18 may 2009

JUSTICIAYA!: CONTINUAN LOS TESTIMONIOS EN EL JUICIO A ALGUNOS GENOCIDAS DEL PRIMER CUERPO

Lunes 18 de mayo de 2009


Gacetilla de Prensa


19, 20 y 21/5: CONTINÚAN LOS TESTIMONIOS EN EL JUICIO A ALGUNOS GENOCIDAS DEL PRIMER CUERPO
Los días martes, miércoles y jueves a partir de las 10 seguirán los testimonios en el juicio que se le sigue al genocida Jorge Olivera Róvere y a otros cuatro jefes de Área por crímenes cometidos en la subzona Capital Federal del Primer Cuerpo de Ejército, jurisdicción de la que fue máximo responsable durante el año 1976. Los otros cuatro genocidas imputados son el general de brigada Teófilo Saa, el teniente coronel Felipe Alespeiti, los coroneles Humberto Lobaiza y Bernardo Menéndez, quienes perpetraban las órdenes de Olivera Róvere.
Casos que se tratarán cada día
19 de mayo:
- Alejandro Luis Calabria Ferreyra.
Fue privado ilegalmente de su libertad el 30 de mayo de 1976 en la esquina de Las Heras y Lafinur de Capital Federal por un grupo de policías vestidos de civil que se movilizaban en patrulleros.
- Juan Vicente Jakielewics Adamo.
Fue privado ilegalmente de su libertad el 21 de abril de 1976. A las 2:30 de la madrugada, ingresaron en su domicilio cuatro personas fuertemente armadas vestidas de civil, revolvieron todo, se llevaron cuanto pudieron, y secuestraron al joven. La madre de la víctima declaró que se trataría de uno más de una serie de secuestros de obreros que se desempeñaban en la fábrica “De Carlo”, donde trabajaba Jakielewics Adamo.

- Héctor Saraceno y Haydeé Noemí Zagaglia Freddi.
Fueron privados ilegalmente de su libertad el 16 de julio de 1976 en Capital Federal.
- Juan Carlos Risau.
Fue secuestrado en la noche del 21 de julio de 1976 por personal dependiente del Ejército Argentino.
- José Andrés Moyano Quiroga.
Fue privado ilegalmente de su libertad el 30 de junio de 1976. En el operativo participaron un gran número de personas uniformadas que llegaron al lugar en vehículos del Ejército Argentino. También había patrulleros y un helicóptero sobrevolaba la zona.

Miércoles 20 de mayo:
- Eduardo Guerci.
Fue secuestrado el 20 de julio de 1976 en su domicilio de Capital Federal, por personal dependiente del Ejército Argentino.
- Cristina Silvia Navajas Gómez y Manuela Santucho.
Fueron privadas ilegalmente de su libertad el 13 de julio de 1976 en avenida Warnes 735, Capital Federal.
- Jorge Antonio Leonetti.
La víctima fue secuestrada el 25 de agosto de 1976 en su domicilio de la calle Céspedes 2487 8° B de esta Capital Federal. En el procedimiento participaron cerca de diez individuos, vestidos de civil, fuertemente armados, dependientes del Ejército Argentino, que utilizaron automóviles Ford Falcon.

- Esteban María Ojea Quintana.
Fue privado ilegalmente de la libertad el 3 abril de 1976 por un grupo de personas que se identificaron como pertenecientes al Ejército Argentino.
- Evangelina Emilia Carreira.
Fue privada ilegalmente de su libertad el 17 de agosto de 1976 por personal dependiente del Ejército Argentino.
- Eduardo Benito Francisco Corvalán.
Fue secuestrado el día 22 de julio de 1976 en su domicilio por un grupo de personas fuertemente armadas que vestían de civil, dependientes del Ejército Argentino. Trabajaba para la Universidad de Buenos Aires (UBA), institución en la que con fecha 31 de diciembre de 1976, fue dejado cesante a partir del 28 de septiembre de 1976.
Jueves 21 de mayo:
- Aída Fuciños Rielo y Juan Alberto Galizzi Machi.
Fueron secuestrados el 28 de agosto de 1976 en su casa por personal dependiente del Ejército Argentino. El procedimiento se realizó a las 23:00 horas, por personas que dijeron ser de las fuerzas conjuntas, armados y vestidos de civil, llevándose detenida a la pareja.
- Olga Irma Cañueto.
El día 22 de septiembre de 1976 fue secuestrada por fuerzas represivas mientras hacía las compras con sus dos hijitas ,de dos y cuatro años, a la vuelta de su domicilio en Corrientes y Lambaré de la Capital Federal. Las criaturas quedaron solas llorando, desesperadas corrieron a su casa y con el consiguiente terror vieron caer muerto a su padre Miguel Zavala Rodríguez, asesinado por los represores. Corrieron llorando hasta la casa de un vecino. Al día siguiente, a las dos de la mañana, vino la policía y se las llevó. Pasaron dos meses y nada sabía la familia de ellas a pesar de los habeas corpus y los averiguaciones hechas hasta que les avisaron del Ministerio del Interior que estaban en el Instituto Piglos de Moreno.

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