Agencia de Noticias Biodla
http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/47851
"El día 9 de Febrero de 2009, al promediar las 9am y como consecuencia de lluvias ocurridas en la Provincia de Salta, un alud provocó el desborde del río Tartagal afectando la parte sur de la ciudad aledaña. El alud que anegó la ciudad de Tartagal, provocó la muerte de dos personas, la evacuación de aproximadamente 1800 personas e incontables daños y pérdidas."[1]
Al cumplirse un mes de la catástrofe climática en esa provincia, la Agencia de Noticias Biodiversidadla conversó con Adriana Adanto, de la Agrupación y Cooperativa 17 de Octubre, acerca de los impactos no sólo económicos y materiales, sino psicológicos que se produjeron sobre los pobladores que perdieron todo y que enfrentan ahora la emergencia sanitaria ante la aparición de enfermedades como el dengue.[2]
- Adriana, se cumple un mes del alud que ocurrió en Tartagal, ¿en qué situación están las familias?, ¿cómo ha llegado la ayuda?
Las familias que han sufrido esta situación de desastre están aún durmiendo en las calles, están a la espera de poder conseguir una vivienda, porque hay un compromiso del Gobierno de unas viviendas que están a terminarse próximamente, en un mes, mes y medio. Hasta el día de hoy, hay gente que duerme en carpas en la calle. Estuvieron tomando medidas inclusive contra el Gobierno, cortaron las calles de lo que es la parte sur de la ciudad en protesta. El Gobierno por ahí dice que sí les dieron ayuda, pero imaginate que una familia que perdió todo, no les quedó siquiera una ropa entera para ponerse, le puede llegar mínimamente dos o tres veces ayuda, pero con eso no recuperan lo que perdieron. Por ahí le llevás un colchón ó le llevas una cama, ¿y dónde duermen? Le das mercadería para que cocinen, y no tienen en qué cocinarla porque perdieron su cocina, perdieron sus ollas, perdieron todo.
- ¿Y la situación sanitaria?, ¿cómo está la salud de la gente?
La situación sanitaria es la preocupación grande que tenemos, más que nada de los que somos padres, porque tenemos a los niños que han comenzado las clases en esta situación. Tenemos el dengue proliferando abundantemente en estos días acá en la zona. No sé si por una cuestión de que no se hizo a tiempo el trabajo adecuado y correspondiente para prevenir esta enfermedad, y bueno, el dengue ha proliferado mucho, hay muchísimas personas enfermas. Inclusive hay muertos a raíz de esta situación. Personas grandes y chicos también, y tenemos riesgo nosotros. Pedíamos que se declare la emergencia sanitaria, que se ha declarado hoy y que ha salido en los periódicos locales. Se ha declarado en la provincia, en el departamento. No solamente estamos afectados en el departamento San Martín, sino el departamento Orán. Aparte se están dando casos de hantavirus, así que esa es la situación sanitaria.
- Y en la Agrupación 17 de Octubre a donde pertenecés vos, ¿también se han visto afectados?
Tenemos algunos compañeros de la zona sur, de la zona norte, compañeros de Misión Los Tobas, y de la "41" que se han visto afectados, que no tenían dónde dormir, porque el agua se les llevó colchones, frazadas, ropa para ponerse, así que quedaron en esa situación. Están recibiendo a veces las mismas familias que están siendo asistidas y otras se quejan de que no están recibiendo la ayuda. El Gobierno dice "sí se les lleva", pero la ayuda quizás y lamentablemente no es la suficiente para una situación como esta.
- ¿Es poco en relación a lo que la gente perdió?
Quizás toda la coordinación no es suficiente en una situación como esta. Todo lo que se pueda hacer es inalcanzable. No es que quizás no haya voluntad, sino que las situaciones te superan. Nosotros nunca hemos vivido, yo que recuerde en mis treinta años que tengo, una situación como esta en esta ciudad.
- Y ustedes como familias, ¿cómo hacen para organizarse?
Te cuento la situación por ejemplo de nuestros compañeros de Misión Los Tobas, que estuvieron afectados con agua en las casas y aún así ellos estuvieron colaborando con las familias más afectadas que estaban en la zona del centro. A esas familias prácticamente se le destruyeron sus casas. Fuimos a trabajar ahí y a limpiar. El Municipio nos pagó mínimamente algo, no lo que se había acordado, pero estuvimos ahí y tenían los chicos de ellos evacuados y trabajaban ahí hasta altas horas de la noche, sin que nos llevaran agua ni comida. Nosotros teníamos que trabajar, el agua y la comida era para las personas damnificadas, y estuvimos poniendo el hombro a la situación.
- ¿Cuál ha sido el rol de los medios de comunicación a lo largo de este tiempo?
El rol de los medios de comunicación local ha sido un poco estático. Recién ahora que la gente empezó a manifestarse, a levantarse, con la inquietud de que no creen que vayan a tener respuesta con el tema de la vivienda, y algunos no tienen nada ya, porque hay viviendas que son recuperables, pero otras que no. Ellos tienen esa desesperación y por ahí nadie se ha acercado a decirles "mirá, ustedes van a ser beneficiados con la vivienda". Ayer salió por los medios que se va hacer un sorteo, aunque las viviendas todavía no estén finalizadas, para que ya la persona damnificada se sienta adjudicataria de una vivienda y le trasmita tranquilidad por lo menos ante la situación que están pasando.
- Y la gente que no tiene donde vivir, ¿dónde está?
