Producto de muchos años de lucha por parte de las organizaciones piqueteras por nuestro derecho a trabajar, el gobierno nacional bajó a Mar del Plata, como a otras ciudades de nuestro país, un programa para la implementación de Cooperativas de Trabajo en la pequeña obra pública que se realiza en los barrios (veredas en plaza, limpieza de arroyo, refacción de espacios municipales, etc.). Esta conquista permitió que 32 compañeros del MTR se incorporaran a
la realización de estos trabajos, en principio durante un año.Sin embargo, la implementación del programa no fue realizada en tiempo y forma, y las trabas burocráticas estuvieron siempre presentes.Finalmente, el gobierno municipal, conciente de su incapacidad para sostener este tipo de trabajos y de sus posibles incumplimientos en la ejecución, decidió extorsionar a las cooperativas, poniéndonos como condición para trabajar la obligación de firmar un “convenio de convivencia” en cuya cláusula 3º se no prohibía reunirnos y manifestarnos en ámbitos municipales. Es decir, que debíamos renunciar al derecho más básico de la clase trabajadora que es el de reclamar por el cumplimiento de nuestros derechos laborales.Algunas organizaciones
decidimos no aceptar esta extorsión y seguir peleando para que nuestro trabajo llegue sin condicionamientos. Así, logramos que la cláusula 3º fuera modificada y que el gobierno municipal se haga cargo de garantizar cuestiones operativas para la implementación de las obras que están por comenzar (agua y luz de obra, cartel de obra, más herramientas, etc.), comprometiéndose a mantener canales de dialogo abiertos.Queda demostrado que la única manera de alcanzar nuevas conquistas es seguir peleando por nuestros derechos, es salir a la calle y hacerles sentir nuestras demandas.
la realización de estos trabajos, en principio durante un año.Sin embargo, la implementación del programa no fue realizada en tiempo y forma, y las trabas burocráticas estuvieron siempre presentes.Finalmente, el gobierno municipal, conciente de su incapacidad para sostener este tipo de trabajos y de sus posibles incumplimientos en la ejecución, decidió extorsionar a las cooperativas, poniéndonos como condición para trabajar la obligación de firmar un “convenio de convivencia” en cuya cláusula 3º se no prohibía reunirnos y manifestarnos en ámbitos municipales. Es decir, que debíamos renunciar al derecho más básico de la clase trabajadora que es el de reclamar por el cumplimiento de nuestros derechos laborales.Algunas organizaciones
decidimos no aceptar esta extorsión y seguir peleando para que nuestro trabajo llegue sin condicionamientos. Así, logramos que la cláusula 3º fuera modificada y que el gobierno municipal se haga cargo de garantizar cuestiones operativas para la implementación de las obras que están por comenzar (agua y luz de obra, cartel de obra, más herramientas, etc.), comprometiéndose a mantener canales de dialogo abiertos.Queda demostrado que la única manera de alcanzar nuevas conquistas es seguir peleando por nuestros derechos, es salir a la calle y hacerles sentir nuestras demandas.
La organización y la lucha son el único camino
Por Trabajo, Dignidad y un Cambio Social
Movimiento Teresa Rodríguez
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