"En conciencia, los fieles católicos deben votar NO en el referéndum del 7 de octubre, para rechazar este TLC. Luego se puede renegociar un acuerdo comercial justo” afirman obispos eméritos de la Iglesia Católica Romana (ICR) de Costa Rica, al referirse al referéndum que la ciudadanía costarricense votará el próximo domingo en ese país.
El documento, que utiliza el término “No tengáis miedo”, rescatado de palabras del Papa Juan Pablo II, está firmado por Monseñor Ignacio Trejos; Monseñor Antonio Troyo y Monseñor Héctor Morera
Según los firmantes el manifiesto “es nuestra respuesta a las cinco preguntas por un voto éticamente responsable, planteadas a la grey católica por la Conferencia Episcopal de Costa Rica con relación al referendo sobre el TLC”.
A la primera pregunta, “¿Corrige o aumenta la creciente brecha social y económica interna?” la respuesta es “El modelo económico neoliberal del TLC, aumenta la brecha social y económica. La clase media tiende a desaparecer aceleradamente. Con el TLC, habrá unos pocos ricos más ricos y muchos pobres más pobres.
La contestación a la segunda “¿Ayuda a eliminar o deja inalterables las raíces de la pobreza?”, es que “La estrategia mercantil del TLC reproduce y aumenta las raíces de la pobreza. En aras del llamado libre comercio, el TLC ata de manos al Estado Social de Derecho, impidiéndole establecer políticas preferenciales para los pobres”.
Sobre la tercera, si el TLC “¿Fortalece o debilita la capacidad nacional para decidir con autonomía sobre el propio desarrollo?”, los obispos eméritos afirman que “Costa Rica pierde autonomía para escoger su propio desarrollo, porque el TLC enyuga el país a los mecanismos globalizados que disminuyen la soberanía y la independencia de la nación”.
La opinión sobre el cuarto interrogante, “¿Quedan los productores costarricenses más fortalecidos o más vulnerables frente al socio comercial?, el comunicado sostiene que “La lógica mercantil del TLC favorece a las corporaciones transnacionales, en detrimento de las empresas productivas nacionales. La pequeña y mediana empresa queda muy vulnerable. El TLC mantiene los subsidios multimillonarios en dólares a la agricultura del mayor socio comercial, mientras en Costa Rica la agricultura es desamparada y los agricultores son abandonados.
Para la quinta pregunta, “¿Respeta la vida humana tal como se estipula en nuestro ordenamiento jurídico?” el comentario de los obispos de referencia es que “El TLC viola la santidad de la vida humana, mercantiliza desde los embriones hasta los órganos humanos. La persona humana es sacrificada como corderillo en el altar del libre comercio. Nuestro criterio ético se basa en los principios de justicia, equidad, solidaridad, opción preferencia] por los pobres, libertad, autonomía, participación, diálogo y respeto por el ambiente. Estos principios en una economía solidaria deben complementar a los de eficiencia, competitividad – productividad”
Los eméritos obispos catolicoromanos agregan que “La Constitución Política de Costa Rica establece en su artículo 74 que el principio cristiano de justicia social es el fundamento de una política permanente de solidaridad nacional. Este TLC es contrario al principio cristiano de justicia social” y que “Desde la ética cristiana, es necesario y justo votar NO en cl referéndum del 7 de octubre. Una vez rechazado este TLC, Costa Rica puede renegociar un acuerdo comercial bilateral justo con su principal socio comercial, como lo han hecho Chile, Colombia, Panamá.”
AGENCIA DE NOTICIAS PRENSA ECUMENICA
1 oct 2007
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