10 dic 2008

EL FAN CON CHEPPI

Frente Agropecuario Nacional - FAN
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------COMUNICADO Nº 285 10 DE DICIEMBRE DE 2008

El Secretario de Agricultura recibió al Frente Agropecuario Nacional

El presidente y secretario de la entidad, Horacio Delguy y Carlos Urioste, junto al presidente de la Confederación General de la Producción, Nestor Lombardi, al economista Gerardo Tresca y miembros de la Comisión directiva de la entidad participaron de la audiencia otorgada por el Secretario de Agricultura de la Nación, Carlos Cheppi.

La reunión, permitió a la dirigencia plantear los problemas de rentabilidad y ahogo económico que está padeciendo el sector en el marco de la actual crisis global, agravado por las particulares circunstancias que se dan en el ámbito doméstico

A lo largo del diálogo establecido y ante las solicitudes del FAN, el Ing. Cheppi comprometió su gestión para coordinar un encuentro con el presidente de la ONCCA, Ricardo Echegaray a fin de abordar los problemas que vienen afectando a pequeños y medianos productores en los trámites de compensaciones.
También quedó planteada la participación del Frente Agropecuario Nacional en la convocatoria futura a la dirigencia rural junto a todas las entidades representativas.
De acuerdo con lo expresado por el Secretario de Agricultura se analizan modificaciones a las retenciones del girasol y al esquema de exportaciones de carnes y menudencias para mejorar los indicadores económicos sectoriales.


PETITORIO Y PLAN GANADERO PRESENTADO ANTE EL SECRETARIO DE AGRICULTURA DE LA NACIÓN


Señor Secretario de Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación
Ing. Agr. Carlos Cheppi
S / D

La audiencia otorgada por el Sr. Secretario de Agricultura de la Nación nos permite plantear ante la máxima autoridad responsable del sector agropecuario del Gobierno nacional las siguientes consideraciones:

1- Que los representantes del campo argentino no pueden ni deben permanecer aislados de los funcionarios que tienen a su cargo la implementación de las políticas agropecuarias nacionales. Todo conflicto prolongado aleja el debate y la solución consensuada de los problemas, potencia la incomunicación y ocasiona perjuicios significativos y generalizados a todos los sectores involucrados. El conflicto provocado por la resolución ministerial 125 muestra con claridad cómo numerosas entidades representativas de la producción, como el Frente Agropecuario Nacional, fueron sistemáticamente excluidas de los debates e impedidas de contribuir a encontrar la solución a una problemática, aún pendiente de resolución.

2- Que frente a una crisis global sin precedentes, el Frente Agropecuario Nacional sostiene que el campo y el gobierno deben con urgencia sumar esfuerzos para procurar minimizar en todo lo posible los efectos de una recesión económica de magnitud, atendiendo con políticas adecuadas la caída estrepitosa de los valores de la producción agropecuaria.

3- Que nuestro sector rural aparece entre los más comprometidos de la economía argentina, como consecuencia de la súbita y profunda baja de los valores de los productos de la tierra en los mercados internacionales y domésticos, a lo que se suman negativamente los costos internos de producción impermeables a la baja. Esto resulta agravado por la persistencia de retenciones a las exportaciones pensadas para otros niveles de precios, de limitantes al comercio exterior aplicadas bajo otro contexto internacional, de distorsiones a favor de los eslabones más poderosos y concentrados de las cadenas agroalimentarias, impidiendo que las bajas de los precios de los productos agropecuarios lleguen al consumidor, y de un tipo de cambio real deteriorado por la inflación doméstica y las devaluaciones monetarias de los países de la región. Como si esto fuera poco, una sequía de proporciones históricas en buena parte del territorio y heladas tardías, conforman un panorama rural que en los últimos meses podemos calificar como desolador.

En base a lo apuntado solicitamos:

A- INSTITUCIONALIZAR UNA MESA NACIONAL DE CONCERTACIÓN DE POLÍTICAS AGROPECUARIAS, con la participación amplia de entidades representativas del sector y de funcionarios del más alto nivel político y técnico, incluyendo a representantes de la ONCCA, INTA, INTI, SENASA, CONICET, Universidades y Centros de Estudios especializados en la materia. Mediante el diálogo institucional se logrará consolidar un marco adecuado para la elaboración de estrategias de corto, mediano y largo plazo para el ámbito agropecuario, estableciendo horizontes de superación tendientes a evitar los conflictos y enfrentamientos verificados en los últimos tiempos como consecuencia de enfoques superficiales y abordajes coyunturales negativos para la producción estable y sostenida.

