La
lucha por la condena a los responsables del crimen de Mariano y del
daño sufrido por nuestra compañera Elsa Rodríguez ingresó en una nueva
etapa.
Una fase aún más dura y encarnizada, adentro y afuera de los tribunales.
Adentro, enfrentamos las tentativas dilatorias de los abogados de Pedraza, la patota y los policías involucrados.
Han exigido, de nuevo, postergar el juicio, impugnar su desarrollo y hasta las evidencias que pesan en su contra.
Pero los videos que ellos mismos pidieron proyectar fueron abrumadores.
Por
la sala del tribunal desfiló la trama de un crimen político perpetrado
por la burocracia sindical con el concurso necesario de la Policía
Federal, los capitalistas de la concesión y el aparato ministerial de
Transporte y Trabajo.
Esta trama es la misma que después llevó a la tragedia de la estación Once.
El
mismo gobierno, que se encuentra entrelazado a todos los protagonistas
de esta trama perversa, ha emprendido la misión imposible de adjudicarse
el comienzo del juicio.
Se
trata de un desatino, en momentos en que la ‘CGT Balcarce’ –de la
Rosada– acoge en sus filas a la burocracia de la Unión Ferroviaria, en
cuya sede se reunirá el Confederal que reclamará luego la legitimidad al
Ministerio de Trabajo.
O cuando el servicio penitenciario del “Vatayón Militante” ha sacado a pasear, también, a Cristian Favale.
La
burocracia de la Unión Ferroviaria ha lanzado incluso un ultimátum: en
una solicitada publicada en La Nación anuncia la “defensa incondicional”
de sus miembros, o sea con independencia de que sea probada su
participación criminal.
El juicio que se inició el lunes
es el producto de una movilización popular que doblegó, hasta ahora,
las maniobras políticas de la impunidad; para derrotarlas en forma
definitiva se necesita más movilización.
Debemos
encarar la nueva etapa con un espíritu de movilización creciente y con
la conciencia de que no se juzga un crimen individual, sino un crimen
político de la clase capitalista, la burocracia sindical y el Estado
contra la clase obrera, contra su juventud militante y contra la
democracia política.
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