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NUEVO MAS: CONVOCATORIA PARA EL 20 DE DICIEMBRE
El 20 DE DICIEMBRE TODOS A PLAZA DE MAYO ¡LEVANTEMOS BIEN ALTO LAS BANDERAS DE LA REBELIÓN POPULAR DEL 19 Y 20 DE DICIEMBRE!
de Prensa Nuevo Mas, el viernes, 7 de diciembre de 2012 a la(s) 21:47 ·
COMUNICADO DE PRENSA NUEVO MAS
El 20 DE DICIEMBRE TODOS A PLAZA DE MAYO
¡LEVANTEMOS BIEN ALTO LAS BANDERAS DE LA REBELIÓN POPULAR DEL 19 Y 20 DE DICIEMBRE!
Héctor "Chino" Heberling declaró: " el Comité Ejecutivo del Nuevo MAS
reunido en el día de la fecha realizó un llamamiento a todas las
corrientes de la izquierda, direcciones sindicales independientes,
agrupaciones antiburocráticas, movimientos de trabajadores desocupados,
del movimiento de mujeres, activistas, luchadores, agrupaciones
estudiantiles, etcétera, a organizar una marcha y acto multitudinario el
20 de diciembre en conmemoración de la rebelión popularcontra el
gobierno de Cristina por las reivindicaciones de los trabajadores,
independiente del gobierno y todo sector patronal y burocrático, y
levantando las banderas de una nueva dirección clasista para el
movimiento obrero y la nueva generación que está emergiendo (en adjunto
declaración)".
El 20 de diciembre, todos a Plaza de Mayo
Contra el gobierno de Cristina, por las reivindicaciones de los
trabajadores y por una nueva dirección clasista para la clase obrera
argentina independiente de todo sector patronal
¡LEVANTEMOS BIEN ALTO LAS BANDERAS DE LA REBELIÓN POPULAR DEL 19 Y 20 DE DICIEMBRE!
La Argentina transita una coyuntura de deterioro del gobierno dónde
crece la bronca popular contra el oficialismo. El último golpe lo ha
sufrido Cristina con el fallo que extendió la cautelar en favor del
multimedios Clarín, y que la dejó sin “la fiesta del 7D”. Si ya venía
maltrecha por los reveses de los últimos meses, ahora se le suma el
hecho que la mayoría de la patronal no parece estar dispuesta a aceptar
que su gobierno arbitre en materia de propiedad de los medios (sacándole
a unos para dárselos a otros). En esta pelea entre “tiburones”, por
ahora es el gobierno el que sale perdiendo sumiéndose en una crisis
política que todavía no sabe bien cómo va a cerrar.
Es en este
contexto que Moyano, Micheli y Barrionuevo han llamado a una marcha para
el 19 de diciembre. Luego del exitoso paro del 20 de noviembre, había
quedado la expectativa de que redoblaran la apuesta convocando a un
nuevo paro fortaleciendo así la emergencia de la clase obrera como actor
en la creciente crisis nacional. No es el caso: se convoca a una marcha
y no a un paro.
Pero la convocatoria del 19 tiene otros problemas.
Es verdad que se ha colocado al frente del llamado un conjunto de
reivindicaciones muy sentidos como el impuesto al salario y la
universalización de las asignaciones familiares. Sin embargo, la
realidad es que el carácter de la jornada a la que se está llamando no
está claro. Tiene demasiado olor a acto político y poco de jornada
realmente de lucha con centro en las reivindicaciones obreras.
Las
pruebas son las siguientes: como ya hemos dicho, se convoca a una
marcha, no a un paro. Para colmo, se convoca a una marcha en un horario
que no sirve a los trabajadores: a partir de las seis de la tarde, muy
tarde para el grueso de la clase obrera. Por si esto fuera poco, la que
aparece como más manifiesta es la intención de “confluir” con los
caceroleros del 8N.