B- RECOMPONER PRECIOS RELATIVOS: La crisis financiera global y las alteraciones económicas en curso –léase recesión- que afectan en mayor o menor medida a todos los países del orbe, ameritan la urgencia de considerar ajustes macroeconómicos que tengan en cuenta los actuales valores agrícolas internacionales y su impacto negativo en nuestros esquemas productivos y en el conjunto de la economía nacional. El nivel de retenciones de nuestros productos exportables, que consideramos altamente desproporcionados a los valores vigentes, la modificación del tipo de cambio real, también muy rezagado, y los altísimos precios de los principales insumos y costos de producción, son cuestiones imprescindibles en el análisis y en la formulación de soluciones.

C- POLÍTICAS ACTIVAS Y DIFERENCIADAS : El proyecto de desarrollo agropecuario que proponemos requiere políticas activas, diferenciadas y segmentadas en defensa de todos los productores agropecuarios, especialmente de los productores chicos y medianos y familias campesinas, integrantes más débiles y vulnerables en estas circunstancias. También adoptar medidas tendientes a terminar con una situación donde los actores más fuertes y concentrados de la comercialización e industrialización internacional y doméstica, tanto nacionales como extranjeros, pueden imponer elevados costos al productor, eternizar aumentos en los valores de los insumos y concurrir al mercado como monopolios u oligopolios, adquiriendo la producción a precios más bajos de los ya deteriorados por los mercados internacionales. Estos últimos mecanismos siguen implicando, en la persistente lógica neoliberal de los mercados sin regulaciones ni límites, transferencias de ingresos que pulverizan buena parte de la rentabilidad de los que producen, y diluyen sin alternativas el poder de compra del salario de los que consumen.

D- ELIMINAR RESTRICCIONES A LAS EXPORTACIONES Y AL COMERCIO INTERNO DE PRODUCTOS AGROPECUARIOS: Valoramos positivamente el esquema macroeconómico de crecimiento productivo y desendeudamiento del sector aplicado durante los años 2003 a 2006, pero debemos señalar que un cúmulo de regulaciones inconducentes y falencias metodológicas, generadoras de injusticia y discriminación, motorizan innumerables problemas, quitan rentabilidad, inducen quebrantos generalizados y provocan procesos de concentración económica y desarraigo rural. Entre los más afectados debemos mencionar, entre otros, a criadores de ganado vacuno, pequeños engordadores de ganado a corral, agricultores de trigo y maíz, tamberos y productores de las variadas economías regionales del país. Todos estos productores –millares de agentes económicos pero también esenciales actores sociales y políticos de sus comunidades-, como ciudadanos de la Nación, requieren una muy urgente atención de las autoridades competentes dado que buena parte de ellos está en riesgo crítico e inclusive está comprometida su supervivencia productiva.

Frente Agropecuario Nacional - FAN -
Carlos Urioste Horacio Delguy
Secretario Presidente

Plan Ganadero Nacional

Desde el Frente Agropecuario Nacional consideramos que la Argentina necesita generar un proyecto de desarrollo pecuario y una matriz productiva de largo plazo funcional a los intereses de la Argentina como Nación y condiciones necesarias para que cientos de miles de familias de micro, pequeños, medianos y grandes empresarios rurales preserven su patrimonio cultural y productivo generando más y mejores alimentos.
Creemos necesario el diseño de un proyecto que implique: previsibilidad,, reglas de juego claras, estabilidad normativa y políticas gubernamentales que liberen de distorsiones, injusticia, discriminación y posiciones dominantes a los mercados.
Los lineamientos estratégicos para el desarrollo de la cadena de ganados y carnes elaborado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación conforman una serie de medidas y objetivos tendientes a aumentar la producción de carne vacuna que, en términos generales, compartimos y apoyamos.
Pero estamos convencidos de que estos lineamientos son necesarios pero no suficientes, si pensamos en un verdadero proyecto de desarrollo ganadero de largo plazo.
El campo es mucho más que márgenes brutos, producción de alimentos, inversiones y exportaciones. El campo es territorio nacional y sustento de la cultura productiva de cientos de miles de familias agropecuarias que deben continuar ocupando de manera equilibrada nuestro vasto territorio. No podemos olvidar lo sucedido durante la convertibilidad de los noventa, una década donde los aumentos en la producción agropecuaria ocultaron la desaparición y endeudamiento salvaje de cientos de miles de mujeres y hombres del campo, la concentración de la tierra y la economía y la desnacionalización del patrimonio público y privado de todos los argentinos.. Creemos necesario sumar a los objetivos productivos propuestos como instrumentos de una política pecuaria de largo plazo, la defensa del tejido social del interior, la problemática geopolítica y el diseño de una matriz productiva pecuaria, funcional a nuestros intereses como Nación.
Esperamos que estas observaciones sirvan para perfeccionar un verdadero modelo de desarrollo pecuario nacional por encima de cualquier interés subalterno, ya sea particular, corporativo o de política partidaria..

