El lunes 1° de octubre, en una reunión de las mesas de desocupados de la CCC de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, los compañeros ratificaron el acierto político de dar la pelea por el acampe y hacerlo masivo, ya que el gobierno de Kirchner a medida que se acercan las elecciones trata de mil maneras de ocultar la realidad de hambre y desocupación que persiste en nuestro país.Ya de entrada se vio el ninguneo de los medios televisivos locales, que no pasaron ni la entrada a la Plaza ni reportajes que permitieran conocer las razones del acampe. Se limitaron a imágenes destacando “la suciedad” y lamentándose de cómo esto “espanta a los turistas”. Notablemente, la CNN yanqui sí pasó un informe, lo que debe haber irritado sobremanera a la comitiva presidencial en Nueva York.
Kirchner quiere ocultar el hambre a palosPasadas 30 horas de acampe, la policía valló todas las calles cercanas a la plaza y desplegó cerca del doble de tropas que acampantes. El dispositivo incluyó la Guardia de Infantería, camiones hidrantes y decenas de policías de civil. Desde los distintos lugares se reflejó la bronca creciente en los compañeros por el desalojo, y cómo esto no “tiró para atrás”, lo que se comprobó en los centenares de compañeros que, muchos prácticamente sin dormir, volvieron a marchar sobre Plaza de Mayo el mismo día, acompañando a los trabajadores de la salud autoconvocados.En la reunión de los coordinadores, se reafirmó la necesidad de desplegar la discusión de balance en todos los lugares, para que protagonicen todos los compañeros. Se coincidió cómo avanzar en medidas que fortalezcan los aspectos organizativos necesarios para en las próximas jornadas, poder enfrentar el creciente despliegue represivo del gobierno.Hubo coincidencia en destacar la actitud de los centenares de compañeros que se quedaron en la plaza dispuestos a enfrentar la represión la noche del desalojo, y la importancia de haber combinado los reclamos reivindicativos con la posición electoral de voto en blanco, nulo o no voto que desplegó la Corriente en el acampe, ya sea en las entrevistas con los medios como en la propaganda a través de volantes. También se remarcó la solidaridad de sectores de la iglesia, facilitando los baños de la Catedral y de una parroquia cercana.Los compañeros valoraron también que el operativo represivo no pudo desperdigar a los compañeros, que salieron encolumnados y juntos. Además se destacó la presencia y la adhesión de distintas organizaciones como la Comisión Interna de Terrabusi, que colaboró con víveres para el acampe, los trabajadores del Indec, compañeros de la Lista Lila de ferroviarios, delegaciones de la FTV y de Quebracho, Gustavo Jiménez, coordinador del MST-Teresa Vive, y la adhesión de los docentes santacruceños de Adosac y los trabajadores de Empasa.“Un round lo ganamos al entrar a la plaza, y otro lo perdimos”, dijo Freddy Mariño, y sigue la pelea, con la fecha acordada de proponer una nueva jornada de lucha para el viernes 19 de octubre.
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