ACCION POPULAR NACIONALISTA
San Martín - Rosas - Perón
LOS NUMEROS QUE NO CIERRAN
por Mario Cafiero
¿Nos estamos desendeudando realmente como dicen los K?
Para saberlo tenemos que consultar a las cifras del INDEC. Ahí nos encontramos con que el primer engaño no fue el de disminuir artificialmente los índices de inflación (para bajar los índices de indexación de parte de la deuda pública); sino que el engaño mayor fue disminuir artificialmente el monto de la deuda mismo.
En efecto, luego de la renegociación de la deuda de Kirchner-Lavagna del 2004 -para mostrar que había sido “exitosa” la quita- se ocultó al capital de la deuda en los intereses a pagar por un monto cercano a los 12.000 MU$S. Esto lo denuncié cuando era diputado. También se sacó del monto de la deuda lo correspondiente a los “holdouts”, cuando nunca se repudió esa deuda, eso hoy suma 30.000 MU$S.
La cifra real de la deuda hoy sería de la que muestra el INDEC 145.000 MUS$ más la oculta de 42.000 MU$S, o sea 182.000 MU$S. Recordemos que cuando entramos en default en el 2001 la deuda era de 145.000 MU$S. O sea que en el periodo NK-CFK la deuda aumentó, a pesar que se pagó cash de intereses y capital. Otras de las razones por las que en el año 2008 se registró un aparente no aumento de la deuda fue por las diferencias de cambio entre el Euro, el dólar y el peso. De esa forma se disimularon otros 6.000 millones de dólares
¿Por qué es pagamos miles de millones anuales y sigue subiendo la deuda?
El endeudamiento externo es un proceso que viene desde 1976. Aunque parezca una insensatez absoluta la deuda ya la hemos pagado varias veces y seguimos debiendo. Si se investiga este fenómeno –despojado de los fuertísimos intereses políticos y económicos en juego- se llega a la conclusión que:
-Los intereses de la deuda son por lo general más altos de lo que crece la economía del país. Por lo que estamos frente a una usura crónica. El país creció el año pasado al 7,8 % anual, y pagó intereses con los bonos cedidos a Venezuela del 15,4 % anual. O sea el doble.
-Así como hoy se ve claramente en la crisis mundial, que los Estados se endeudan para salvar a los bancos; en nuestro país las crisis de los últimos 30 años se “resolvieron” trasladando al Estado los pésimos negocios privados, pasando la deuda fraudulenta del BCRA al Estado nacional (Cavallo lo hizo en 1982, y en 1991, y Lavagna lo hizo en el 2004 maquillando los resultados).
La Argentina desperdició tres grandes oportunidades históricas para poner fin a este sistema : Alfonsín en 1983 además de juzgar a las Juntas, debió haber declarado la ilegalidad de todos sus actos de gobierno, y repudiado la deuda odiosa. No lo hizo, solo se animó a lo primero, y así le fue y nos fue. Duhalde debió haber repudiado la deuda ilegal del 2001, comenzando por el megacanje de Cavallo, y además investigado el feroz vaciamiento de las reservas financieras del sistema. En lugar de eso, derogó la ley de subversión económica que permitía esa investigación, e hizo un salvataje integral de los bancos. Proporcionalmente un salvataje de tal magnitud, como el que actualmente no se puede concretar en los EEUU, por el absoluto rechazo de la opinión pública. Siempre se optó, vaya a saber por qué ocultas razones, a esconder la basura debajo de la alfombra, así nos va.
La posterior renegociación de Kirchner-Lavagna tuvo resultados pésimos, porque se basaba en el supuesto absurdo de volver al mercado de capitales inmediatamente después del default, y dejando a los holdsouts en el camino. Así optaron por la peor de las soluciones y dejaron a Argentina a mitad de camino, al no impulsar una solución soberana de ESTADO, ni una solución amistosa con el mercado. Por eso tal como lo previmos en las críticas que hicimos a ese arreglo en el 2005, a poco de andar estamos ante una nueva crisis de deuda. Esperemos que ahora no desaprovechemos esta nueva oportunidad, ante las enormes oportunidades para hacer herejías que brinda la caída del sistema financiero mundial.
¿Con la programación actual, cuando terminaríamos de pagar la deuda?
La deuda tiene una contracara o socio perfecto que es la fuga de capitales. En los últimos 30 años, por cada dólar que entró se fugó un dólar. Es lo que llamamos el “sistema de la deuda”. Es un sistema de succión o “saqueo” de capitales de la periferia a los centros financieros internacionales. Nuestros ahorros se fugan y estamos dependiendo permanentemente de capitales externos. Por ese efecto y por el peso de los servicios de intereses, nunca vamos a terminar de pagar la deuda, siendo por lo tanto una servidumbre perpetua. Hay que reconstruir un esquema financiero autónomo y regional. Hay que discutir una un nuevo sistema bancario para que el ahorro interno se transforme en inversión y no en fuga. Si no cambiamos el “sistema de la deuda”, se puede decir que nunca vamos a terminar de pagarla.
¿Cuál es la relación deuda - PBI a través de los gobiernos?
Hoy es de cerca del 70 % del PBI, pero se aconseja que no sea mayor del 30%. El problema es que buena parte de la deuda es externa o puede rápidamente transformarse en ella, por lo tanto ante cualquier crisis dependemos de los que manejan el monopolio de la emisión de dólares o sea de la Reserva Federal o sea del selecto grupo de bancos internacionales que la controlan.
Si se estableciera una comparación de este gobierno con respecto a los anteriores de la democracia, ¿qué postura identificaría a cada uno?
Cambio mucho el discurso, pero hay un perfecto continuismo en las políticas de endeudamiento, libre movilidad de capitales, y fuga de divisas. El estilo del actual gobierno parece ser el de embrollar los problemas a los que no puede o no se anima a darle una salida realmente heterodoxa como correspondería.
Tanto el gobierno como la oposición están presos de una postura ortodoxa -la misma que brilló desde el advenimiento de la democracia- y hoy el país está ante un grave conflicto, porque el gobierno en una absurda postura antikeynesiana, pese que predica lo contrario, no quiere bajar las retenciones agropecuarias -dice que las necesita caja para pagar la deuda- y la oposición propone una estúpida vuelta al Fondo, tanto en sentido real como figurado. No por algo los que proponen esta última salida son los mismos que estuvieron involucrados en la crisis financiera del 2001, o en su encubrimiento, como el banquero Prat Gay.
¿Qué alternativas o salidas hay para resolver el tema de la deuda?
La Argentina debe aprovechar esta crisis mundial para replantear definitivamente este grave problema. Lo primero que hay que hacer es auditar la deuda, replantear el sistema bancario y financiero y el rol del Banco Central.
¿Qué habría que hacer con el Club de Paris y los bonistas que quedaron fuera del canje?.
La totalidad de la deuda con el club de París fue contraída por la dictadura del 76-82. O sea es una deuda calificada como deuda odiosa o ilegítima. Siendo la Unión Europea defensora a ultranza de los derechos humanos, se debería explorar con firmeza una solución política, desde el planteo que hay corresponsabilidad de los países europeos en el financiamiento de la dictadura. De ninguna manera se debe pagar tocando reservas del Banco Central.
Respecto a los bonistas, luego de la auditoria, habría que pagar lo legal y legítimo, cuando se pueda y buscando mecanismos de inversión.
30 mar 2009
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