En sí mismo esto último no tendría nada de malo,
porque desde los trabajadores es imperativo tender puentes hacia las
clases medias. Pero esto es correcto siempre y cuando sean los
trabajadores (y su programa) el que le del el carácter a la lucha y no
lo inverso: terminar diluyendo los reclamos obreros detrás del programa
reaccionario y conservador del 8N por intermedio de la burocracia
sindical que convoca a la jornada.
Para colmo, tampoco está claro
cómo será el “armado” de la movilización, qué rol tendrán en ella los
políticos patronales opositores, etcétera. Participar alegremente en su
convocatoria abandonando la jornada del 20 y sin que estén claras las
características que la misma tendrá, a lo único que se parece es a
extenderles a Moyano y Micheli el cheque en blanco que pidieron cuando
la conferencia de prensa al final del paro del 20N; es decir,
capitulándoles por más frases “antiburocráticas” que se quieran
esgrimir.
Si el carácter de la convocatoria no termina de quedar
claro, hay otro grave problema en la misma: la fecha. Todo el mundo sabe
en este país que el 19 y 20 de diciembre es el aniversario de la
rebelión popular que echó a De la Rua en 2001 y puso en cuestión todo el
régimen de la democracia de los ricos incluyendo no solo los partidos
patronales, sino la burocracia en todas sus expresiones.
Rebelión
popular que fue una acción histórica independiente de los explotados y
oprimidos, la más importante desde el Cordobazo de 1969. Una acción
independiente dónde ni Moyano ni Micheli ni el “recontraalcahuete”
Barrionuevo tuvieron nada que ver. Por el contrario, se jugaron enteros a
la estabilización y cuando ya la situación de De la Rua no daba para
más (y habían caído treinta compañeros en la batalla de Plaza de Mayo),
convocaron al paro más corto de la histórica (lo levantaron
inmediatamente al trascender la noticia de la renuncia del presidente de
la Alianza).
La que sí fue parte abiertamente de esas dos jornadas
fue la izquierda, la que incluso el 20 participó orgánicamente con
columnas de la pelea por echar a De la Rua. Y esta acción histórica no
solamente abrió el proceso de lucha más rico de nuestro país en las
últimas décadas sino que, además, parió el proceso de recomposición
obrera que hoy se esta viviendo y que más allá que todavía es de amplia
vanguardia, tiene connotaciones de un proceso histórico de emergencia de
una nueva generación trabajadora.
Moyano, Micheli y Barrionuevo no
pueden desconocer que al convocar para el 19 están haciendo un
operativo para apropiarse de estas jornadas. Es que no se trata de una
mera “efemérides”, o un mero aniversario: buscan de esta manera ponerse
en el bolsillo a los sectores que desde la izquierda, desde la
independencia de clase y una perspectiva antiburocrática independiente,
están avanzando en cuestionar su monopolio de la representación de los
trabajadores.
Lo anterior ocurre más allá que esta pelea venga
teniendo, muy correctamente, momentos de unidad de acción e incluso
frente único en la lucha contra el ajuste que viene imponiendo el
gobierno de Cristina Kirchner. Pero los burócratas sindicales no son tan
estúpidos como tantos “izquierdistas”: saben que esta pelea es en dos
frentes: contra sus circunstanciales adversarios en el campo patronal
como los K (claro que siempre de la mano de otros sectores patronales
como Scioli, Binner y otros), ¡pero también –y más estratégicamente-
contra la izquierda que viene avanzando en cuestionar su monopolio de la
representación sindical!
Se trata entonces del problema que por
tener una posición equivocada sobre el 19 y aceptar “cajonear” la
jornada del 20, se termine defeccionando en la pelea por poner en pié
una alternativa de dirección independiente para el movimiento obrero.
Que quede en claro una cosa: si Moyano y Micheli hubiesen convocado a
un paro general en la fecha que sea, es evidente que la izquierda
debería haberla apoyado más allá que críticamente como apoyamos toda
medida que convoca la burocracia: buscando que la misma vaya más lejos
avanzando en desbordarla realizando asambleas, piquetes y lo que sea.
