No siempre la historia es “maestra de la vida”… En la escuela nos enseñaron que el 12 de Octubre es el “Día de la Raza”, conmemorando aquel día de 1492 en que el marinero Rodrigo de Triana gritó “Tierra!” desde el carajo de la carabela Santa María, que estaba al mando de Cristóbal Colón.
Este hecho, que nos enseñan en las escuelas como un lindo cuentito en el que los europeos vinieron a redimir del salvajismo a los pueblos americanos, significó mucho más que el descubrimiento de un “nuevo mundo” y la salvación socio-cultural-espiritual de sus nativos: unió, por la fuerza del exterminio y el genocidio, dos mundos a todas luces distintos e incompatibles.
Según la historia oficial, los pueblos originarios de América aceptaron casi sin resistencia toda la cultura, las ideas, la religión y el sistema de vida de los colonizadores. ¿Y por qué fueron masacrados, usados, robados, expropiados sus bienes naturales y materiales, muertos y asesinados…?
En la actualidad, un gran porcentaje de la población indígena de nuestro país vive este día como otro cualquiera. Teniendo en cuenta el grado de exclusión a que son sometidos, esto es coherente, ya que así como no pueden participar en la gestación de políticas y toma de decisiones que hacen incluso a sus propias necesidades básicas, tampoco pueden expresarse en la elección de estos días "festivos" ó “conmemorativos”.
A pesar de todo, ciertas comunidades indígenas decidieron reivindicar, en contraposición, el 11 de octubre de 1492 como el último día en que fueron libres. Este reclamo sumó adeptos, día a día, entre muchos movimientos indigenistas, que enarbolaron esta bandera para sumarla a otros reclamos constantes por los derechos naturales que les fueron usurpados como pueblos.
El 11 de octubre significa que hay una deuda que sigue pendiente con los verdaderos y auténticos habitantes de América. En el mejor de los casos, al aborigen se lo trata como pieza turística, y no como dueño de su cultura.
La conciencia moral de la humanidad no admite ahora lo que hace cien ó quinientos años parecía natural: la dominación de seres humanos que tienen la piel de cierto color, por otros seres humanos cuya piel es de color distinto. Por otra parte, la historia demuestra que los pueblos que asumen con fervor y espíritu de sacrificio sus reivindicaciones, a la larga terminan por triunfar.
El 12 de octubre se celebra el “Día de la Raza”, una fecha instituida con el objetivo de unir aquellos pueblos ó países que tienen en común la lengua, la religión y las tradiciones culturales. Para los descendientes de los verdaderos pueblos americanos, el 12 de octubre es sinónimo de luto por cuanto recuerda el avasallamiento realizado por la Corona española a sus vidas, su cultura, sus bienes materiales, sus posesiones y su futuro.
Se mató para apropiarse. Se colonizó para adueñarse de todo lo que se podía. Y quinientos años después seguimos estudiando la Historia a través de las mismas páginas, en los mismos textos.
Es hora de empezar a escribir esta otra historia. La nuestra.
Organización Latido Americano
rubenifran@latidoamericano.org
Ruben Ifran
11 oct 2006
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