16 jul 2018

HEZBOLA, LA TRIPLE FRONTERA Y LAS PATRAÑAS DEL PERIODISMO PRO SIONISTA


Por Claudio Colombo 

La Guerra del Líbano de 2006 entre Israel y Hezbolá es conocida en como Guerra de Julio o Ḥarb Tammūz o como Segunda Guerra de Líbano o Miljemet Lebanon Ha-Shniá. La contienda, que afectó durante 34 días el sur del Líbano, norte de Israel y los Altos del Golán, comenzó el 12 de julio  y continuó hasta el 14 de agosto de ese año, al entrar en vigencia la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que estableció un alto el fuego para tratar de morigerar la derrota humillante del ejército sionista, que fue vapuleada por Hezbolá. 

A partir de ese momento se profundizó la crisis política, económica y militar del estado sionista, que pegó un salto luego de otra derrota importante de su ejército: la que sufrió durante la fallida invasión a la Franja de Gaza - Operación Plomo Fundido - que tuvo lugar entre diciembre de 2008 y el 18 de enero de 2009. Aquí, la conducción del combate antisionista estuvo en manos de la organización islámica Hamas, que a diferencia de Hezbolá - chiita - es sunita, proveniente de la tradición política de la Hermandad Musulmana, uno de los grupos más tradicionales de Egipto, Siria y Líbano. 

Durante la invasión al Líbano de 2006 el alto mando israelí quiso aplicar una doctrina militar parecida a la de los nazis - Blitzkrieg o “Guerra Relámpago” - apoyándose en la incursión de blindados en territorios montañosos y boscosos del Sur del Líbano para aplastar expeditivamente a las guerrillas de Hezbolá, que contaron con el apoyo de la población, que odia al sionismo. Luego de sufrir varias derrotas parciales, Israel envió el 9 de agosto al batallón 162, que fue rechazado por los combatientes de Hezbolá, usando plataformas de misiles antitanque. 

Según indica una crónica de Resumen Latinoamericano: “Tras los bombardeos de la artillería israelí, la fuerza blindada entró en el valle próximo a Hunin y progresó en los pueblos de Odeissah, Reb Tlatin y Taybeh para asegurar el eje que lleva a Wadi Huyair. Una vez llegada al paso de Taybeh y antes de entrar en el Valle de Huyair, la resistencia atacó con misiles antitanque a los tanques Merkava y los bulldozers Caterpillar 09. Los israelíes admitieron en sus comunicados militares que 12 soldados resultaron muertos o heridos y que seis tanques Merkava habían sido destruídos.”

“Esto sucedió únicamente al principio de la batalla, que fue conocida posteriormente como la Hecatombe de los Merkava. Justo después del ataque, los tanques israelíes intentaron tomar el camino del este, a través del pueblo de Qantara. Los combatientes de Hezbolá destruyeron entonces otros 4 tanques frenando el avance de la fuerza blindada. Frente a tales acontecimientos, el ejército israelí envió a sus fuerzas de infantería al eje del oeste que lleva también al Valle de Huyair, junto al pueblo de Ganduriyeh.” 

“Los soldados de infantería fueron encargados de determinar las posiciones en que tendrían lugar las emboscadas a lo largo de la ruta. Sin embargo los combatientes de Hezbolá se enfrentaron directamente con estos últimos. Trece soldados israelíes resultaron muertos o heridos. Esto empujó a la fuerza blindada a avanzar para cubrir la evacuación de los cuerpos de los soldados y de los heridos. Un convoy de carros penetró en el valle desde el pueblo de Ganduriyeh. De nuevo, los combatientes de Hezbolá estaban listos para dar una respuesta y lanzaron misiles antitanque destruyendo a otros nueve tanques de tipo Merkava.” 

“A continuación, y tras la entrada del resto de la fuerza en el interior del valle, los misiles de Hezbolá fueron lanzados desde todos los lados sobre los tanques israelíes. En pocos minutos, otros 39 tanques fueron destruídos. Los combatientes de Hezbolá impidieron a las fuerzas israelíes proteger sus vehículos, que habían quedado expuestos al fuego directo de la resistencia. Además, 12 bulldozers fueron igualmente calcinados. De los 90 tanques enviados en dirección al Río Litani, sólo 4 llegaron a la localidad de Ganduriyeh.” Los soldados sionistas que sobrevivieron, afirmaron que “habían visto el infierno con sus propios ojos.” 

Hezbolá no pretende organizar la lucha los trabajadores y el pueblo del Líbano para conquistar su verdadera liberación social a través del Socialismo, sino defender los intereses de un sector de la burguesía de Líbano y Siria relacionada a Irán. A pesar de esto, los revolucionarios festejamos su victoria contra el ejército de Israel, porque más allá de sus intereses de clase debilitó al gran monstruo militar que representa los intereses del imperialismo yanqui. ¡Desde ese momento, las masas de Medio Oriente contaron con una relación de fuerzas más favorable para profundizar la lucha por la destrucción del estado sionista! 

Por esta razón y con el propósito de recuperarse de sus humillantes derrotas, Israel utiliza a sus agencias de inteligencia y periodistas para desplegar una campaña contra Hezbolá e Irán, acusándolos de “terroristas”. Ahora, cuando el pueblo palestino ha vuelto a levantarse contra la ocupación sionista, desde esta pérfida maquinaria han vuelto a la carga, buscando y persiguiendo “células subversivas”, como la que “descubrieron” la justicia argentina y TN en la Triple Frontera conformada por Argentina, Paraguay y Brasil. ¡El gobierno del PRO y sus aliados e ubican en la trinchera de los enemigos de los pueblos de Medio Oriente! 

Los trotskistas nada tenemos que ver con Hezbolá, Hamas u otros grupos representativos de intereses antagónicos a los del proletariado mundial, ni tampoco con  los traficantes o contrabandistas de la Triple Frontera, que hacen sus negocios amparados por el estado capitalista semicolonial argentino. Sin embargo sabemos distinguir. Por eso repudiamos las noticias y campaña de los esbirros del sionismo, que mientras tanto justifican todos y cada uno de los crímenes de Israel. ¡Ubicándonos del lado de los pueblos oprimidos de Medio Oriente, denunciamos esto como una verdadera patraña! 

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