(AW) A la mentira orquestada por el gobierno, el sionismo, la justicia y los medios, se sumaron el verdugueo y la humillación. Llamado a desarmar la farsa y sumar todos los brazos solidarios por la libertad de los 12 militantes encarcelados.
Buenos Aires, 6 de junio de 2009 (Agencia Rodolfo Walsh) La compañera “presa del Estado de Israel” en la Cárcel de Ezeiza, Viviana Segovia, militante del Frente de Acción Revolucionaria, sufrió abuso sexual, apremios ilegales, intimidaciones y tortura psicológica por parte del personal penitenciario. A saber: en la Unidad 28 fue obligada a quedarse en ropa interior ante un “masculino” con uniforme. Luego, bajo la amenaza de “conmigo no te hagás la loca” y de su resistencia a desvestirse totalmente, fue forzada por éste a bajarse la bombacha, cosa que hizo parcialmente entre lágrimas y pánico.
Al igual que sus tres compañeras estuvo dos días sin ingerir alimentos y tres sin poder bañarse ni higienizarse. Más tarde, durante un traslado que se inició a las 3 y media de la mañana, le impidieron comer lo que ella misma había preparado y se lo robaron. Al regreso -que culminó al mediodía- le dijeron que al vehículo subiría un preso “violín” y que viajaría con ella, generándole una situación de asfixia y terror durante todo el trayecto. Por otro lado, trascendió que varios militantes del Movimiento Teresa Rodríguez y del FAR sufrieron simulacros de fusilamientos luego de su detención por policías de la Federal.
El presente te condena
De este modo, el gobierno campeón oral de la defensa de los derechos humanos sumó otra despreciable mancha a su atigrado pelaje. El encierro en base ficciones colosales y a una feroz campaña mediática contra 12 militantes y, por elevación, contra toda la rebeldía, lo exhibe para quien quiera verlo, nuevamente, como una de las expresiones más antipopulares sufridas por el pueblo luego de la dictadura militar. Para colmo, este conjunto de tropelías fue realizado en defensa del Estado terrorista de Israel y en favor de los votos que se le vuelven esquivos. Y si no hay votos, se sabe, no se ensanchan las cuentas suizas.
En el país de los ciegos, el tuerto es rey. Pero quienes no juegan a la ceguera política, saben con toda claridad que durante los años de gobierno kirchnerista, desde el 25 de Mayo de 2003, tenemos más de mil muertos por gatillo fácil o la tortura en cárceles y comisarías, superando a cualquier régimen desde 1983. La cantidad de militantes presos por luchar también descolla, con amplitud, sobre los que encerraron sus pares anteriores, en la misma etapa; y son cerca de 6000 las personas judicializadas por razones políticas, según afirma María del Carmen Verdú en “Represión en Democracia”, pags 209/210 (Herramienta Ediciones).
La maniobra persecutoria del gobierno motivó la respuesta de intelectuales y luchadores de la talla de Osvaldo Bayer y Adolfo Pérez Esquivel, entre muchos otros. Ellos denunciaron la maniobra y aclararon por enésima vez, por si hacía falta, que los compañeros del FAR y del MTR acudieron al “festejo” del 61º aniversario del Estado de Israel a manifestar el repudio al genocidio del poder sionista sobre el pueblo palestino, así lo dicen sus volantes y así lo expresaron a viva voz.
Sionistas y nazis
Cómo se recordará, el Estado de Israel es el bastión del imperio en Medio Oriente. Su creación se hizo en tierra Palestina con el pequeño detalle que nunca les consultaron a los palestinos sobre el tema. Como aún así no le alcanzó fue anexando territorios en cada conflicto. Junto a Estados Unidos son los dos únicos países que tienen legalizada la tortura en el mundo. Y como vimos en innumerables imágenes el ejército israelí masacra gente desarmada, niños, mujeres, bombardea hospitales, y asesina a los médicos y paramédicos para vulnerar arteramente las desprovistas filas enemigas. Su poder militar es infinitamente superior al de sus vecinos porque Estados Unidos se encargó de ello. Es el ejemplo por excelencia de Estado terrorista. Resulta claro, que vivimos un contexto donde da repugnancia cualquier celebración de estos israelíes sionistas devenidos en nazis.
A la vez, es impensable que militantes de izquierda porten ni la más mínima cuota de antisemitismo, por el contrario sienten respeto por el pueblo judío del cual una buena parte rechaza los métodos de su Estado, pero sí estamos contra los nazis, los campos de concentración, la muerte por hambre o balas, la tortura, en todo tiempo y lugar. Y eso son, eso hacen, los gobernantes israelíes. El repudio, se extiende por todo el planeta. Lástima grande que ese 17 de mayo no hayamos sido miles los compañeros en ir a manifestar nuestro rechazo a los genocidas. Habría que agradecer al FAR y al MTR por su consecuencia y aprender para futuras ocasiones.
Así, mientas los militantes eran perseguidos, el ministro de Represión, Ruindad y Desechos Humanos Aníbal Fernández no ahorró falsedades contra ellos de un modo tan vulgar que da cuenta exacta de la calidad tan berreta que sustenta a la llamada “democracia” y a sus políticos. Por caso, María José Lubertino quien tiene una historia de considerable oportunismo y pocas luces, en lugar de emplear el Inadi que dirige para combatir la discriminación lo usa para encubrir genocidios y fomentar el procesamiento de quienes los denuncian. ¿Buscará chapa de candidata a algún puesto a costa de la mentira y el escarnio ajeno?
Otro que mostró las garras fue el juez y parte, Claudio Bonadío, mememista de la primera hora y corrupto de todos los minutos, quien ordenó un mamarracho jurídico “violentando las más diversas libertades democráticas y generando una verdadera caza de brujas, con procedimientos de dudosa validez y en la que se mantienen encarceladas a doce personas", según afirmaron Bayer y Esquivel.
Por su parte, el embajador de Israel en la Argentina, Daniel Gazit `reclamó “extinguir a estos grupos”, dejando en claro quien es el terrorista. A la vez, el presidente de la Daia, Aldo Donzis, también la emprendió contra los compañeros pero omitió pedir perdón a su comunidad y al pueblo argentino por la colaboración de esta entidad con la dictadura militar, cuando la Daia entregaba a los campos de concentración de la tiranía a los militantes de izquierda de origen judíos.
Así las cosas, solo nos queda movilizarnos contra la mentira y las rejas a nosotros, al pueblo, a los luchadores no corrompidos por el dinero de la bonanza sojera que tanto benefició al gobierno y a la llamada oposición. Si, los hombres y mujeres que sentimos que si nos tocan a uno nos tocan a todos estaremos firmes, toda vez que un compañero o una compañera sean un blanco móvil de tanta mierda toda junta. Ahora y siempre.
Oscar Castelnovo
Agencia Walsh
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