A un año y medio de su sanción, el carácter confiscatorio de la ley oficial de “in-movilidad” jubilatoria está fuera de dudas. El último aumento semestral dispuesto por esa ley resultó del 8,2%, cuando la inflación real fue del doble. Mientras la inflación licúa los haberes jubilatorios, los recursos del Anses se destinan a la deuda pública, negociados y subsidios en favor de grupos capitalistas. Actualmente, la jubilación mínima, que perciben la abrumadora mayoría de los jubilados, no cubre ni la mitad de la “canasta de pobreza”. Una exacción particular soportan los jubilados docentes, muy lejos del 82% que -se supone- deberían recibir. El haber se les calcula sin considerar las sumas “no remunerativas”, y, ! como a los demás jubilados, con ajustes semestrales. Como consecuencia de ello, el último aumento recibido fue del…1%.
Las organizaciones de jubilados debaten una respuesta de lucha a este despojo. El jueves 27, los jubilados docentes se movilizarán al Congreso. Está planteada una lucha de conjunto contra la “inmovilidad” jubilatoria de la ley oficial, por la plena vigencia del 82% móvil, por el blanqueo de todas las sumas al salario y por una jubilación mínima equivalente al 82% de la canasta familiar.
23 may 2010
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