13 dic 2006

ANTE EL ATAQUE A RAUL CASTELLS: DENUNCIAMOS EL PLAN DEL GOBIERNO

Kirchner y Solá han puesto en marcha un siniestro Plan de Gobierno. Consiste en silenciar, por todos los medios, la protesta social. Ese plan se ha cobrado una víctima más, siendo salvajemente atacado el compañero Raúl Castells por defender pacíficamente uno de los 1.200 Comedores Comunitarios que alimentan diariamente a 60.000 pobres.
No es un hecho casual. Castells es uno de los referentes de esa protesta que se acrecienta día tras día en todo el país. Desde siempre se lo quiso silenciar, primero con el soborno y el ofrecimiento de un puesto oficial en el Gobierno, luego con la cárcel, la persecución y los procesos judiciales. Pero ni los sillones del acomodo burocrático, ni la Policía, los Fiscales y Jueces del Régimen lograron acallarlo. La presencia y la voz de Castells siguió alentando todas y cada una de las luchas obreras y populares que reclamaron justicia social, derechos humanos, seguridad y democracia.
Por eso ahora, el gobierno, sobrepasado por la protesta, recurrió al atentado salvaje. A vista y paciencia de sus funcionarios, los sicarios de uniforme y la “mano de obra desocupada” consumaron el hecho criminal.
Castells ha sido, una vez mas, víctima de la represión. Pero el objetivo del plan represor trasciende a su persona física, por más que haya que lamentar las graves lesiones que sufrió por el ataque incendiario. Lo que se ha querido con este acto criminal es intimidar a todos los luchadores obreros y populares que resisten ante la descomposición del sistema.
Ni Castells ni alguien de su Movimiento usaron jamás la violencia o las bombas molotov. Solamente se valieron de la organización y la movilización independiente de los pobres y marginados como medio de lucha. Sin embargo, el Gobierno siguió con su plan represivo y respondió con los palos y las balas de goma de la policía. Y ahora, considerándolos insuficientes, recurrió a la utilización del llamado “gas-pimienta”, un producto inflamable que, al contacto con el fuego, se convierte en una llamarada potente. Con este “improvisado” lanzallamas intentaron acabar con la vida de Raúl Castells.
El médico que revisó las graves quemaduras de Castells confirmó que las mismas “no eran producto de ningún elemento líquido” (como el utilizado en las denominadas “bombas molotov”), sino que fueron causadas por “fuego directo”, al tiempo que enfatizaron que “no existía ningún indicio de alcohol o de algún tipo de hidrocarburos en su piel” que pudiese sostener las afirmaciones policiales sobre el uso de esas bombas por parte de compañeros de Castells.
Los sicarios son los ejecutores del siniestro plan, pero los responsables son los más altos funcionarios del Gobierno Nacional y Provincial. A ellos hay que torcerles el brazo con la movilización popular para que no sigan amparando la desaparición de personas como Julio López, el asesinato de jóvenes como Kosteki, Santillán y Diego Lucena, el apaleamiento de los trabajadores del Hospital Francés y tantos otros atentados.
Hacemos un llamado urgente a las organizaciones obreras y populares, a sus dirigentes y a cuantas personas tienen conciencia de la gravedad de estos lechos, para que se sumen solidariamente a las acciones de repudio y exijan las medidas políticas que salvaguarden los derechos mas elementales hoy pisoteados por el Gobierno kirchnerista, porque esta lucha es de todos, mas allá de intereses sectoriales o partidistas.

Convocamos a la movilización contra la Inseguridad este jueves 14, a las 18,30 hs, en Plaza de Mayo, para exigir la aparición con vida de Julio López y decirle ¡basta! a la impunidad y el "gatillo fácil" policial Por Seguridad y Justicia también para los pobres.

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