Ayer,
el gobernador De la Sota tomó por asalto la Legislatura Unicameral para
meter la mano en el bolsillo a los jubilados y a toda la población.
El gobierno, que no cobra impuestos a los pulpos industriales ni a los pools sojeros, aplica un nuevo tributo al combustible que pagaremos todos los cordobeses, y avanza sobre el salario de los jubilados.
Después
de repetir durante semanas y de comprometerse formalmente en la
Legislatura a que la Provincia de Córdoba no iba a armonizar el régimen
jubilatorio local con el nacional, que no iba a aceptar las exigencias
de la Nación , el mandatario provincial terminó imponiendo una estocada
al régimen previsional y un impuestazo. Los cordobeses estamos bajo el fuego de dos ajustadores: Cristina y De la Sota.
El despotismo, la violencia y apuro de De la Sota delatan una aberración mayor. Es la declaración oficial de la quiebra del Estado provincial, hasta ayer negada, y el planteo que esa crisis la paguen los jubilados y trabajadores y no los capitalistas. Enfrentamos la primera imagen de la película.
Las
cartas documento enviadas a la Nación , la presentación ante la Corte ,
y la decisión de “denunciar” el convenio de 1992 resultaron, como
anticipó y denunció el bloque del Frente de Izquierda en la Legislatura ,
la pantalla para proceder al ajuste que exige el kirchnerismo. La UCR y el juecismo apoyaron toda esta impostura.
El
Frente de Izquierda repudia la conspiración montada por el oficialismo,
rechaza los proyectos presentados por De la Sota y convoca a la
población a movilizarse junto a los trabajadores estatales este viernes
10.
Abajo
el impuestazo, inmediata derogación de la ley sancionada en la
madrugada, la defensa incondicional del 82 % móvil, la no armonización,
fuera la intervención de la Caja.
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