¿SE VAN, SE VAN Y NUNCA VOLVERAN?

En la tarde en que el presidente Néstor Kirchner descolgó el retrato del General Videla que permanecía aún intacto en el interior de la ESMA, muchos argentinos creyeron que con ese gesto comenzaba a desmoronarse la torre de impunidad que los militares construyeron con los gobiernos democráticos de turno. ¿Bastaría con la monumentación de los desaparecidos y la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida para comenzar a alumbrar la oscuridad que azota la historia argentina?

Con la reciente desaparición de Julio López, ex militante de la organización Montoneros y querellante en varias causas contra genocidas, se reavivo el fuego de una Argentina que muchos creían hecha cenizas, pero que sin embargo convive y se desarrolla bajo el manto de la democracia. Kirchner en otro discurso público no dudo en señalar que “el pasado no estaba acabado” en alusión a la desaparición del albañil, y ya grandes le quedaban los atenuantes y sospechas de golpistas desestabilizadores al grupúsculo que gira alrededor de la cada vez peor posicionadas Cecilia Pando y la presidente de Argentinos por la Memoria Completa, Karina Mujica mucho más famosa en estos días por su doble moral. El enemigo comenzó a tomar dimensiones más reales y gigantescas a las que caben en la plaza San Martín o en el portal de SEPRIN.

Representando con mayor compromiso y coherencia los reclamos contra la impunidad, la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos denuncio sufrir constantes amenazas desde el pasado 24 de marzo hasta la fecha. Misma suerte correrían miembros de la agrupación HIJOS, mientras que el premio Nóbel Pérez Esquivel denunció que por segunda vez la sede porteña del SERPAJ fue asaltada sin conocerse todavía los motivos. Estela de Carlotto señalo con preocupación que el sitio web de las Abuelas de Plaza de Mayo fue hackeado por profesionales según el peritaje técnico pocos días después de la desaparición de López. Y como si fuera poco ya se han registrado durante 2006 alrededor de media docena de atentados contra Madres de Plaza de Mayo en diferentes puntos del país.

Por otro lado, fiscales vinculados a la investigación de los crímenes de lesa humanidad ocurridos durante la dictadura, jueces y allegados multiplican a diario las denuncias de aprietes intimidatorios por sectores no identificados que exigen el fin de las investigaciones contra represores. El mismo día en que se leería el fallo que llevaría a Miguel Etchecolatz a prisión perpetua, la esposa de Ciro Annisshiarico uno de los asesores legales de la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación, sería amenazada por personal vinculado a la bonaerense. El hecho ocurriría horas después de que la justicia detuviera a Alberto Miño, uno de los asesinos prófugos por la Masacre de Budge, causa que Annisshiarico llevara adelante junto al abogado León Zimmerman.

Cuando ya Kirchner comenzaba a saborear anticipadamente la inminente victoria frente a las próximas elecciones presidenciales que lo encontraría sin una oposición real, la desaparición del testigo clave en el juicio contra Etchecolatz altero el sueño del jefe de Estado que había logrado llevar con su gestión, una inédita política frente a los crímenes cometidos durante la última dictadura militar. El sureño recibiría un golpe letal en el talón de Aquiles.

¿Valdría la pena preguntarse si se puede luchar realmente contra el fascismo y la impunidad sin alterar las estructuras de poder, y sin cuestionar el modelo capitalista de país aún vigente por el que la junta militar asalto el poder? A pesar de las diferencias de realidad interna y del contexto internacional, nuestro país lamentablemente aún sigue pagando los altos costos del proyecto político económico que los militares implementaron, profundizado sensiblemente por la embestida neoliberal abierta en los ´90 y que aún hoy no finaliza.

Los juicios, los monumentos y recordatorios que siguen siendo puntos inamovibles en la agenda por la recuperación histórica, quizás terminen de complementarse mejor cuando nuevas generaciones realizan los sueños y anhelos por los que 30 mil dieron su vida. Que sea así.

FUENTE: LUIS H (PRENSA DE FRENTE)