LA ORGANIZACIÓN AMBIENTALISTA RECLAMO A LOS LEGISLADORES EL TRATAMIENTO DE LA LEY DE EMERGENCIA FORESTAL PARA DETENER A LOS "ASESINOS SERIALES DE LOS BOSQUES NATIVOS".
BUENOS AIRES, 22 de noviembre de 2006 - Activistas de Greenpeace caracterizados como "locos de la motosierra" reclamaron hoy a los diputados que sancionen la Ley de Bosques, que decreta la emergencia forestal a nivel nacional y establece una moratoria a los desmontes en todo el país, dentro del paquete de leyes que podrían tratarse este miércoles.
El proyecto de ley decreta "la emergencia forestal a nivel nacional y establece una moratoria a los desmontes hasta tanto cada provincia desarrolle un ordenamiento territorial en sus bosques nativos, para que el territorio sea utilizado de manera racional, compatibilizando las necesidades sociales, económicas y ambientales y estableciendo un régimen que establezca los presupuestos mínimos para la protección de los bosques nativos".
El reclamo fue impulsado por una decena de activistas de Greenpeace que, caracterizados como el psicópata de la motosierra, parodiaron frente al Congreso Nacional la desquiciada situación de desmontes irracionales que padecen los últimos bosques nativos, a una tasa que triplica la mediamundial.
Junto a los activistas, Greenpeace colocó dos carteles en los que denunció que, en la Argentina, se "desmonta un árbol por segundo" y otro en el que reclamó "Paren los desmontes. Ley de Bosques Ya!".
La ley de bosques fue impulsada por Greenpeace y otras organizaciones ambientales, como la Fundación Vida Silvestre Argentina y la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, y es promovida por el diputado kirchnerista Miguel Bonasso.
"Este proyecto de ley es prioritario para mi gestión como presidente de la Comisión de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la Cámara de Diputados de la Nación. Esta ley es imprescindible para el beneficio de las generaciones futuras", sostuvo Bonasso, quien reclamó el urgente tratamiento de la ley.
El Gobierno Nacional, en su Informe Geo Argentina 2004, consideró que "la Argentina se encuentra en estado de emergencia forestal y si se mantiene la meta de llegar a los cien millones de toneladas de producción de granos, tendría que extenderse la frontera agropecuaria entre 12 y 15 millones de hectáreas, con lo que en los próximos años estaríamos convirtiendo a la actividad agropecuaria el 50 por ciento de la actual cobertura de bosques nativos".
"Los conflictos sociales asociados a los desmontes son cada vez más frecuentes en el norte de nuestro país. Cientos de campesinos e indígenas son desalojados por las topadoras, y en muchos casos se otorgan permisos para desmontar en zonas tradicionalmente habitadas. Para que esto deje de suceder necesitamos imperiosamente cambiar la legislación vigente y aumentarlos controles", señaló Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Biodiversidad de Greenpeace Argentina.
La norma establece diez criterios ecológicos y categorías de conservación que apuntan a planificar las actividades forestales, agrícolas y ganaderas evitando la fragmentación y degradación del bosque nativo, y establece como prioritarios cuidar a los bosques que actualmente ocupan y utilizan comunidades indígenas y campesinas.
"El ordenamiento ambiental que propone la ley es un instrumento de política ambiental nacional cuyo objetivo es regular el uso del suelo y las actividades productivas, con el fin de lograr la protección del medio ambiente a partir del uso sustentable de los bosques nativos, tras unaevaluación de las unidades presentes en cada provincia", explicó Juan Carlos Villalonga, director Político de Greenpeace Argentina.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario