Buenos Aires, jueves 4 de enero de 2007
Declaración del Cuerpo de Delegados de Subterráneos
La desaparición de Luis Gerez volvió a golpear a todos los trabajadores y a pesar de que su reaparición es motivo de festejo, sus captores siguen sin aparecer.
El secuestro de Jorge Julio López fue el primer llamado de alerta del regreso de los tiempos oscuros para los trabajadores y para el pueblo. Hoy, a casi 4 meses de su desaparición, desde el poder político no se ha demostrado un interés real para esclarecer estos hechos.
Por eso la aparición con vida del compañero López solo será posible si los trabajadores, sectores populares y de derechos humanos tomamos en nuestras manos esta tarea, ya que los motivos que tenemos para que se aclaren estos sucesos son fundamentales: Que los secuestradores de López y Gerez y todos los genocidas estén presos.
Todo esto se enmarca en una fuerte ofensiva represiva y de amenazas por parte de sectores antiobreros contra cientos de militantes de derechos humanos, obreros y sociales. A la vez, debemos señalar la existencia de ataques violentos contra distintos dirigentes y activistas del movimiento obrero y popular, entre ellos las golpizas por parte de matones anónimos a varios de nuestros compañeros y contra el compañero "Pollo" Sobrero, dirigente ferroviario, como anteriormente contra el compañero Omar Rombolá de Coca-cola. Estas acometidas tuvieron también su expresión a través de las distintas patotas ligadas al poder político como vimos tiempo atrás en el Hospital Francés, o más recientemente con la paliza a Edgardo Quiroga, dirigente de municipales de San Lorenzo. A estos hechos hay que sumarles las persecuciones, amenazas y despidos a numerosos activistas y delegados opositores a las conducciones burocráticas. También sufrieron diversos ataques los estudiantes de la FUBA y los secundarios de Neuquén, entre otros.
Es evidente que ante estos gravísimos sucesos debemos exigir el fin de estas persecuciones y atentados, luchar por la aparición con vida de Julio López y por el castigo de todos los responsables. Debemos lograr la más amplia unidad en defensa de los derechos democráticos y garantizar la seguridad de todos los posibles testigos en las causas por los crímenes de la dictadura militar.
Es un deber de todos los trabajadores prepararnos para enfrentar las diferentes agresiones por parte de las patronales, la burocracia o el estado.
Desde el cuerpo de delegados del subterráneo llamamos a las distintas organizaciones combativas, obreras, populares y de derechos humanos, a tomar en nuestras manos la lucha por la aparición con vida ya de Julio López, cárcel para sus secuestradores y los de Gerez y castigo a los genocidas, y junto a esto comenzar a organizarnos en defensa de nuestros compañeros agredidos y perseguidos.
CUERPO DE DELEGADOS DE SUBTERRANEOS
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