7 feb 2007

A CADA FAMILIA UNA VIDA DIGNA: SE INAUGURA EL COMPLEJO DE VIVIENDAS CONSTRUIDO POR EL MTL

El día 15 de Marzo de 2007 se adjudicarán a 326 familias las viviendas construidas por el Movimiento Territorial Liberación (MTL) en el Barrio de Parque Patricios. El Complejo, ubicado en la calle Monteagudo 597, se edificó con un crédito del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) en el marco de la Ley 341 y durante los 30 meses de su ejecución generó puestos de trabajo genuino y capacitación para 400 trabajadores.

El MTL es un movimiento social y político de trabajadores ocupados y desocupados que nació en el 2001.Tiene representación en más de 17 provincias de la República Argentina y 20 mil militantes sociales integran esta organización que forma parte de la Mesa nacional de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y de mesas regionales y locales de todo el país.

En la Ciudad de Buenos Aires, este movimiento comienza a desarrollarse ante la Emergencia Habitacional que viven miles de habitantes en la zona sur de la ciudad fundamentalmente, y que vienen de experiencias barriales, asentamientos, casas tomadas, hoteles y villas. En su primera etapa desarrolla una fuerte impronta en la resistencia a los desalojos expulsivos de cientos de familias que quedaban en la calle.

Tomando como referencia que la crisis habitacional es estructural, que no se va a resolver en el corto plazo y que el Estado no ha tenido una política suficiente para poder dar una solución real, en el MTL se comienzan a construir salidas colectivas al déficit de vivienda, que apuntan a recobrar elementos culturales como la convivencia y la solidaridad. Así se logran los cánones de Viviendas Transitorias donde las familias habitan un cuarto más holgado, con cocina y baño propio.

Con la decisión política de abordar integralmente la problemática habitacional de la ciudad el MTL emprende “una combinación de lucha callejera, trabajo legislativo y gestión”. Se llega así a la reglamentación de la Ley 341, ley que habilita la posibilidad de que organizaciones sociales constituidas en cooperativas puedan administrar recursos estatales.

Lograda esta reglamentación se presenta el Proyecto Monteagudo. Fue así como la Comisión Municipal de Vivienda (CMV) –actualmente Instituto de la Vivienda (IVC)- en Octubre de 2003 le otorga a la Cooperativa del MTL un crédito de 16 millones de pesos a pagar en 30 años para poder materializarlo.

Esta cooperativa constituyó en su interior una empresa constructora. Y en esta experiencia, que hoy tiene 400 trabajadores y 1.000 viviendas en ejecución en esta Capital, sus trabajadores perciben asignaciones familiares, aguinaldo, vacaciones, ART y obra social y se presentan a licitaciones para construir otras obras.

El terreno elegido, de 14.400 m2 cuadrados, que pertenecía al grupo Bunge y Born, está ubicado en el barrio donde a comienzos de siglo tuvo lugar la represión contra los trabajadores de la metalúrgica Vasena, que se conocería históricamente como “ la Semana Trágica ”.

Se comienza la construcción del complejo, labor que llevaron adelante trabajadores del propio movimiento en tiempo record (30 meses) y a un costo menor del 25% que en el mercado. El barrio consta de 326 departamentos, 1 Jardín Maternal, 10 Locales Comerciales, 1 Salón de Usos Múltiples, 1 Estación de Radio, 9 Patios internos y 1 Plaza.

El estudio de arquitectos Pfeiffer-Zurdo, responsables del proyecto y de la dirección de obra, en su diseño consideró espacios amplios, iluminados, con bajo mantenimiento, accesibilidad, estética, una integración armónica al entorno vecinal y un respeto por la memoria urbana del barrio.

Pero este movimiento no sólo se ha dedicado a construir viviendas. Monteagudo fue y es una herramienta en la recuperación de la cultura del trabajo, la solidaridad, y es una escuela de oficios; han demostrado cómo un movimiento piquetero puede optimizar los recursos recibidos por el Estado y administrarlos con transparencia.

Carlos Chile integrante de la dirección nacional del MTL y responsable de la Secretaría de Interior de la Central de los Trabajadores de Argentina (CTA) Capital reflexiona así sobre el significado del Complejo Monteagudo: “Iniciamos esta aventura sin los recursos económicos, sin los técnicos, sin la estructura, pero con un proyecto político muy construido en donde supimos condensar mucha voluntad. Con la primera entrega del crédito se compró este predio donde había muchos galpones. Tuvimos muchas dificultades técnicas y burocráticas, pero nos dijimos “empecemos”. Y empezamos a demoler sin permiso de demolición, desmontamos los techos, los fierros que sacamos los vendimos y fuimos comprando máquinas hasta que se pudo iniciar la obra.

“Surgieron problemas no contemplados. Presuponíamos que un desocupado cuando conseguía trabajo pasaba a ser un ocupado, pero en Argentina la desocupación hoy es estructural. Hay jóvenes entre 27 y 30 años que nunca han tenido un trabajo formal en su vida. En un momento de profunda crisis, algunos decían “los compañeros no quieren trabajar” porque agarraban la pala y les dolía todo el cuerpo. La verdad era otra: años de mala alimentación y pérdida de habilidades. Que un desocupado se transforme en un trabajador activo significa modificar sus hábitos de vida, los de su familia, es un proceso de muchos meses. Sumemos a esto la complejidad de que la mayoría de los compañeros venían sin oficios. Monteagudo fue y es escuela de oficio, recuperación de la dignidad del trabajo, del compañerismo y la solidaridad entre un conjunto de hombres y mujeres.

“Y esta solidaridad se expresó además a través de cientos de personas, que inquietados por la experiencia, llegaron a la obra durante estos años: estudiantes secundarios, universitarios, profesores, trabajadores de otros sindicatos, intelectuales, periodistas, movimientos hermanos, como también brigadistas, universidades y dirigentes de organizaciones extranjeras, con quienes compartimos trabajos, problemas, sueños, ideas y compromisos. A todos ellos y al campo popular les pertenece este proyecto.

“Estamos trabajando en experiencias contestatarias a un sistema que parece invulnerable, pero se habilita posibilidades para derrotarlo desde una práctica política integral, donde el trabajo juega un rol central. Se trata de economías emergentes, que en el marco de relaciones humanas de nuevo tipo, pueden competir en igualdad de condiciones con la economía tradicional. Pero, Monteagudo es una gota de agua en el mar, y sólo tiene valor si podemos hacer que replique por el resto del país, para que los recursos estatales retornen a manos de quienes son sus legítimos dueños, nuestro pueblo.

“Finalmente expresar que nos sentimos orgullosamente parte de los movimientos piqueteros, porque el piquete es una forma de lucha y nada nos puede hacer sentir más dignos que pelear por un modelo de país equitativo y soberano, seguros de que esta sociedad tiene futuro porque existen reservas y son reservas morales."

No hay comentarios.: