14 dic 2008

PARTIDO OBRERO NEUQUEN: EN SECRETO SE ENTREGA MAS DEL 80% DE LA RIQUEZA PROVINCIAL

En un nuevo aniversario del Día del Petróleo, vale la pena recordar que:

- El 80% de la riqueza provincial se genera en la producción de hidrocarburos. Sin embargo todo lo relacionado al tema transcurre, y ha transcurrido siempre, en el mayor de los secretos de parte de los gobiernos de turno.
Las prórrogas de las concesiones, las actuales como la de Loma de la Lata-Sierra Barrosa en el año 2000, se han negociado con las petroleras antes siquiera de presentarlas a la Legislatura para su aprobación. Sigilo que no se justifica en la actitud de la “oposición” que antes como ahora había anunciado su aprobación.

- Gran parte de los fondos que ingresan por dichas concesiones estan destinadas a los Fondos Fiduciarios habilitados por la ley 2.612, por la cual se crea Fiduciaria Neuquina S.A., en manos de Elso Leando Bertoya, Guillermo A. Coco, Esther F. Ruiz, Mariano S.E. Schroh y otros. Gran parte de este elenco se repite en el directorio de Gas y Petróleo de Neuquén S.A. (creada en mayo pero con decreto publicado recién en agosto del 2.008), los que a su vez son integrantes del gabinete provincial o integrantes del directorio de otras sociedades del estado. Algunas de estas sociedades comparten los síndicos, es decir, otro pequeño staff controla el conjunto de las sociedades anónimas creadas.
Se concentra así, en una docena de funcionarios, la administración de más del 80% de la riqueza provincial ya que a través de sus ministerios, secretarías y sociedades administran por otro lado gran parte del presupuesto estatal.
Para el caso de Fiduciaria Neuquina S.A. (constituida entre el Estado provincial, Hidrocarburos del Neuquén S.A. y Corporación Forestal Neuquina S.A.), por tratarse de fideicomisos públicos no existe legislación que los regule, como tampoco existen normas de auditoría independiente externa, ni fiscalización por parte de los órganos pertinentes.
Mediante este mecanismo del sigilo, se apartan del patrimonio estatal grandes sumas de dinero, que pasan a manos de la administración de un reducido, y designado a dedo, grupo de integrantes del funcionariado de Sapag.

- Ha salido a la luz que la prórroga de la concesión a Repsol, hasta ahora (y como fue en el 2.000) ha sido una gran ventaja para la petrolera, acosada por su deudas y por las deudas de sus controlantes (como Sacyr Vallehermoso S.A.). La concesión le ha permitido capitalizar como de su propiedad las reservas de los yacimientos prorrogados, en un volumen equivalente a 10 años de explotación. Repsol ha sumado esta “gracia” por chirolas que le entregó Sapag, como parte de su estrategia para resistir su copamiento por parte de otras petroleras.
Con lo cual el pueblo neuquino pagará con 10 años más de saqueo, la defensa de los intereses empresarios de la Repsol ejecutado por el gobierno neuquino.

- En un acto reciente, junto al ministro Tomada y los dirigentes sindicales de la Federación, así como el sindicato que conduce Guillermo Pereyra, el gobernador Sapag avaló el congelamiento salarial de los trabajadores petroleros por los próximos seis meses (prorrogable por otros seis), en el marco de la creciente carestía que sufrimos todos los trabajadores y en momento que los popes de las empresas petroleras declaran sin tapujo que “sobran 2.500 obreros sobre los 30.000 de la industria” (Cronista Comercial, 27/10/08).

- En Neuquén, como a nivel nacional y en todo el mundo, los gobiernos salen al rescate del capital, no de los trabajadores, con los recursos estatales. La lucha para que la crisis la paguen los capitalistas significa: ninguna cesantía ni suspensión; que se repartan las horas de trabajo sin tocar los salarios; aumento general de salarios y jubilaciones; nacionalizar los bancos y el comercio exterior; nacionalizar los hidrocarburos bajo control obrero, requisar las mercaderías acaparadas y poner fin al pago de la deuda externa, todo esto para concentrar los recursos nacionales en un plan de desarrollo de las fuerzas productivas.
Una lucha de esta envergadura servirá para enseñarnos – en la práctica, por medio de la propia experiencia – que tenemos que luchar por un gobierno de trabajadores.
La crisis mundial del capital pone un punto final a la rutina y a la aceptación más o menos ciega de que las cosas son como son: tomemos nuestro destino en nuestras propias manos.

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