Había centros de evacuados en las escuelas, pero al iniciarse las clases quisieron trasladarlos. Hay personas que se resistieron. Querían trasladarlos a un complejo deportivo que hay, con carpas, y se resistían porque muchas de esas familias tienen hijos que no quieren exponer tampoco.
Hay algunos que siguen evacuados en distintos lugares y hay gente que aunque no lo creas vive en la calle, en la carpita, y los que no tienen carpa, sentados en la vereda de sus casas cuidando lo poco que pudieron rescatar porque no tienen a dónde llevarlo. Más allá de que la familia pueda apoyar, cada familia es un mundo y tiene sus cosas, por ahí no hay espacio físico para albergar a una familia más.
- ¿Quisieras agregar algo?
Más allá de que manden ayuda, nosotros esperamos que ante esta situación de tantos años de olvido, que la Nación se tomara un poquitito más de tiempo para estar acá en la zona y ver puntualmente cada caso. Sabemos que no es un trabajo de un día para el otro. Van a tardar meses hasta que estas familias vuelvan a recuperar, a parte de las pérdidas materiales, los valores afectivos, las cosas que han comprado con años de esfuerzo, sacrificio, trabajo.
Yo que he preguntado, no han llegado gabinetes con ayuda psicológica para estas familias. Aca cae una gota de lluvia y la gente empieza a llorar. Pánico, psicosis colectiva de que pueda haber otra situación más grave que esta del alud que hemos pasado. Esperando a que se inicien las obras. Se comprometieron muchísimas obras para la zona, pero hasta el día de hoy no se sabe que los fondos hayan sido liberados y hay que esperar unos días más.
La situación del dengue, muchas personas, muchas familias desocupadas, de las cuales nosotros tenemos varias, en la cooperativa trabajamos cuando hay trabajo, pero acá en el norte hay mucha desocupación. Cuando se fue YPF la economía quedó prácticamente estancada y muchos de los compañeros que tenemos no tienen ni siquiera la posibilidad mínima de acceder a protegerse. Una mínima medida de protección, como ser un repelente por ahí te sale 10 pesos. A una familia numerosa no le alcanza para un día, y esa es la exposición que tenemos.
Además de las enfermedades se suma la desocupación. Nosotros venimos luchando y peleando hace tiempo, todas las cooperativas, las organizaciones sociales, pidiéndole a Nación que haga, que escuche el pedido del norte. Nosotros somos una zona productora de riquezas y no nos están dejando nada. Para nosotros es prácticamente un genocidio lo que se está haciendo con nosotros acá.
- ¿Y la cooperativa de uds. a qué se dedica?
Nuestra cooperativa es de obras y servicios. Realizamos trabajos de pintura, construcción, todo lo que son obras. Tenemos compañeros que son plomeros, compañeros electricistas, gasistas, tenemos diferentes oficios, y tenemos compañeras que trabajan también en este rubro, compañeras mujeres. Ese es el trabajo que hacemos nosotros.
- Gracias por conversar, esperamos que realmente esta situación que están pasando se solucione lo más pronto posible.
Lo único que esperamos es que no se esconda, porque nadie quiere pagar el precio político de las situaciones estas, pero yo pienso que ocultar las cosas no nos beneficia nada, en decir "no hay dengue" como se venía diciendo desde hace un tiempo en el hospital, cuando ahora se ha dado el brote. Yo trabajé durante 3 años en el Programa Dengue y nosotros sabíamos lo que era hacer el trabajo de ir casa por casa. Día a día hacer el desmazelamiento de los espacios abiertos, de los baldíos, sacar todo lo que es botella descartable donde se junta el agua, de todos los lugares. Ahora este trabajo está un poco relajado, estacionado, y no se ha venido haciendo en los últimos años, y a raíz de ello tenemos esta situación de esta enfermedad.
Yo coordiné este trabajo de prevención contra el dengue durante 3 años, recorríamos y teníamos 500 personas trabajando domicilio por domicilio, barrios, baldíos y todo lo que se encontraba. Quinientas personas que abarcaban a 18 barrios que eran los más afectados en cuestión de malezas. Lo limpiábamos y bueno, después se suspendió el programa. No tenemos conocimiento, actualmente con la situación que estamos viviendo, no están entrando los vehículos a los barrios a sacar las chatarras como debería ser. Tienen que entrar los camiones casa por casa con una credencial. Es una cuestión de conciencia también, concientizar a la población para que contribuya a que esta enfermedad no prolifere. Nuestros hijos están expuestos.
Tenemos varios compañeros en esta situación, varios compañeros que han estado con esta sintomatología, y otros que han sido internados, esa era nuestra preocupación el otro día, reclamando que los medios nacionales y que el Gobierno también se hagan presentes, el Ministerio de Salud, tienen que seguir acá para que esta situación se detenga. Son más de 100 casos por día que se detectan de dengue en la ciudad.
- Es muchísimo 100 casos por día.
Hay algunas personas que no tienen la posibilidad de acceder al hospital, porque tenemos pocos médicos y profesionales. Los hospitales atestados de gente y no se puede trabajar prácticamente. Hacen falta más profesionales acá en la zona.
Pedimos un poco más de atención acá en la zona. No decimos que no se ha tomado, pero creemos que ante la situación es necesario un poco más de atención, poner la vista y el esfuerzo en la zona.
Todos estos años hemos sido olvidados y creo que necesitamos y merecemos un poco más de ayuda.
* Por Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik para la Agencia de Noticias Biodiversidadla.
[1] http://www.google.com.ar/tartagal.html
[2] Para conocer el análisis del Movimiento Nacional Campesino Indígena sobre la catástrofe: Tartagal. Los árboles tienen que volver.
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