Como consecuencia creemos necesario plantear una serie de consideraciones que pueden perfeccionar los lineamientos planteados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación.

· La solución a los problemas que enfrenta el agro, crecientes en cuanto a los efectos socioeconómicos y ambientales que se presentan cíclicamente, solo podrá concretarse a través de un verdadero Proyecto de Desarrollo Agropecuario y Forestal enmarcado en un Plan de Ordenamiento Ambiental del territorio en horizontes de corto, mediano y largo plazo no antagónicos entre sí, y que considere al sector como una unidad que abarca no solo a los productores y sus predios sino al conjunto de recursos naturales con potencialidad productiva y a los efectos e impactos ambientales valorizados e identificados que permitan diseñar y propiciar una matriz social y productiva sustentable y funcional a los intereses de la Argentina como Nación

· Esto implica que no se puede tratar, como compartimentos estancos, entre otras, a las políticas macroeconómicas, a las tributarias, incluyendo las retenciones a las exportaciones, a las de ciencia y tecnología, a las de fomento y promoción a determinadas actividades productivas y/o de transformación, a las de exportación, a las de abastecimiento a los requerimientos internos de alimentos, a las de semillas, biotecnología y biocombustibles, a las del control de plagas y enfermedades, a las concernientes al cumplimiento de tratados internacionales, a las de seguridad en el medio rural, a las de colonización y tenencia de la tierra, tanto bajo formas propietarias como no propietarias, a las de control de la sanidad, calidad y trazabilidad de animales y plantas y a las de comercialización tanto de los productos primarios como secundarios generados en el sector.

· Un verdadero plan ganadero de mediano y largo plazo debe estar dotado de excelencia científica y tecnológica, promover la producción ganadera a través de pymes agropecuarias para abastecer mercados internacionales en expansión y a un consumo interno que pueda adquirir los productos cárnicos a precios que impliquen rentabilidad para el sector ganadero vacuno y desarrollo de carnes sustitutas, ser funcional a los intereses nacionales y establecer precios relativos equilibrados frente al resto de los sectores y entre los distintos eslabones de la cadena de ganados y carnes.

· El Plan Ganadero no puede agotarse en solucionar aspectos coyunturales y particulares de los diferentes eslabones de la cadena de ganados y carnes y por consiguiente creemos debe involucrar un programa que surja de la excelencia técnico-productiva y especializada de la cartera agropecuaria y sus organismos dependientes ( INTA, SENASA, PSA, PROSAP ) para finalmente complementarse y consensuarse en los aspectos ideológicos, políticos y gremiales con todos los eslabones y organizaciones de la cadena de ganados y carnes integradas a la mesa nacional junto con representantes de la Secretaría de Agricultura de la Nación.

Proponemos un Plan Ganadero de mediano y largo plazo integrado a un proyecto de desarrollo agropecuario nacional que, entre otros conceptos, considere :

I- La plena vigencia de la Constitución Nacional y por lo tanto la modificación de la legislación y normativa contradictoria, para adecuarla a ella.

II- Acciones que frenen el éxodo rural y promuevan el arraigo, en el marco de una estrategia de ocupación del territorio nacional, cada vez mas “vacío” de productores agropecuarios, y eviten la aparición de grandes concentraciones de tierras, entre otras externalidades negativas, no conociéndose aún beneficios suficientes que justifiquen dicha concentración, exclusión y desarraigo rural. No podemos olvidar que entre los años 1969 y 2002 desaparecieron, según censos oficiales 263.573 explotaciones.

