos desayunarnos con una votación sorpresiva. Queremos que la banca funcione con todos los mecanismos democráticos posibles para abordar colectivamente cualquier crisis y resolverla en los marcos de la unidad del bloque del FIT.
Como TPR y Coordinadora en defensa del FIT vamos a luchar para que el Frente de Izquierda dé todo lo que tiene para dar, sea un factor de impulso a la lucha y la organización política de los explotados, y se constituya como alternativa de poder en la situación pre-revolucionaria que atraviesa a nuestro país.
Con este método, apostamos a clarificar la estrategia de la izquierda que se reclama “anti-capitalista”: un motor en la lucha revolucionaria por un gobierno de trabajadores, como promete el FIT, o un discurso izquierdista para terminar disolviéndose detrás del frente popular como sucede con el anti-capitalismo europeo. El Frente de Izquierda, en este sentido, tiene una responsabilidad no sólo con la clase obrera argentina sino frente a la clase obrera mundial. La TPR y la Coordinadora en defensa del FIT, de Argentina a Grecia (pasando por Salta), pelea por un gobierno de los trabajadores.
31 de octubre de 2013
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