Pero en la convocatoria del 19 las cosas son distintas. Puede haber un
sector de trabajadores que simpaticen con la misma dado el programa que,
a priori, se ha explicitado. Pero eso no resuelve las contradicciones
flagrantes de una convocatoria que no es un paro, que no da continuidad
al 20N, que no es una medida reivindicativa, que no es convocado en un
horario que permita movilizar trabajadores y trabajadoras de base sino
más bien el aparato, y que busca confluir con los caceroleros en un acto
político de connotaciones que no están claras.
En estas
condiciones, que la izquierda se bajara de organizar una marcha
multitudinaria el 20 de diciembre sería un gravísimo error oportunista.
Un gravísimo error porque sin ninguna justificación que lo amerite, se
le entrega la jornada a una burocracia sindical que está políticamente
alineada con uno de los dos bandos patronales en los que está dividida
la clase dominante del país.
Y un gravísimo error por partida
doble: ¡también configura una capitulación al gobierno porque en los
hechos se le deja libre la posibilidad que el 20 organice un acto o haga
propaganda reivindicando para sí las jornadas del 19 y 20 ante la
evidencia de que ni Moyano, ni Micheli, ni Barrionuevo fueron parte de
la misma!
Claro que los caraduras del kirchnerismo tampoco fueron
parte de esa lucha: ni los que vienen del PJ, pero tampoco las
organizaciones sociales encabezadas por D’ Elia, Pérsico y otros por el
estilo. Pero el grave problema aquí es que si la izquierda no hace
centro y jerarquiza su convocatoria independiente para el 20, lo que
termina haciendo es capitular o asimilarse a uno u otro bando patronal.
Tampoco sirven como justificación los argumentos sindicalistas. Está
claro que Moyano y Micheli dirigen una parte real del movimiento obrero
argentino y que la izquierda, en todo caso, influencia a sectores de la
vanguardia. Pero esto no quiere decir que la misma deba salir corriendo
como perro faldero detrás de cualquiera convocatoria que haga la
burocracia: en cada caso debe analizarse concretamente si esto
corresponde en función de lo progresivo o no de la convocatoria
realizada.
Porque la pelea por una alternativa de dirección se debe
dar en todos los terrenos: muchas veces al calor de una medida convocada
por la propia burocracia; pero otras también llevando adelante
convocatorias independientes cuando los llamados de la burocracia no
sirven para desarrollar la lucha e ir a la rastra de ellas significa
entregar gratis y no hacer valer la perspectiva independiente.
Desde
el Nuevo MAS reafirmamos, entonces, lo dicho en la primera reunión de
la izquierda realizada el pasado martes 3: no salir a organizar una gran
marcha y acto el 20 de diciembre independiente del gobierno, la
oposición patronal y todo otro sector burgués y burocrático sería un
gravísimo error: anularía al polo de la izquierda como tercer actor
potencial de la realidad nacional en la pelea por la dirección de los
procesos de lucha que vengan y en la lucha por capitalizar desde la
izquierda independiente el deterioro del gobierno.
Colocando
claramente el centro en organizar una gran jornada el 20, tácticamente
evaluaremos qué tipo de participación corresponde tener o no el 19 en
función que se vaya clarificando el carácter que tendrá esa jornada.
Llamamos a todas las corrientes de la izquierda, direcciones sindicales
independientes, agrupaciones antiburocráticas, movimientos de
trabajadores desocupados, del movimiento de mujeres, activistas,
luchadores, agrupaciones estudiantiles, etcétera, a organizar una marcha
y acto multitudinario el 20 de diciembre en conmemoración de la
rebelión popular con el programa actual de las reivindicaciones obreras,
independiente del gobierno y todo sector patronal y burocrático, y
levantando las banderas de una nueva dirección clasista para el
movimiento obrero y la nueva generación que está emergiendo.
Los
invitamos también a participar del acto que realizaremos en la puerta de
Firestone el próximo lunes 10 a las 20 horas exigiendo a la patronal
cumpla el fallo que ordenó la reincorporación de nuestro compañero
Maximiliano Cisneros a dicha planta.
Comité Ejecutivo del Nuevo MAS viernes 7 de diciembre 2012
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