III- Reivindicar históricamente a los cientos de miles de productores agropecuarios e integrantes de comunidades del interior descendientes de la primera, segunda, tercera y cuarta ocupación, la mayoría de ellos expulsados del medio rural como consecuencia de políticas equivocadas.

IV- Suspender todas las acciones de desalojo contra pobladores individuales, familias de productores y comunidades, ocupantes legítimos de tierras a través de varias generaciones de argentinos y detener, con esta suspensión, los atropellos que actualmente ocurren en numerosas provincias y diversas regiones del país.

V- La regulación de los recursos hídricos utilizados para el riego, especialmente en aquellas provincias que no cuentan con un marco regulatorio sustentable y justo.

VI- Fortalecer al SENASA como policía sanitaria y responsable directo en la certificación de calidad, sanidad, trazabilidad, planes sanitarios nacionales y otorgamiento de certificados internos e internacionales. Aumento de su presupuesto, autarquía financiera, jerarquización de sus oficinas locales y su consideración como la estructura básica sanitaria con funciones indelegables e inclaudicables e informatización suficiente para garantizar con certeza y credibilidad la sanidad, calidad y trazabilidad de animales, plantas cultivadas y alimentos que produce cada uno de los distritos del país sin intermediación alguna y mediante procedimientos razonables en lo económico, productivo y jurídico .

VII- Reformulación del IPCVA, con la participación de todas las entidades representativas de la cadena de ganados y carnes y con parámetros de promoción acordes con lo que establezca este proyecto ganadero de largo plazo y con las acciones y programas emanados de la Secretaría de Agricultura de la Nación.

VIII- Estudios profundos y confiables, respecto a los mercados internos y externos.

IX- Conocer el costo de producción de la matriz productiva propuesta, especialmente respecto al balance de divisas con el exterior y a requerimientos de insumos importados. También, establecer sus probables consecuencias sobre la estructura social agraria.

X- Precisar una política activa de financiamiento, que oriente a las decisiones respecto a qué, cómo y con quienes producir. La reestructuración del crédito a los productores agropecuarios, estableciendo un sistema de seguro agropecuario integral y solidario que los cubra del riesgo de pérdida de sus predios por fracasos en la producción, y que les garantice servicios de asistencia técnica y de comercialización de sus productos para superar los períodos de crisis. Créditos a tasas preferenciales para implantación de praderas, instalaciones para el ganado, corrales de engorde, balanzas, mejoras, y puesta en marcha de establecimientos faenadores y pequeñas plantas industriales, retención de vientres y maquinaria agrícola para pymes agropecuarias. Reformulación de la Ley de emergencia agropecuaria en sintonía con el seguro agropecuario propuesto.

XI- Instrumentar una efectiva y sostenida dinamización de las actividades que deberían hacer uso de las potencialidades productivas de los recursos naturales existentes en las Provincias y zonas extra pampeanas, bajo criterios de desarrollo sustentable.

XII- Adecuar a la SAGPyA y a la ONCCA, para cumplir con la regulación y control de las actividades y acciones emanadas de los planes propuestos, en este caso el plan ganadero nacional.

XIII- Dotar a la Subsecretaría de Alimentación y Mercados, de funciones concernientes a la elaboración, implementación y control de la agroindustria, con énfasis en el fomento y desarrollo de la agroindustria de menor tamaño, destinada a agregar valor a la producción de pequeños productores organizados en unidades asociativas agroindustriales, en este caso relacionadas con la producción pecuaria.

XIV- Implementar la comunicación y extensión social, con énfasis sobre los sectores de productores más vulnerables en particular, y de pequeños y medianos en general.

XV- Propiciar junto a otros organismos e instituciones del sector público el retorno a las actividades agropecuarias de productores, o de sus hijos ( “expulsados” del sector durante la segunda mitad del siglo XX por la aplicación de políticas incorrectas )

XVI- Diseñar e impulsar la creación de nuevas formas asociativas que posibiliten adecuadas economías de escala. Esta política integral implica la necesaria reparación histórica a los expulsados de las pequeñas y aún de medianas unidades de producción. Una política semejante debería ser aplicada para la instalación de nuevos productores agropecuarios.

