El derrame de cianuro en la mina de Veladero confirma lo que durante años denunciaron las asambleas ambientales y pobladores de todas las localidades donde se han instalado las mega mineras.
No se trata de un “error” o “accidente” sino del resultado inherente al método de extracción de la mega minería metalífera. Por este motivo, San Juan, particularmente la ciudad de Jáchal, está en estado se asamblea permanente y protagonizando movilizaciones masivas para que sea revocada la concesión de la Barrick y sea ésta la que se haga cargo del pasivo ambiental y de asegurar el salario y los puestos de trabajo a los trabajadores que están en actividad y de los que fueron suspendidos y la reincorporación de los despedidos.
Soledad Sosa, Diputada nacional rotativa por el Frente de Izquierda de Mendoza y dirigente de Partido Obrero de esa provincia, se refería al problema de la siguiente forma: “Vamos a presentar en el Congreso de la Nación un proyecto de ley que establece la prohibición del uso de cianuro, mercurio, ácido sulfúrico, y otras sustancias tóxicas similares en los procesos mineros metalíferos de cateo, prospección, exploración, explotación y/o industrialización de minerales metalíferos obtenidos a través de cualquier método extractivo”.
“Esta ley tiene por origen la gran lucha del pueblo mendocino que, mediante masivas asambleas y puebladas, logró su aprobación en la legislatura provincial hace algunos años, pretendemos ahora llevar esta experiencia de preservación del agua y los bienes comunes al Congreso Nacional” continuo Sosa.
El diputado salteño del PO, Pablo López, integrante del Bloque del Frente de Izquierda, señaló: “No sólo pretendemos que las empresas como Barrick Gold cesen de saquear los recursos minerales, también pretendemos que se hagan cargo del pasivo ambiental, de los perjuicios ocasionados sobre la salud de la población y de los puestos de trabajo de los obreros en actividad y de los que fueron suspendidos y despedidos.”
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