En el día del periodista les dejo un texto que escribí hace unos años y todos los 7 de Junio lo reitero.
Es una charla ficcional entre Mariano Moreno y Bernando Neustard.
7 DE JUNIO -DIA DEL PERIODISTA
Hace más de 200 años fundé un diario. Eran épocas de convulsión y revolución en el Rio de la Plata. "La Gazeta" fue el órgano de un gobierno revolucionario e independentista, a pocos días de haber producido un hecho revolucionario, de poder cuestionar el poder del Rey de España, con la participación de un sector del pueblo de Buenos Aires, el 22 de Mayo.
Un jovenzuelo me preguntó si podía ser parte de ese proyecto, venía de un sector de la clase media y veía con buenos ojos que Saavedra fuera el Presidente de la Junta de Gobierno, ya que opinaba que un militar era lo que
necesitaba esta nueva experiencia y creía que Juan Larrea tenía una visión clara sobre cómo debía desarrollarse la economía de aquí en más. Ese hombre era Bernardo Neustadt.
Me pidió poder escribir un artículo en el periódico, y teniendo en cuenta que Racing no estaba en las mejores posiciones de la tabla en el campeonato de fútbol, creí oportuno darle la posibilidad de expresarse sobre sus ideas. Imaginé que como todo joven de esa época tendría pensamientos y expresiones que fueran afines a los postulados de la Revolución de Mayo.
Lo primero que me comentó es que coincidía con Saavedra, y quería reflejar cómo veía al pueblo apoyando este proceso revolucionario. Había hablado con doña Rosa, una mujer que estaba convencida que en 1813 la iban a liberar de la esclavitud, y por eso creía que Saavedra era la persona indicada para llevar adelante este "proceso de reorganización" para una nueva Nación.
Descreía de mí, que si bien le daba la posibilidad de escribir en el novel periódico veía con buenos ojos lo que pasaba en Europa, más precisamente en Francia, y el Pensamiento de Rousseau y todo lo acontecido en la Revolución Francesa. El creía que toda revolución debía pasar por la economía, por eso estuvo en contra de lo publicado el 14 de junio de 1810, cuando tomamos posición sobre la entrada y salida de bienes y mercancías del puerto de Buenos Aires: "Todo buque deberá dar a los tres días de su llegada por medio de su consignatario el manifiesto de su cargamento en general individualizando las pertenencias ó consignaciones de él, y si no lo hiciere no se permitirá á ningún comerciante Español que se haga cargo de la consignación; y por consiguiente no será admitido el Buque, y se le obligará a salid inmediatamente de este río".
Podría seguir escribiendo mucho más de este hombrecito, solo diré que influyo mucho en una etapa de la vida de esta nueva Nación que se despertaba al mundo, y pensó que apoyando a quienes estaban por una sociedad con los países más importantes del mundo íbamos a despegar en lo económico y en lo político.
Cuando se dio cuenta que "La Gazeta" no respondía a sus interés y que mi "Plan de Operaciones" excedía su pensamiento y subvertía "el orden establecido" por la Revolución de Mayo se fue y creó "Extra", una revista mensual que apoyó todos los golpes de estado habidos en el país, y luego con el advenimiento de la televisión, con su socio Mariano Grondona, que ya escribía en el diario de Bartolomé Mitre, "La Nación", se dedicó a auspiciar a toda nueva empresa privada, un "Tiempo Nuevo" que vendría y si llegaba del exterior mejor, creía que ayudaría resolver los problemas de la "gente", palabrita que impuso durante una década, para no diferenciar al pueblo de aquellos que detentaban el poder desde la época de la colonia.
Hoy, que se conmemora el Día del Periodista, en homenaje a la fundación del primer diario en este país, muere este personaje del periodismo de la Argentina, plácidamente en su casa, a los 83 años, acompañado por su mujer y enterrado en un cementerio privado del gran Buenos Aires.
Ha tenido la suerte que yo no tuve, que solo pude vivir intensos 33 años, y permanezco en el fondo del mar, y en algo me he diferenciado de Bernardo, para que Cornelio Saavedra haya tenido que decir ante mi muerte: "era menester tanta agua para apagar tanto fuego".
Así como no me tembló el pulso en fusilar a Santiago de Liniers, no me tiembla la pluma para escribir: "El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien; él debe aspirar a que nunca puedan obrar mal. Seremos respetables a las naciones extranjeras, no por riquezas, que excitarán su codicia; no por el número de tropas, que en muchos años no podrán igualar las de Europa; lo seremos solamente cuando renazcan en nosotros las virtudes de un pueblo sobrio y laborioso".
por Luis Angió –
¡¡¡ OTRAS VOCES…OTRAS PROPUESTAS !!!
07.06.13
7 jun 2017
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