XVII- Activar la promoción, fomento y participación a través de la asistencia técnica, la comunicación y la extensión, de la agricultura y ganadería orgánica, incluyendo otras actividades productivas asociadas tanto a la agricultura como a la ganadería y al manejo sustentable de los bosques nativos

XVIII- Impulsar un cambio sustancial en la tributación del sector, consolidando criterios progresivos de tributos en función de la superficie, productividad, localización y uso. Eliminación del IVA a los productos de la canasta familiar, aplicación de ajustes por inflación, exención del ganado de cría, reproductores e inversiones productivas del impuesto a los bienes personales.

XIX- Implementar una política de ciencia y tecnología que se corresponda con los cambios que se postulan para el sector, superando el actual nivel de conducta imitativa de lo que ocurre en ciertos países considerados avanzados, pero que en muchos casos implican sistemas con altos subsidios energéticos con degradación de los recursos naturales y expulsión de grandes contingentes de productores.

XX- Solucionar definitivamente los problemas generados por la deuda de los productores con el sistema bancario nacional y provinciales, especialmente los de las micro y pequeñas y medianas empresas. Refinanciación y recálculo de pasivos de los productores ganaderos , muchos de ellos, señalados por el sistema o marginados del circuito bancario.

XXI- Promover, apoyar y fomentar la reactivación y la instalación de plantas agroindustriales en el interior del País. Existen numerosas plantas cerradas, muchas de ellas prácticamente propiedad de los Estados nacional y provinciales que podrían servir para originar unidades de producción integradas.

XXII- Promover, apoyar y fomentar la exportación de productos agropecuarios con adecuados niveles exigibles de valor agregado. Desgravar el aumento del numero de vientres, el mejoramiento genético y el ganado faenado con pesos superiores a los 400 Kg. en pie

XXIII- Promover, apoyar, fomentar e implementar programas de capacitación tendientes a que los productores maximicen los beneficios que posibilitan obtener la implementación de las políticas enunciadas, con especial énfasis respecto a los productores que se reinsertan en el sector y a los nuevos productores.

XXIV- Establecer políticas eficaces y eficientes para el control de las evasiones impositivas en la declaración de existencias y comercialización pecuaria

XXV- Estudio, seguimiento, análisis y difusión de los precios indicativos del ganado y las carnes sobre cada uno de los eslabones de la cadena incluidos los de la venta minorista.

XXVI- Impulso al Mercado de Liniers como mercado concentrador y formador de precios del ganado en pie otorgándole condiciones y mecanismos preferenciales que permitan asegurar participación suficiente y operatividad tendiente a impedir cualquier accionar público o manejo oligopólico entorpecedor del libre juego de la oferta y la demanda.

XXVII- Propiciar la concreción de planes provinciales y regionales, adheridos y complementarios de este proyecto nacional. La infraestructura vial, la electrificación y la educación rural son aspectos que las provincias junto a la Nación deben tener en cuenta, sumando esfuerzos para lograr los objetivos de desarrollo y producción propuestos.

Otras Consideraciones



1.- Bajar la alícuota del Impuesto al Valor Agregado ( del 21% al 10,5% ), a los subproductos derivados de cereales, granos oleaginosos, o de la industrialización de frutas y hortalizas aptos para el consumo animal.
Propiciar su utilización como suplemento de la dieta alimenticia del ganado, especialmente de vientres vacunos, implicaría aumentar el porcentaje de preñez y peso de los terneros al momento del destete.

2.- Permitir el uso controlado de promotores de crecimiento probados como inocuos para la salud humana.
Permitiría a los invernadores aumentos de entre un 10 y un 15 % de la producción de carne con la misma cantidad de forraje.

3.- Generar condiciones favorables, como eliminar las retenciones correspondientes a los impuestos sobre los Ingresos Brutos y Ganancias ( 0,85 % y 2 % respectivamente ) para todo el ganado comercializado a través del Mercado de Liniers. Se trata de aumentar los ingresos a ese mercado y como consecuencia lograr consensuar con los consignatarios una rebaja del 3 al 2 % en el monto de las comisiones y con el Mercado de Liniers otra del 0,4 % al 0,3 % del derecho de piso.
Esto permitiría aumentar la comercialización de ganado – actualmente entre el 12 / 15 % del total de hacienda gorda vendida en el país – en el Mercado de Liniers y de esta forma lograr mayor transparencia en las operaciones.

