Hoy hubo una manifestación en el Ministerio de Desarrollo social. Yo estaba volviendo porque me olvidé algo y trabajo ahí. Fui atacado por un grupo de salvajes inadaptados. No fueron los palos ni las caras tapadas. Fue la policía. Yo lo vi. No me la contaron. Un energúmeno de esos con casco y cara cubierta, me apuntó a la cara con su arma, si a la cara. Tuve la lucidez de gritarle que laburaba ahí y corrió 10 cm su cañón y disparó. A mí no me dio pero me empujó y me gritó que me fuera porque “me daba". Quedé estupefacto y me salvó un “piquetero" que me arrastró Moreno y casi salta. No pude en todo el día bajar la adrenalina que me generó ese momento y cuando lo hice vino la tristeza de darme cuenta el nivel de violencia institucional que estamos viviendo. La decidida. Cómo esos animales se regocijan en fajar a la gente y cómo deben disfrutar de la proeza sus patrones. Hoy no me pasó nada, mañana no sé. Estamos a tiempo, abramos los ojos, movilicemonos. Pero hagámoslo posta. El que pueda que lo difunda
Fernando Pagliuca
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