Por un sindicato democrático e independiente
Los trabajadores de Convergencia de Izquierda opinábamos que había que dar pelea dentro de la UTA, de manera de evitar divisiones en la base y porque más de la burocracia que conduce el gremio, existían condiciones para influenciar a miles de choferes, que ven a los trabajadores del Subte como una referencia.
Sin embargo la mayoría resolvió democráticamente la ruptura con UTA para construir un sindicato de trabajadores subte, resolución que defenderemos con todas nuestras fuerzas, porque respetamos la voluntad mayoritaria y porque creemos que hay que organizar rápidamente la defensa contra el nuevo ajuste del gobierno, que con tarifazos y congelamiento salarial pretende hacernos pagar la crisis a los trabajadores. En función de eso proponemos:
1) Que se convoquen asambleas para votar el reclamo salarial y las condiciones de trabajo ante el vencimiento de las paritarias. No se puede dejar las negociaciones en manos de la dirección de la UTA, que terminará firmando cualquier cosa.
2) Que se elijan inmediatamente delegados en todos los sectores, conformando una sólida estructura de representantes de base que fortalezca la pelea reivindicativa y garantice las tareas de constitución del nuevo sindicato.
3) Iniciar el debate sobre el estatuto y declaración de principios del nuevo sindicato en una discusión amplia y democrática de toda la base. En ese sentido proponemos:
a) Construir un sindicato independiente, pluralista y democrático, sin ningún compromiso con la patronal ni con el gobierno. Un sindicato que asuma la necesidad de solidarizarse con todas las luchas obreras y populares y trabaje por su unificación, ya que no habrá manera de cambiar la realidad de hambre, miseria y desocupación que vive la mayoría del pueblo sin coordinar las luchas y derrotar el plan de ajuste del gobierno patronal.
b) Las bases deben tomar en sus manos las decisiones más importantes del nuevo sindicato, combatiendo decidida y audazmente toda posibilidad de burocratización de sus dirigentes, asumiendo que la burocracia es un cáncer que corroe a la mayoría de los gremios argentinos y los transforma en herramientas al servicio de la patronal y del gobierno de turno.
c) Para combatir la burocratización los trabajadores deben decidir todo y controlar desde cada uno de los sectores y secciones a los dirigentes. Para eso hay que contar con el mecanismo de la asamblea general (convocada en un estadio, como la Federación de Box) para tomar las resoluciones fundamentales, como los planes de lucha, la aceptación o no de las propuestas patronales o a qué central obrera habrá que incorporarse.
d) Los delegados, elegidos nominalmente, deben representar a los trabajadores con mandato de la base en un Consejo de Delegados convocado públicamente y fijando temas, para que la base pueda mandatarlos.
e) Los delegados y miembros de la futura comisión directiva podrán ser revocados si no respetan el mandato de sus compañeros y compañeras, quienes tendrán el derecho de cambiarlos y elegir a otros mediante asambleas de sector o generales, dependiendo de su representatividad.
f) La vieja burocracia de UTA tenía garantizado (mediante el descuento compulsivo) el cobro los aportes aunque traicionara, ya que la patronal se lo garantizaba. Habrá que cambiar este sistema, implementando el sistema de cobro de la cuota sindical que utilizaban los primeros sindicatos argentinos (dirigidos por anarquistas o socialistas), cuando sus delegados estaban obligados a cobrarle uno por uno a sus representados. De esa manera los representantes gremiales tendrán que verle las caras mensualmente a la mayoría de los trabajadores, quienes contarán así con un gran poder de control y de presión sobre los destinos del sindicato.
g) El nuevo sindicato debe evitar la burocratización contando con muy pocos dirigentes rentados, quienes cobrarán el mismo sueldo que en actividad y estarán obligados a rotar sus rentas, volviendo a trabajar a los seis meses, cediéndole el lugar a otro compañero o compañera. Además todos los sectores deben de estar expresados en la conducción del sindicato mediante un sistema de proporcionalidad.
Para que se implemente un estatuto distinto al de UTA será necesario promover un debate en toda la base. Una discusión democrática que tendría que culminar con la realización de una masiva asamblea general, que no sólo vote los estatutos, la declaración de principios y la estrategia general del nuevo gremio, sino un plan de lucha por las reivindicaciones más sentidas.
El Gobierno, los dirigentes de UTA y la patronal ya se ha pronunciado contra el nuevo sindicato. Por lo tanto no será fácil lograr su aprobación. Para conseguirla habrá que pelear duro, tanto en el Subte como desde los distintos sectores que apoyan la construcción del nuevo gremio.
Para organizar esta solidaridad sería muy importante poner en pie una comisión de apoyo que integre a todas las personalidades y organizaciones jugadas a llevar adelante la resolución del plebiscito.
Trabajadores del Subte
De Convergencia de Izquierda
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