Frente a la segunda vuelta en las elecciones para jefe de gobierno en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 24 de junio, el Partido de la Liberación (PL) llama al pueblo a votar en contra del candidato de la ultraderecha, Mauricio Macri, del PRO.
Hay que impedir un triunfo de ese emblema del neoliberalismo y la represión policial; de la “mano dura”, las privatizaciones y la subordinación del país al imperialismo yanqui. Macri es eso y mucho más, pese a que ahora se disfrace de político “nuevo” y prometa una gestión de “inclusión social”.
No hace falta demasiada memoria para recordar que Macri y su emporio familiar Socma fueron activos partícipes de los años ´90, cuando se desguazó el Estado, se privatizaron las empresas, se despidió un millón de empleados estatales, se arruinó a los jubilados, desaparecieron 100 mil productores agropecuarios pequeños y medianos, y se puso al país en el collar de la superpotencia yanqui y la Unión Europea.
Con Macri en el gobierno de la ciudad se va a atentar contra las conquistas de los trabajadores del Subte, el Hospital Francés y la Cooperativa del Bauen Hotel, logradas con las luchas. Se va a golpear a los organismos de derechos humanos y al proyecto de Museo de la Memoria. Se protegerá a Videla y demás genocidas para que no haya juicio y castigo a los crímenes de la dictadura. Si llega al gobierno va a presionar por el aumento de las tarifas de los servicios públicos porque siempre abogó por los intereses de las multinacionales y no de los trabajadores y usuarios. Su gobierno en la ciudad operará en contra de las relaciones de amistad con Cuba y Venezuela, y a favor de la dependencia de Estados Unidos y Europa.
Si alguien tiene dudas, recomendamos leer los editoriales de La Nación, oír Radio 10 y las homilías del cardenal Bergoglio, ver los aprestos de Menem, Duhalde, Puerta, López Murphy, Lavagna, Blumberg, etc, para saber que toda esta fauna reaccionaria se frota las manos por el previsible triunfo macrista. Y lo concibe como el primer paso hacia un gobierno oligárquico y enteramente suyo en el orden nacional.
Por eso proponemos en esta segunda vuelta votar contra Macri utilizando la boleta de Daniel Filmus-Carlos Heller. Abstenerse, anular o votar en blanco, como sugirieron los partidos trotskistas y el PCR con un comunicado donde golpeaban centralmente a Kirchner y Filmus, es hacerle el juego a Macri, la derecha y el embajador norteamericano Earl Wayne. Eso no es ser de izquierda.
Por supuesto, votar contra Macri no supone olvidar ni por un instante las críticas que el PL mantiene contra el gobierno nacional y varias políticas de Filmus en el ministerio de Educación. Seguirá peleando por un salario igual a la canasta familiar, jubilaciones dignas, empleo genuino, la distribución equitativa del ingreso, la nacionalización del petróleo, gas y los recursos naturales; por el no pago de la deuda externa, la anulación de las “leyes antiterroristas” votadas a pedido de Bush, la libertad de los presos políticos y el regreso de los soldados argentinos de Haití.
Pero así y todo el PL no iguala a Kirchner con George Bush; al Mercosur con el ALCA y las “relaciones carnales”; al Banco Credicoop con el Citibank y el FMI; ni a las Apymes con Wal Mart-Carrefour-Norte. Tampoco iguala a Filmus con Macri; al recuperado Museo de la Memoria con la Esma de la dictadura; a Hebe Bonafini, Nora Cortiñas y Estela de Carlotto con el fascista Blumberg; a Raúl Zaffaroni con Julio Nazareno; ni a Carlos Heller con Jorge Brito (Banco Macro).
La izquierda tiene que votar contra Macri el 24 de junio. Y el 25 de junio, sea cual fuera el resultado, seguir luchando por los objetivos mencionados y la formación de un Frente Popular Antiimperialista.
Partido de la Liberación (PL), Comité Regional Capital, 19 de junio de 2007
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