4.- Modificar la distribución de la Cuota Hilton, haciéndolo a través del pago de un canon establecido por la Secretaría de Agricultura ( por ejemplo 2000 dólares por tonelada ) y topes de adjudicación por empresa o grupo de productores. Los fondos obtenidos por este concepto deberían ser destinados a engrosar el presupuesto del SENASA que entre otras cuestiones podría recuperar funciones y misiones delegadas, por falta de presupuesto, a organismos paragubernamentales o empresas privadas, dejando sin efecto aranceles sanitarios y de promoción y costos operativos de planes de vacunación hoy a cargo de los productores. De esta manera la mayor parte de los beneficios otorgados por la Unión Europea estarían llegando directamente al universo de nuestros productores agropecuarios como debería corresponder.

5.- Desgravación impositiva de animales faenados en el caso de machos, con más de 420 kilos y de hembras jóvenes (hasta 2 dientes) de mas de 360 kilos.

6- Igualar en el menor plazo posible los estándares sanitarios de todos los establecimientos faenadores y de troceo de nuestro país. Este sería el primer paso para poder comercializar el ganado faenado por cortes anatómicos logrando una mejor distribución de los mismos por zonas y/o regiones según aptitud del consumo, y permitiendo la exportación de los cortes caros de los cuartos traseros, desde cualquier planta al tener igualado el status sanitario. Para llevarse a cabo esta iniciativa es imprescindible que las plantas frigoríficas cuenten con el tiempo y la financiación suficiente a efectos de realizar las mejoras que exijan la puesta a punto de los estándares de sanidad sin que ello implique dejar afuera del mercado a ninguna de ellas.

7.- Control municipal, provincial y nacional efectivo sobre la totalidad de los comercios minoristas, incluidas las grandes cadenas de supermercados, frigoríficos y abastecedores (facturas de compra y venta, habilitaciones y lugares de emplazamiento). Creemos necesario implementar un sistema de seguimiento claro y transparente sobre los precios relativos de los diferentes eslabones de la cadena de ganados y carnes tanto para los del consumo interno como para los de exportación.

8.- Dotar al SENASA de fondos suficientes para ejercer directamente el control sanitario sobre la producción, comercialización, industrialización y exportación de ganados y carnes en todas sus etapas. Creemos que se debe terminar con la tercerización de controles, funciones y misiones indelegables e inclaudicables del organismo sanitario nacional. No es lógico que productores controlen productores y parece poco serio, a la hora de negociar con el exterior, que el SENASA, reconozca que en casos donde ha habido brotes o problemas sanitarios, la responsabilidad y las fallas del sistema no puedan determinarse ni atribuirse a nadie por esa indebida delegación de funciones.

9- Centralizar en el SENASA completo control y manejo de la trazabilidad del rodeo vacuno Nacional. El mismo debe ser implementado de manera racional. Creemos equivocada la idea de implementar un sistema de trazabilidad individual – lo que significaría en la práctica emitir un verdadero “documento de identidad” a mas de 14 millones de cabezas por año, cuando sabemos que el estado es incapaz de documentar a decenas de miles de seres humanos argentinos y extranjeros que deambulan sobre nuestro territorio sin documentación alguna. Creemos debe pensarse en un sistema de trazabilidad coherente y práctico cuyo seguimiento informático implique utilizar un número de RENSPA y año de nacimiento identificatorio de cada animal vacuno de nuestro país.

10.- Desgravación impositiva a la retención de vientres.

11.- Cambio en la tipificación de reses en planta. La misma deberá ser hecha por terneza de la carne, edad del animal, etc. a fin de premiar la calidad.

12- Considerar medidas tendientes a una mejora sustancial sobre todos los aspectos que involucran a la inseguridad rural. No puede existir ningún plan ganadero exitoso si los productores deben producir en un ámbito de inseguridad, faena clandestina, delitos sobre la propiedad y las personas e impunidad generalizada.

Si bien la propuesta de políticas arriba enunciadas constituyen definiciones precisas, cabe señalar que ellas no agotan las necesarias para transformar la actual orientación del Estado en materia agropecuaria, forestal y de alimentos en particular, y de recursos naturales en general. Pero sí, sobre esta base es indudablemente factible el diseño y la implementación de una estrategia de crecimiento y desarrollo sustentable, sin dudas alternativa de la actual y con significativos efectos sobre la calidad de vida de la población rural en particular y la de todos los argentinos en general.

COMISIÓN DIRECTIVA
FRENTE AGROPECUARIO NACIONAL

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