Dirigencia de la UCR
JUSTIFICANDO LA ALIANZA CON LA DERECHA
El martes 9 de agosto dirigentes del PRO y la UCR constituyeron la
mesa provincial de Cambiemos en Santa Fe, con la evidente intención de
debilitar allí al gobierno del socialista Miguel Lifschitz. En la misma
dirección y con el mismo objetivo había recorrido ya dicha provincia
Elisa Carrió en julio, expresando: "yo me harté de los socialistas,
porque me traicionaron siempre, el próximo gobierno, en el 2019, tiene
que ser de Cambiemos". También se sumó a la ofensiva el propio
presidente Mauricio Macri, quien a fines del mes pasado atacó al
gobernador santafesino diciendo que “es el que tiene menos vocación para
coordinar y trabajar en equipo con la nación”.
No le es sencillo a
la dirigencia de la UCR, que forma parte del gobierno de Santa Fe con
los socialistas y otros partidos desde el año 2007, en que ganó Hermes
Binner, explicar porqué rompe el Frente Progresista provincial para
armar Cambiemos allí. Mucho menos teniendo en cuenta que el gobierno
nacional, manejado por el PRO y los CEOS de diversas grandes empresas,
con presencia poco mas que testimonial del radicalismo, ha puesto en
marcha una agenda neoliberal de ajuste sobre los que menos tienen y
traslados de ingresos hacia los mas pudientes claramente identificada
con la derecha vernácula.
Para poder hacerlo el presidente de la
UCR en el orden nacional, intendente a su vez de la ciudad de Santa Fe
por el Frente Progresista, recurrió a una justificación falsa por donde
se la mire. Dijo José Corral que “Cambiemos es un frente nacional que el
radicalismo integra por decisión de sus órganos partidarios. Y lo
hacemos convencidos porque el país necesitaba un cambio. Si no se
hubiese construido Cambiemos, estarían gobernando José López, Lázaro
Báez y Milagro Sala. En buena hora que se constituyó Cambiemos”.
Lo que no dijo el dirigente radical, es que ese escenario final de las
presidenciales donde la elección se dirimía inevitablemente entre
Cambiemos y el Frente para la Victoria, lo construyeron entre el PRO,
una parte de la dirigencia radical encabezada por Ernesto Sanz (con el
propio Corral entre ellos) y la diputada Carrió.
En abril del año
2014 se constituyó entre ocho partidos el frente UNEN en el orden
nacional. Rápidamente se instaló en las encuestas como un seguro
contrincante del kirchnerismo para la segunda vuelta presidencial del
año siguiente; mientras que Macri tenía en ese momento apenas poco mas
del 10% de intención de voto. Es decir, había una posibilidad cierta de
que el nuevo gobierno nacional fuera de sesgo progresista, como lo había
sido en Santa Fe -con los mismos componentes- desde el 2007.
En
ese contexto concreto y con esas perspectivas por delante, Carrió, Sanz y
una parte de la dirigencia radical comenzaron a trabajar para romper
UNEN y fortalecer la opción de la derecha representada por Macri y el
PRO. Primero fue la diputada de la Coalición Cívica la que quebró el
frente. Luego fue el entonces presidente de la UCR el que llevó a su
partido, en la convención nacional de Gualeguaychú de marzo del 2015, a
fracturar la alianza con las fuerzas progresistas para irse con la
derecha.
Por tanto es mentira lo que expresó José Corral, actual
presidente de la UCR, que si no hubieran constituido Cambiemos estaría
gobernando el kirchnerismo, para justificar lo que hacen en Santa Fe y
en el orden nacional. Seguramente si Sanz, Carrió y una parte de la
dirigencia del radicalismo no hubieran roto UNEN para aliarse con la
derecha, la Argentina tendría hoy un gobierno progresista y no este,
defensor de los intereses de los ricos.
HUMBERTO TUMINI
MOVIMIENTO LIBRES DEL SUR
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